\ \ c h a p t e r / / t h i r t y | t h r e e.

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6.35 PM

Hace aproximadamente un mes había conocido a una molestia, un obstáculo y una potencial amenaza que ponía en peligro sus planes y su trabajo de años. Hace un mes creía odiarlo, y lo que más deseaba era deshacerse de él, comprarlo y nunca más verlo, sin importarle los afectados por sus decisiones.

Si hace un mes le hubiesen dicho que compartiría mucho más que un par de palabras con aquel hombre de cabellos dañados, pálido, tatuajes y supuesto trabajador social, Luke seguramente se partiría a carcajadas ante la estúpida premonición, pero ahora ahí estaban, ambos juntos compartiendo un cómodo silencio en el clásico de Michael, cada uno polarizando su propio mundo. Michael vestido al completo de negro, seguramente con algo peligroso en el vehículo o una sustancia ilícita, mientras que Luke lo más peligroso que tenía era una pluma y su corbata.

—¿Me vas a cocinar algo delicioso? —preguntó el rubio, aventurándose a una posible respuesta del lugar donde se dirigían. Michael elevó su ceja perforada, con una sonrisa de diversión en su rostro.

—Ya quisieras.

Luke se volteó y sin vergüenza o timidez, puso su mano en el muslo de Michael para acariciarlo con su pulgar, mientras intentaba reconocer que ruta estaban tomando.

—Ayer dijiste que si nos manteníamos amables, podía tener más de tus artes culinarias, así que creo que deberías continuar siendo un hombre de palabras, Mefistófeles.

—Si quieres, luego podríamos ir a mi casa y podríamos comer algo, pero antes de eso, cumplamos este panorama —ofreció el peligris, cambiando la emisora.

Luke lo observó con atención, intentando descifrar donde lo llevaba, hasta que una idea bastante perturbante cruzó por su mente, logrando que sus manos sudaran y que su ceño se frunciera con preocupación.

—¿Me vas...me vas a ma...tar? —preguntó en un hilo de voz, logrando que Michael de inmediato volviera a centrar su atención en él, con pánico ante su estúpida idea.

—¿Qué? —preguntó estupefacto, intentando descifrar si eran verdaderas las palabras de Luke y, ante el particular brillo en sus ojos asustados, parecidos a los de Bambi luego de escuchar el asesinato de su madre.— Podría ser el crimen perfecto, pero iba a llevarte al establo de la tía abuela de Drew, que vive a las afueras de Seattle. ¿Por qué dudas de mí?

Michael hacía un vaivén entre el camino y Luke, quien poco a poco comenzaba a relajarse ante la estúpida idea y suposición que cruzó su mente, logrando establecer un ambiente tenso.

—No lo sé —expresó con sinceridad, logrando que Michael apretara con fuerza el volante, donde sus nudillos quedaron blancos, recordándole a Luke su estado de tensión en las carreras.

—Pues deberías saberlo. Conoces mi familia y mis secretos, eso debería ser suficiente para establecer un ambiente de confianza.

—Michael, yo...—pero el peligris se negó a escuchar, para subir el volumen de la radio y concentrarse en la autopista, mientras que Luke decidió guardar silencio, evitando matar aún más la atmósfera.

Sin embargo, su mano continuó en todo momento, en el muslo de Michael, entregándole suaves caricias.

6.54 PM

—Cualquier cosa que necesiten, búsquenme —terminó el recorrido la mujer de cabello canoso largo y ojos oscuros, entregándole sonrisas a los hombres—. Michael, quedas a cargo —el peligris asintió y la mujer le dio un beso de despedida, para luego marcharse dándole una caricia en la espalda a Luke, quien la vio encaminarse hasta una modesta cabaña. No quería tener contacto visual con Michael, se sentía demasiado avergonzado.

Empire 》Muke.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora