Todo transcurre en el mismo día, pero atención con las horas.
Hemos llegado al final de Empire. Gracias por tanto.
10.12 AM
Michael vio como aquellas puertas se abrían y su corazón comenzó a latir otra vez. 5 años habían sido una eternidad en aquel infierno, del cual sobrevivió solo gracias a Mefistófeles.
Aquella mañana volvía a ser Michael y por fin enterraba aquella personalidad oscura por la cual pudo respirar esos 1825 días. Aquella mañana podía finalmente comenzar a hacer su vida a base de sus propias decisiones y no ser dependiente de las situaciones, no ser dependiente del ambiente.
Por fin sería Michael.
Al despedirse de uno de los oficiales, sale con un pequeño bolso con pertenencias que básicamente era ropa interior, útiles de aseo y las ropas que traía aquel día en que lo arrestaron.
Lo primero que ve en la libertad, es el sol que choca con su rostro. Sonríe a la calidez peculiar que tanto extrañó tras las rejas, que era limitada por sus horas de ronda y no por voluntad propia. Inspiró profundamente, amando el olor a frescura.
Al volver a abrir sus ojos, finalmente se topó con quien lo esperaría en aquel día tan esperado. El hombre responsable de consederle una libertad de infierno y una libertad pronta respecto a la cárcel, el hombre con quien construyó una cercana relación aquellos años tras las rejas, que le hizo favores y lo mantuvo al tanto de sus seres queridos.
Arthur Hemmings se había redimido de la culpa del pasado, de abandonar al pequeño Michael. Ahora tenían un lazo fuerte, un lazo que dudaban romper en algún momento.
—¡Arthie! —chilló Michael con alegría, acercándose a él con grandes zancadas. Lo abrazó con fuerza, con gratitud y cariño.
—¡Mickey!
Aquel apodo que utilizaba para él en su infancia, volvió a deslizarse por sus labios, era como si el tiempo no hubiese pasado, como si los años de lejanía jamás hubiesen existido.
Al separarse se sonrieron y Arthur dio un paso al costado para que ingresara al auto que los esperaba. Era difícil apostar por quien estaba más emocionado por la libertad de Michael.
—¿Cuál es el plan? —preguntó con curiosidad Michael, sonriendo mientras ya se ponían en marcha.
—Aeropuerto y de regreso a tu amada Seattle.
10.37 AM
Al entrar al sector privado de vuelos, Michael observó el gran jet privado que siempre escuchó hablar a Drew y Calum. Era negro brillante, con dos asistentes de vuelo ya esperándolos abajo y eso no podía poner más ansioso a Michael. Eran solo horas que lo separaban de su vida: Seattle, sus mejores amigos y Luke.
Vería a Luke.
Su corazón latió con fuerza al pensar en ello, en cada escalón que subía, para llegar a la cabina del transporte que lo regresaría a su vida, su corazón latía como un loco, como si no hubiese latido en todo aquel tiempo. Su corazón latía por Luke.
¿Seguirá teniendo el mismo calor? ¿Sus manos seguirán tan frías como siempre al igual que sus pies? ¿Utilizará el mismo perfume de siempre? ¿Qué pasará con su cabello esponjoso? A pesar de cada visita que sus amigos le hacían y de las fotos que le mostraban de Luke, nada era parecido a la realidad. Sabía que Luke tenía un cabello más cobrizo en la vida real que en las fotos, que ninguna cámara podría retratar de manera adecuada el particular color azul de sus ojos. ¿Su piel seguirá siendo igual de suave por las cremas y jabones especiales que utiliza en la ducha?
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Empire 》Muke.
Teen FictionDos hombres poderosos, imperios que dirigen, responsabilidades que cargan. Un enfrentamiento, una elección. ¿Podrán renunciar a sus imperios para estar juntos? ¿Podrán optar a la libertad sin dejar consecuencias a su paso? 《Me niego a aceptar esto...