Empire 》Muke.

\ \ c h a p t e r / / f o r t y | t h r e e

  <3

Para ti bb que anda enviando al mundo al Nido y amenazando con Mefistófeles.

10.02 AM

—Buenos días Dylan —saludó Luke llegando hasta el escritorio de su asistente. Era lunes otra vez y aunque quería desaparecer por una semana completa para poder aclarar su mente, sabía que aquello no sería posible porque su mente relajada era un peligro, por lo mismo había decidido que continuar con sus exigentes horas de trabajo, sería lo más adecuado.

El joven peligro elevó su mirar de la computadora porque su jefe, según la información que tenía registrada, era que aquel lunes llegaría a medio día al trabajo debido que el domingo tomaría un vuelo a media noche y llegaría en la madrugada, donde dormiría unas horas antes de ir a trabajar. Para nada conocía que Luke Hemmings había adelantado su vuelo y había evitado dormir para llegar a su empleo.

Aunque no había que ser un genio par sospechar que no había tenido la mejor noche, pues tenía unas oscuras ojeras bajo sus ojos que estaban irritados.

—Buenos días señor Hemmings. Pensé que llegaría a mediodía, pero eso no quiere decir que no haya adelantado sus papeleos. ¿Necesita algo? ¿Un café expresso, americano o un café al chocolate?

Luke sonrió y recibió los papeles que le tendía su pelinegro asistente, pero ante el gesto, su hinchada mano con ya hematomas en sus nudillos, logró ser vista por el mismo chico frente a él.

—Sería perfecto un café al chocolate y hielo para mi mano.

Dicho aquello, tomó los papeles y se adentró a su oficina, cerrando la puerta a sus espaldas, no tenía ánimos para escuchar los rumores que pronto sus empleados divulgarían. Era su jefe, no era un estúpido y tenía claro que más tarde que temprano, comenzarían a comentar que diablo hizo el grandísimo e intocable Luke Hemmings, como para golpear a alguien.

Nadie apostaría que golpeó a su padre, de eso estaba seguro.

Llegó hasta su cómoda silla y se volteó en la misma para ver la increíble vista con la que contaba en lo alto de su torre. Se acurrucó y comenzó a pensar antes de que fuera interrumpido por Dylan con su pedido que lo ayudaría a concentrarse en el trabajo.

Si había una palabra que describiera la miseria de Luke en aquel instante, era culpa. 

Luego de seguir a Michael, posterior a la explicación de su padre, ambos habían tomado sus maletas que habían estado empacadas y se marcharon de la mansión Hemmings. Luke se dedicó a hacer las llamadas correspondientes para poder adelantar el vuelo que habían agendado sus padres para él en el jet privado, así que viajó con Michael de inmediato y aquello fue algo que cambió las perspectivas de ambos.

Aquel vuelo de 5 horas lo compartieron entre miradas rotas, sollozos y lágrimas ante el pasado. Luke se sentía culpable de tener lo que Michael jamás tuvo, considerando que existió la posibilidad. Luke se sentía que lo había condenado a tomar todas las decisiones de su pasado, que lo tenían en la posición del presente, en un mundo oscuro que eligió por sobrevivencia. Mientras que Michael solo era atormentado con los recuerdos del pasado, recibiendo caricias de Luke, mientras él también las brindaba a sus manos, ambos rotos, pero compartiendo su estado más vulnerable frente a los ojos del otro.

Michael recuerda que cuando finalmente reconoció a Arthur y charlaron la mañana de aquel domingo, por su mente pasó el momento en que Luke se enterara de la verdad, que su padre compartió en momentos de su infancia, con una prostituta y su hijo en vez de estar con él. Sentía que su relación tan reciente tendría un horrible quiebre, pero para su buena suerte, había sido todo lo contrario. Ambos había recurrido al otro, ambos se consolaron y ambos confiaron ciegamente en el otro en aquel momento vulnerable.