Empire 》Muke.

\ \ c h a p t e r / / t h i r t y | o n e.

11.04 AM

—Pupilas dilatadas ante incentivos lumínicos, reactivas —dijo Jonathan en voz alta, con el lápiz de luz en su mano. Michael estaba sentado en la sala de estar de Luke, siendo finalmente revisado por el mayor de los Hemmings.

La espaciosa sala de estar de Luke, contaba con grandes sofás, un gran bar con copas y diferentes licores costosos de todos los tipos. Tenía muchos diplomas debido a sus estudios, pero lo que más le sorprendía es que tenía un gran piano. Esperaba su sala de estar tapizada en fotografías de él cuando era pequeño, de sus padres, sus hermanos o incluso sus sobrinos, como también esperaba costosas pinturas que tenían el honor de estar en su sala de estar porque las ganó en alguna subasta por ser el mejor postor. No esperaba para nada tan costoso piano en el centro de esta, ni mucho menos tantos vinilos junto a un tocadisco actual.

—¿Eso que quiere decir? —preguntó Luke, de brazos cruzados al lado de Jonathan. Zachary se había marchado apenas terminaron de desayunar, tenía su vuelo pronto y no podía retrasarse a algunas reuniones, pues  a pesar que era un gran accionista, no era aún dueño de muchos negocios, por lo tanto no tenía tantas libertades como Luke.

—Que estoy bien y estás siendo dramático. Necesito irme a casa, los niños podrían necesitarme—respondió por Jonathan, Michael. Rodeando sus ojos mientras que el mayor de los Hemmings guardaba sus instrumentos en un cómodo maletín. Sus únicas pertenencias para aquel improvisado vuelo.

—Michael, los niños tienen a Drew y Calum para cualquier cosa, creo que ya hablamos de esto —gruñó Luke peinando sus rubios rizos hacia atrás. Michael Clifford, tanto ahora como al principio, lo sacaba de quicio.

—Si ya terminaron, podría dar mi diagnóstico...—interrumpió Jonathan haciendo sonar sus nudillos—. Michael, tienes una contusión leve debido al golpe en tu zona frontal. Lo que recomiendo es que cada 8 horas tomes estos analgésicos que te recetaré, por lo mínimo 2 días y máximo por 10 días. Si tu cabeza se siente caliente, será por el hematoma así que si el hielo te alivia, adelante. Tendrás mareos por un par de días, quizás un desmayo por levantarte rápido, pues ahora tu cabeza necesita un poco más de sangre y al levantarte, no le das la suficiente. No te exijas por una semana y estarás bien. Cualquier cosa, vayan al hospital y digan mi nombre, los derivarán con el jefe de neurocirugía y él seguirá mis instrucciones.

Michael asintió a las palabras de Jonathan, que seguramente, no seguiría. Iba a recibir el papel con el nombre del analgésico, cuando los dedos de Luke se interpusieron en su camino y lo tomaron por él.

—Yo me ocuparé de esto.

—¡Hey! Tengo 25 años, sé como debo seguir las órdenes de un doctor —gruñó Michael, levantándose del sofá. Un mareo lo dominó, pero intentó disimularlo con un paso al costado y sus brazos cruzados sobre su pecho. 

Ni para Luke ni para Jonathan, resultó ser tan disimulado.

—Pareces de 5. Debes cuidarte y te ayudaré —gruñó Luke, para luego dedicarle una sonrisa a su hermano.— Llamaré a Julian para que te lleve al aeropuerto —comunicó con una sonrisa, mientras que Michael rodeaba los ojos cansado de su actitud sobreprotectora.

12.47 PM

—¿Seguirás sin hablarme?

Ambos estaban en la sala de estar de Luke. Michael estaba recostado en uno de los sofás mientras observaba la gran vista que tenía el pent-house del rubio, mientras que Luke tenía su laptop en el regazo, a la vez que enviaba unos mails. Había trabajado desde que Jonathan se marchó, pero debió hacerlo al lado de Michael para ver que descansara y siguiera las indicaciones. Había enviado al mismo Julian a comprar los analgésicos y él había sido testigo que Michael lo tomara. El peligris no había dicho nada, se notaba aún enojado por ser rehén de Luke y estaba aún más enojado porque Luke no lo había dejado solo, sino que había estado a su lado en todo momento.