Viviré su vida

Parte 2: El cazador y la cazadora

Cuando volví a despertar, lo primero que vi fue un cielo estrellado a través de las copas de los árboles. Estaba acostado en el suelo, al lado de una hoguera y sin mi morral. Encima mío se encontraba un delgado manto de tela y tenía la cabeza sobre una bolsa de cuero, que pretendía simular una almohada (y a duras penas lo conseguía). Sentía todo el cuerpo adolorido, en especial la espalda y la nuca.

???: -¿Ya despertaste?

Sorprendido por la voz, intenté ponerme de pie rápidamente, pero volví a sentir dolor en la cabeza, esta vez mucho más fuerte que antes. Me llevé la mano a la nuca y noté que la tenía envuelta en una venda más gruesa que la que me había puesto. También me fijé en que mi ropa estaba aún más rasgada que antes.

???: -¿Estas bien? Caíste en una trampa para goblins y te golpeaste muy fuerte la cabeza cuando volviste al suelo. Tienes suerte de haber caído sobre un arbusto, que amortiguo gran parte de la caída.

Giré mi cabeza para ver quien estaba hablando y me encontré con los ojos de un hombre de más de 50, fornido y con una barba muy espesa. Su pelo era negro, aunque gran parte de él ya estaba formado por canas. Estaba sentado sobre un tronco y estaba preparando lo que parecía ser un caldo en una olla colocada sobre la hoguera. Vestía como un cazador y, a su lado, tenía un arco y un carcaj con unas cuantas flechas, muy parecido al que llevaba la chica que vi antes de desmayarme. Iba a preguntar quien era él, pero el viejo se adelantó:

???: -¿Quien eres?

Eran unas preguntas muy interesantes, porqué no sabía la respuesta de ninguna de las dos. Iba a intentar decir una excusa o a inventarme alguna cosa pero de repente dijo:

???: -Un momento... Recuerdo haber visto ese pelo en algún lugar antes... ¡Ya sé! ¿Eres el hijo de los campesinos que viven en el pueblo a las orillas del bosque, no?

- Eeeeeeeh... ¡Sí, es verdad! Ese soy yo.- contesté.

???: -¡Lo sabía! ¿Te llamas Anuar, no?

Anuar: -Sí...

Me sentí mal un momento, porque sentía que estaba robándome la identidad de otra persona, pero existía la posibilidad de que sí fuera Anuar y hubiese poseído su cuerpo. Al fin y al cabo, acababa de ver un dragón: todo era posible. Además, ¿escuche mal o dijo goblin hace un momento?

???: -¡Ja! Lo sabía.¿Y qué hacías en el bosque? ¿Buscabas recursos para tu casa?

Anuar: -Em, sí, buscaba comida. Estaba recogiendo unas cuantas bayas cuando de repente vi a un conejo y lo comencé a perseguir, hasta que caí en la trampa que mencionaste. Las bayas deberían de estar en mi morral.

???: -¿Tú morral? ¿Te refieres a esto?

Recogió algo de detrás suyo mientras hablaba y me lo arrojó. Lo atrape con dificultad, pues mi cabeza me dolía si me movía muy rápido, y me di cuenta de que era mi morral o lo que quedaba de él: estaba totalmente rasgado y adentro solo quedaba el cuchillo, que se había quedado porque había atravesado un poco el morral. Tuve suerte de no haberme herido al atraparme.

???: -Esto era lo que estaba contigo cuando te trajimos hasta aquí. Lo demás seguramente salió volando por todas partes. Y como era comida, es muy posible que ya hayan desaparecido.

A: -(Suspira) Que gran problema... Tendré que volver a casa con las manos vacías (Aunque no tengo idea de donde esta).

???: -Bueno, teniendo en cuenta que fuimos los que pusimos la trampa, me siento un poco culpable. Así que te ofreceré un trato: estos últimos días hemos tenido problemas para cazar, principalment porque soy muy viejo. ¿Qué te parece si nos ayudas un poco? Como agradecimiento y por lo que le pasó a tus cosas te daré unas cuantas frutas y carnes para que lleves a tu familia.

A: -¡Me parece un buen trato! Pero creó que primero tendría que avisar a mis padres. Y saber su nombre, porque no creo saberlo.

???: -¡Jajaja! Tienes razón. Me llamó Orien y como seguramente sabras, soy el cazador que vive dentro del bosque. Pero tengo que decirte que en verdad agradeceríamos tu ayuda.

A: -Em, me a estado molestando hace un rato pero, ¿a quien más se refiere cuando habla en plural?

???: -Se refiere a mí.

Volteé a ver hacia el lugar donde se origino la voz, que era enfrente de Orien, al otro lado de la fogata. Allí se encontraba una chica de cabello de color dorado, peinado en una cola de caballo, y vestida como cazadora igual que el viejo. Parecía muy joven como para cazar, pues aparentaba tener 13 o 14 años, pero se veía que era muy hábil con el cuchillo, pues estaba cortando un conejo a una velocidad bastante increíble. Su piel estaba un poco mal cuidada, pero se veía a simple vista que crecería para ser una mujer hermosa. Sus ojos verdes reflejaban la luz de la fogata, dándole la apariencia de ser una cazadora con mucha experiencia (y quizás si lo fuera).

A: -Un momento... ¡Tú eres la chica que vi antes de salir volando!

Orien: -Oh, veo que la recuerdas. Ella es mi nieta, se llama Juana, aunque prefiere que la llamen Jana. Vive conmigo desde que sus padres se fueron y la he estado enseñando a cazar. Jana, saluda a Anuar, posiblemente trabaje con nosotros por un tiempo.

Jana: -(Fríamente)Hola. Espero que puedas ayudarnos.

A: -Hola, es un gusto conocerte. (Por alguna razón, parece que no le caigo muy bien).

O: -Bien, ya que ahora todos nos conocemos y el caldo ya esta listo, creo que ya es hora de que comencemos a comer. Mañana nos tenemos que despertar temprano para aprovechar el día. Lo primero que haremos sera regresar a nuestra casa para darte nueva ropa, que la que llevas ya no te sirve. Luego te acompañaremos al pueblo y mientras hablas con tus padres, nosotros iremos a vender y comprar unas cosas. Ya hablaremos después con más detalle, pero por ahora comamos.

A, J: -Okey.

Luego de comer, nos fuimos a dormir: ellos se metieron en unos sacos de dormir que llevaban en sus mochilas mientras que yo me acosté en el mismo lugar donde me desperté. Y así fue como pasó mi primer día con este nuevo cuerpo.