Viviré su vida

Parte 14: Cambio

Cuando regresé a casa, me recibió Ino y después de saludarla le pedí que fuera a buscar a madre que, según me había dicho, había salido para visitar a unos vecinos. Mientras las dos estaban fuera, grité para avisarle a mi padre que había vuelto y antes de subir a verlo, me dirigí al almacén para dejar algunas cosas que había obtenido y para preparar las bayas Cerezul que quería darle. 

Cuando termine de hacer esas cosas, subí y le di la medicina. Mientras la consumía, pues ya se había recuperado lo suficiente como para comer y beber por si solo, me puse a pensar en que es lo que podía hacer para poder "asistir" a las clases de magia del mago que había llegado al pueblo. Como no se me ocurría nada, decidí discutir el tema con mi padre.

A: -¿Sabes sobre el mago que contrataron los Ulknos?

P: -Claro, hace ya tiempo que lo anunciaron a todo el pueblo. ¿Por qué lo pregunta?¿Llegó hoy?

A: -Sí, lo vi cuando estaba caminando de regreso a casa. Llego a la plaza central y estuvo allí hasta que vinieron a recogerlo los Ulknos. ¿Tan importante es?

P: -Claro que lo es. Pertenece a la familia del Ave de Fuego, una familia muy famosa de magos que se especializan en magia de fuego. Aunque según los rumores, pertenecen al grupo de magos que creen que la magia es solo para los nobles.

A: -¿Hay otro grupo que no piensa así?¿Puedo aprender magia de ellos?

P: -Sí existe, pero solo le enseñan a las personas que logren pagar sus estudios o que tengan un gran potencial para dominar la magia. En tú caso, no tenemos el dinero y dudo mucho que tengas talento. No conozco a nadie de nuestra familia que se haya podido volver mago, pues ninguno a tenido la oportunidad.

A: -(Al menos, eso significa que si puedo tener talento, pero jamás se ha probado) Que pena. Me encantaría haber tenido la oportunidad de haber aprendido magia.

P: -Jajaja, sería un milagro que lo lograras. Aunque apostaría que si Ino tuviera la oportunidad, quizás pueda lograrlo. Según sé, sus padres tenían familiares que fueron aprendices de magos.

A: -(Oh, así que Ino si puede tener talento para la magia) Aún así, me gustaría intentarlo.¿Conoces alguna manera que pueda usar para infiltrarme en la casa de esos nobles?

Cuando dije eso, mi padre dejó de reírse y me miro con seriedad. Parece ser que acababa de decir algo peligroso.

P: -¿Sabes lo que estás diciendo?Si te llegan a escuchar, podrías meterte en muchos problemas. Y si lo intentas y te descubren, puede que te maten.¿Por qué quieres tanto aprender la magia?

A: -Porque necesito aprender magia si quiero tener la fuerza para defenderos.(Aunque en realidad, solo tengo curiosidad porque no existía en mi antiguo mundo).

Una vez dije eso, padre puso una cara de sorpresa, para luego entrecerrar los ojos y suspirar.

P: -Desde que desapareciste por unos días y volviste, notamos que dejaste de comportarte como eras antes. Si no fuera por que es imposible, creería que el alma de otra persona ha tomado control de tu cuerpo...

A: -(Seriedad absoluta. Sudado al igual que alguien en su primera entrevista de trabajo cuando le piden que hablé en alemán durante el resto de la entrevista, porque puso en su curriculm  vitae que podía. Pero sabe perfectamente que era una mentira) ...

P: -... pero la única conclusión lógica a la cual puedo llegar es que te ocurrió algo en tu pequeña aventura y decidiste cambiar. Y como tu padre, me alegro por eso, aunque también estoy preocupado. ¿Estás seguro de que quieres infiltrarte en la casa de los Ulknos? Una vez lo hagas, puede que ya no haya marcha atrás.

Tenía razón. Si de repente el niño que recibía bullying por parte de todos los demás niños del pueblo decide aprender magia y para lograrlo, tiene pensado infiltrarse en la mansión donde vive el noble que le arruinó la vida, sin lugar a dudas cambiara totalmente el concepto que los habitantes del pueblo tienen de él. De ser el más tonto del pueblo, se convertirá en el más tonto de la comarca. Pero ese era el precio a pagar si quería volverme más fuerte.

A: -Estoy seguro. Ya no quiero continuar con la vida que tenia antes. Cambiaré y me volveré lo suficientemente fuerte como para cambiar mi destino.

P: -(Sonriendo) Si estás tan seguro, tendré que ayudarte. Pero tendrás que prometerme que si no logras nada durante el primer mes, tendrás que dejar de "visitar" a esos nobles.

A: -Lo prometo (con suerte y con mis conocimientos, una clase podría ser suficiente).

Una vez acepte el trato que me ofreció, me empezó a contar sobre una manera en la cual podría recibir las clases de magia. Según mi padre, la mansión donde vivían los Ulknos fue, durante mucho tiempo, un lugar que usaría la familia del duque Orizon para protegerse. Por esa razón, la mansión tuvo diversas entradas y salidas secretas que, una vez los nuevos inquilinos llegaron, fueron tapadas, porque sentían que eran peligrosas. Pero como no tenían suficientes recursos, solo se taparon las entradas y salidas de la mansión. El resto de los pasadizos era utilizable.

Mi padre me contó que, durante su niñez, encontró varios de estos y exploró algunos. Si bien la mayoría de ellos eran inútiles, todavía existían algunos que dejaban ver lo que ocurría dentro de la mansión y en el jardín. Así que se puso a contarme por donde podía acceder a estos pasadizos.

Esa misma noche, después de cenar con mi familia, salí a confirmar las entradas que me había contado. Algunas ya no existían, mientras que otras se habían convertido en guaridas para algunos animales, pero logré encontrar aquellas que usaría para ir a mis clases. Una vez confirme el camino que utilizaría en la mañana, volví a casa y entre en silencio, ya que todos deberían estar descansando.

Me acosté en mi cama e intenté dormir, pero no lo logré por un rato. Me sentía como un niño que iba a ir a la escuela por primera vez. Solo que yo iba a aprender magia.