Parte 7: Primer contacto

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A la mañana siguiente, con el sol entrando por la ventana, pude apreciar como era el cuarto del anterior dueño de este cuerpo. Era pequeño y estaba bastante ordenado, aunque no era algo difícil de hacer ya que casi no había nada. Se podía observar un pequeño armario dónde cabían todas las ropas que poseía (todas similares y de la misma calidad), además de una pequeña mesa con la lámpara y un taburete. En una paret, se encontraba una espada de madera recostada contra ella, al lado de la puerta. La cama, donde me encontraba, estaba al lado de una pequeña ventana circular. Ve vestí y revisé profundamente la habitación para ver si encontraba algo más, pero parecía que no escondía nada. Bajé a la cocina para tomar mi desayuno y en ella pude ver a mí madre y a Ino, que ya estaban desayunando.

M: -Buenos días, hijo. Tu desayuno ya está servido. Mientras terminas, iré arriba a darle el desayuno a tu padre y a cambiarle los vendajes. Una vez termine, comenzaremos a preparar las cosas que necesitaras para tu nuevo trabajo.

Dicho eso, subió con padre, dejándonos a Ino y a mí solos. Voltee para verla y vi que estaba totalmente nerviosa. Vi como reunia valor y de repente me miró a los ojos con los suyos llenos de esperanza y me dijo algo que casi hace que me golpee la cara.

I: -(Nerviosa)B-buenos días, hermano.

A: -(Aguantando las ganas de gritarle al antiguo dueño del cuerpo) Sí, buenos días, hermana. (¿Pero cómo demonios la había tratado antes para que tenga que reunir valor para decirme "buenos días"?¿Pero en qué estaba pensando?¿Cómo no puedo entender lo linda que es?)

Una vez que escuchó que la había vuelto a llamar hermana, vi como toda su cara se movía con tal de expresar al máximo el sentimiento llamado alegría. En serio tenia ganas de golpear al verdadero dueño del cuerpo.

Habiendo terminado de desayunar, ayudé a Ino a lavar y recoger la cocina, y una vez habíamos acabado, madre bajó para ayudarme a prepararme para ir con el cazador. Según lo que habíamos quedado, trabajaría con ellos por seis días a la semana (en este mundo, las semanas siguen teniendo 7 días, pero todos los meses tiene solo 28 días, siendo un año 12 meses o 336 días), en los cuales ellos me darían de comer y me prestarían una habitación, por lo que solo necesitaría llevar mi ropa. Terminamos de preparar todo un poco antes de mediodía, por lo que solo tuve tiempo de despedirme de todos y garantizarles que volvería dentro de seis días.

Salí solo hacia la plaza central, pues madre tenía que ir a su trabajo e Ino tenia que quedarse a cuidar de padre. Durante el camino, pude sentir las miradas de desprecio de los demás jóvenes del pueblo, hasta de los que eran menores que yo. Solo los adultos me miraban de manera diferente, con un sentimiento que pude identificar como pena y culpa. Llegué a la plaza, que ha estas horas estaba bastante vacía, y me dispuse a esperar a los cazadores debajo de un árbol que había en el centro cuando de repente apareció el causante de los diversos males que le ocurrían al pueblo y a mí.

???: -Vaya, vaya. Parece que el insecto pudo salir del bosque.

Hacía mi se dirigían dos personas, un niño un poco mayor que yo, quizás de 15 o 16 años, y un hombre adulto que se tenia que encontrar a principios de los 30. El chico tenía el pelo de color gris y tenía unos ojos de color morado. Sus ropas parecían caras y llevaba algunos anillo que parecían tener gran valor. No hacía falta ser un genio para saber que él era el tan "famoso" hijo de los nobles Ulknos, conocido como Roberto Ulknos. Su cara era de gran belleza, pero aquí hace falta remarcar algo. Desde mi punto de vista como alguien de otro mundo, aquí todos son hermosos, incluyéndome. Desconozco el porque, pero puede ser que la magia este relacionada, de tal manera que cualquier humano de este mundo pueda ser considerado un símbolo de la perfección en mi antiguo mundo. Es verdad que se puede notar que hay personas que són mejores que otras, pero para mí todos se ven bien, incluyendo el matón que va al lado de Roberto. Era calvo y musculoso, llevaba la típica ropa de cualquier bandido en un mundo de fantasía y tenía colgada en su espalda una hacha de dos manos.

R: -¿Cómo es que este insecto sigue vivo, Gonzalo?¿No te dije que no lo quería volver a ver?

G: -Lo siento, señorito. Parece ser que se le da muy bien aguantar las caídas.

A: -(Así que ellos fueron los que mataron al dueño de este cuerpo. Parece que tendré que sobrevivir hasta que sea lo suficientemente fuerte para vengarme. Por ahora, tendré que lograr mantener mi vida por cualquier medio)(Sarcásticamente)¿Qué se le ofrece, "señorito"?

R: -(Sin notar el sarcasmo)Oh, vaya. Parece que al menos la caída sirvió para volver a poner lo que te queda de cerebro en su lugar. Iba a ordenar que te golpearan de nuevo, pero hoy tengo cosas que hacer así que te perdonare si me lames los pies.

A: -Lo siento, "señorito", pero me temo que no puedo hacer eso.

R: -(Empezando a enojarse) Oh,¿te atreves a desobedecerme?¿Acaso la caída también hizo que olvidaras lo que pasa cuando alguien me desobedece?

A: -(Todo por sobrevivir) No es eso, "señorito". Es que cuando sufrí es caída "accidental", perdí todos mis alimentos, así que tuve que comer los "restos" de ciertos seres para poder volver hasta aquí. Todavía no he podido lavar mi boca y dudo que quiera que ensucie sus pies con mi lengua teniendo en cuenta que he comido.

R: -(Con cara de asco) Sí, tienes razón. Te dejare ir esta vez, pero solo porque siento pena de ti. Eres un ser tan repugnante que tienes que vivir de comer los restos de los demás, hasta lo de los animales. Tiene sentido, pues eres un insecto repugnante.

Una vez dijo eso, se fue hacia el gremio con su matón, dejándome solo y con la gente que había oído su conversación mirándome con asco. Entre ellos, pude ver a Orien y a Jana, que parecía que acababan de llegar, y me dirigí hacia ellos.

Viviré su vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora