Parte 38: Aventurero de bronce

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- ¡Bien, acertaste el golpe! ¡Haz logrado pasar las pruebas!

Una vez Miki confirmó mi victoria, quité mi daga de su cuello y bajé de su espalda. Al final, mi plan había tenido éxito. Aprovechando de nuevo que el garrote tapaba su visión, me acerque de nuevo a él a toda velocidad. Pero esta vez, en lugar de atacar por los lados, me deslicé debajo suyo y lo ataque por la espalda.

Era un movimiento que no serviría en un combate contra otro humano, pero Miki era mucho más grande que yo y me era posible aprovecharme de eso. Lo demás solo fue saltar a su espalda en el momento adecuado y poner la daga en su cuello.

Aunque sin lugar a dudas era un aventurero experimentado porque su mano ya estaba en camino de tirarme con un agarre. Que seguramente sería muy doloroso.

Me puse a recoger mis armas (todas las flechas habían quedado inservibles) y, mientras estaba en ello, Miki siguió hablando.

- Respondiste correctamente a todas las preguntas y con este combate, queda claro que tienes las habilidades mínimas para enfrentarte contra un bandido y salir victorioso. No veo ninguna razón por la que no pudieras ser un aventurero.

- Gracias, pero ¿a que te refieres con bandido? - le pregunté una vez había dicho eso. ¿No se supone que le había ganado a un exaventurero?

- Oh... ¿creías que ya habías ganado? -. Dicho eso, tomó una de las dagas de las que había en el muro y paso su filo por su dedo. Para mi sorpresa, no se produjo ningún corte.

- El tener un poco de sangre de gigante no solo me hace más alto y más fuerte, también hace que mi piel sea más dura. Aunque me hubieras puesto la daga en el cuello, si no tuvieras la fuerza suficiente, no habrías logrado hacerme nada. Pero no tienes que preocuparte. Tus habilidades son suficientes para ser considerado un aventurero.

Nueva lección aprendida: siempre tener la guardia alta cuando te enfrentas a alguien desconocido, porque podría tener más sorpresas de las que esperas. Si esto no hubiera sido una batalla de prueba, posiblemente hubiera tenido que utilizar magia para ganar (o sobrevivir). De ahora en adelante, tendría que ser más cuidadoso si quería seguir viviendo como Ti Zoe Tou sin utilizar magia.

- ¿Eso significa que ya soy oficialmente un aventurero?- pregunté.

- Correcto, felicidades por tu logro. - me contesto María mientras me sonreía. Una vez terminamos de pelear, ella había vuelto a entrar en el gremio, volvió a salir cargando unas cosas y se dirigió hacia nosotros. - Desde que te recomendó Gloria, ya esperaba que lograrías pasar las pruebas para ser un aventurero sin ningún problema, por lo que me tomé la molestia de preparar las cosas que te tendría que dar desde ese momento. -. Justo como me había imaginado desde el momento en que la vi, ella era el tipo de persona que era eficiente con su trabajo.

- Primero, te pediré que llenes este papel de información. Tendrás que poner el nombre por el cual quieres ser reconocido por el gremio de aventureros, tus especialidades para que podamos saber que trabajos especiales podemos encargarte y la dirección a quien debemos avisar si te pasa algo.

- ¿Es necesario lo último? 

Si fuera a registrarme como Anuar, pondría la dirección de la casa de mis padres. Pero ahora mismo quería mantener mi identidad en secreto y no tenía un lugar donde mandar ese aviso.

- No, no es necesario. Además, en tu caso, avisaría a Gloria si te pasara algo, así que no tienes que preocuparte. 

Una vez dijo eso, comencé a llenar los otros puntos. Como cabría esperar, sería conocido como Ti Zoe Tou y como especialidades, puse que era hábil con el arco y la daga, además de tener experiencia en la exploración y en la caza de monstruos. Casi parecía que estuviera haciendo mi currículum vítae. Llegado a ese punto, me asalto una duda.

- ¿Qué pasa si no escribo toda la información?

- Absolutamente nada. Mejor dicho, normalmente nadie escribe todas sus habilidades. La función de este papel es solo facilitar el trabajo para el gremio, podemos entender perfectamente que los aventureros quieran guardar algunas de sus habilidades por si las fueran a necesitar.

- Entonces ya he acabado de completar el papel.

- Perfecto. Entonces, lo que sigue es esto. - dijo María, tras lo cual sacó un pequeño trozo de bronce que tenía un pequeño hilo para colgarlo en el cuello. Me lo dio y en el pude ver gravado mi nombre por un lado y, al otro lado, había gravado una insignia que representaba un escudo y dos espadas cruzadas, justo como la insignia que colgaba a las afueras del gremio.

- Lo que te acabo de dar será tu identificación como aventurero. Tiene una estampa única del gremio de aventureros, por lo que servirá para que te puedan identificar en cualquier lugar donde haya un gremio. También sirve para saber tu rango. En tu caso, eres el rango más bajo, el aventurero de bronce. Con el cumplimiento de diversas misiones y pasando otras pruebas que te pondrá el gremio, podrás subir tu rango, que se dividen en bronce, acero, plata, oro y mithril. 

- Ya veo. Entonces, supongo que ya no hay nada que tengas que decirme.

- Bueno, sobre tu entrada al gremio de aventureros, no tengo más que decir. Todavía tengo que explicarte como aceptar la misiones y los castigos y premios que estas conllevan, pero son cosas que ya te explicare cuando vayas a aceptar tu primera misión. Pero, teniendo en cuenta mi amistad con Gloria, te diré que actualmente hay una misión que deberías elegir llevar a cabo. El señor Ulknos ha hecho un llamado de reunir a todos los aventureros posibles con tal de escoltar una caravana que partirá mañana en la mañana, en dirección a Morni. La paga total será de dos de plata y podrá ser aumentada. Además, para los aventureros de bronce como tú, es una gran oportunidad para demostrar su valía e intentar subir de rango. Sería una pena que desperdiciaras tu tiempo con misiones de rango bajo cuando ya tienes la capacidad de ser un aventurero de acero.

Aunque no me lo hubiera dicho, yo se lo habría preguntado. Pero al parecer ya no tendría que hacerlo, por lo que solo me quedó aceptar. 

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