Parte 60: Encuentro con Liam

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Entré a la habitación y me acosté en la pequeña cama que había en uno de los lados. En el tiempo que había pasado desde el fin del duelo, había llegado a aprender muchas cosas. Aparte de haberme unido a la familia Groundturtle, había confirmado mis sospechas de que se estaba librando una pequeña pelea entre los nobles. 

Sabiendo eso, decidí que lo mejor sería involucrarme lo menos posible en el asunto. No solo porque el asunto parecía ser peligroso, teniendo en cuenta que seguramente llegaría a encontrarme personas tan fuertes como Berna o magos tan poderosos como Josefin, sino porque solo sería complicarme la vida. 

Si bien se supone que están luchando por eliminar la esclavitud, dudo que el motivo principal de hacerlo sea defender los derechos de todos los individuos. No es difícil imaginar que en un mundo como este, donde las personas siguen siendo la fuente principal de mano de obra, los esclavos sean un mercado que produce grandes cantidades de dinero. Así que, si es verdad que están intentando eliminarlo, debe haber un motivo de gran magnitud. Y cuando hay motivos como esos, solo pueden existir un montón de problemas. Yo ya había vivido un vida y no pensaba usar esta para meterme en problemas. Tampoco es que fuera un héroe, así que no veía porque razón debería meterme en un embrollo como ese. Aunque, si alguien me ofrecía alguna buena recompensa, quizás tuviera que pensármelo un poco más. Al fin y al cabo, si mi plan era viajar por este mundo, debería poder pagar de alguna forma mis comidas.

Por otra parte, Guillermo comentó algo sobre batallas en el norte. Tristemente no me contó nada más, pero solo el hecho de que se estén produciendo combates en norte significa que, una vez resuelva el problema con los Ulknos, comenzaría mi viaje en dirección al sur. ¿Qué tipo de persona buscaría meterse en problemas cuando ya ha experimentado la muerte un vez?

Mientras pensaba en esas cosas, unos sirvientes llegaron para servirme algo de comida. Una vez la dejaron sobre una mesa y confirmaron que no necesitaba algo más, antes de salir de nuevo, me pidieron que les diera las cosas que había usado en el duelo para que pudieran darles mantenimiento. Porque al final, por la forma en la que se desarrollaron las cosas, no tuve tiempo de devolverles las cosas que utilicé. Así que una vez se las entregué, se fueron y yo me quedé de nuevo sin ningún arma ni una armadura.

Comí lo que me habían llevado, que resulto tener un sabor bastante bueno, y una vez acabé, decidí que debía intentar descansar un poco. En los últimas horas, había usado mis canales de mana bastantes veces y ya hacía tiempo que me encontraba en el límite de mi resistencia. Así que, viendo por la pequeña ventana que el sol ya se estaba ocultando, decidí irme a dormir, pues no sabía cuanto tiempo duraría el tratamiento de Liam y realmente no tenía pensado esperar despierto toda la noche.

Al día siguiente, me levanté con la llegada de unos sirvientes que venían para ofrecerme un desayuno. Era el segundo día que estaba en Morni y, si no quería que Ino saliera en mi búsqueda, tenía que iniciar mi viaje de regreso mañana. Teniendo en cuenta eso, debería intentar hablar con el conde hoy con el fin de saber si podría ayudarme a resolver el problema que tenía con los Ulknos. El problema era que actualmente se encontraba al lado de su hijo y no estaba seguro de cuanto tiempo podía durar el tratamiento. En el peor de los casos, tendría que volver al pueblo para decirle a Ino lo que había pasado antes de volver a dirigirme a Morni.

Pero por suerte para mí, un poco después de haber acabado de desayunar, Guillermo vino para decirme que el conde quería hablar conmigo. De esa manera, salimos en dirección al despacho de nuevo.

Cuando me volví a encontrar al conde, pude ver que su humor había mejorado bastante. La primera vez que lo conocí, noté que se encontraba estresado y se veía bastante cansado. Ahora, si bien seguía viendo ojeras debajo de sus ojos, también noté como sus labios no dejaban de formar una pequeña sonrisa.

- ¡Anuar, déjame agradecerte de nuevo! - dijo el conde con gran alegría. - Gracias al corazón que trajiste, mi hijo ha podido recuperarse rápidamente durante el transcurso de la noche. Si bien todavía no es recomendable que se levanté de la cama, ya se encuentra en un mejor estado y ya no tiene que sufrir los efectos del veneno. Te llamé aquí porque mi hijo, una vez supo que tu habías sido quién había traído el corazón que fue utilizado par curarte, quiso conocerte. Así que, si no tienes algún inconveniente, me gustaría pedirte que fueras a hablar con él.

- No se preocupe. Será un placer para mí ir a conocer a su estimado hijo.

- Bien, me alegra que no haya ningún problema. Puedes estar con él todo el tiempo que sea necesario. Mientras tanto, mi esposa y yo iremos a descansar un poco. Desde que fue envenenado, no hemos podido dormir tranquilamente. Después de comer, nos volveremos a encontrar con tal de discutir sobre tu recompensa. 

Una vez acepté su propuesta, comenzamos nuestro viaje a la mansión donde se encontraba su hijo. No se encontraba muy alejada de la fortaleza, por lo que no fue necesario tomar un carruaje. Su aspecto era similar a la típica mansión que me había imaginado que tendría un noble. Sin lugar a dudas, comparada con la fortaleza donde nos encontrábamos antes, la mansión daba la sensación de ser un lugar mucho más acogedor. 

Una vez entramos por la puerta principal, nos encontramos con unos sirvientes. En ese momento, el conde Gustavo se despidió y se dirigió a su habitación para descansar hasta la hora de la comida, no sin antes encargar a uno de los sirvientes que me llevara a la habitación de su hijo. 

Siguiendo sus ordenes, el sirviente me llevó al segundo piso. Durante el camino, pude ver la entrada a una habitación llena de libros. Decidí que intentaría preguntar si podía intentar hojearlos. Aunque realmente no estaba seguro de si podría leer las palabras de este mundo. Nos detuvimos ante una puerta no muy lejana a la habitación de los libros y, después de que el sirviente avisara de mi llegada, procedí a entrar para conocer a Liam.

Viviré su vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora