Parte 55: Duelo con Berna

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Apenas había logrado usar mis dagas para bloquear parte del golpe pero aún así fue lo suficientemente fuerte como para provocar que volara unos metros. Logré caer sobre mis pies pero mis brazos quedaron totalmente entumecidos.

- Mmm... Tus reflejos son bastante buenos, al igual que tu velocidad. Pero no son suficientes para derrotar a un orco y menos a mí.

Berna era, para mi mala suerte, tan fuerte como un orco y mucho más inteligente que uno de estos. Ni siquiera tuvo que preocuparse por las flechas. Mientras que un orco quedaría totalmente distraído con estas, Berna balanceó el garrote con tal de bloquear las tres flechas y encima lograr atacarme.

En otras palabras, derrotarlo sería más difícil que derrotar a un orco normal. Y aunque eso significaría que para pasar la prueba debería ser más que capaz de cazar a un orco, tenía sentido. Al fin y al cabo, con tal de conseguir el corazón de un orco tenías que abrumarlo de tal manera que no pudiera entrar en su estado de furia ya que entonces el corazón ya no se podría obtener.

Volviendo al duelo, ese solo intercambio me hizo darme cuenta de que sería imposible acorralarlo sin usar magia. No solo era más fuerte que yo, sino que seguramente tenía mucha más experiencia y práctica. Si me ponía a luchar con él sin magia, era imposible que lograra pasar la prueba y eso provocaría que mi plan de conseguir ayuda del conde se volvería un sueño improbable, ya que acabaría siendo relacionado con las emboscadas. Aunque al final descubrieran que era inocente, no podrían confiar en mí, así que mi única salida era ganar el duelo.

Y usar cualquier magia tampoco serviría. Aún y con el refuerzo corporal, solo acabaría alargando la batalla. Mi fuerza apenas lograría igualar a la suya y posiblemente acabaría perdiendo por falta de experiencia y habilidad.

Tampoco sería inteligente usar la magia de fuego o la de agua. La primera porque podía existir alguna relación entre los practicantes de esta y las emboscadas. En la última de estas había sido atacado por un mago con bolas de fuego, por lo que si al final relacionaban la magia de fuego con las emboscadas sería tonto de mi parte mostrar que soy capaz de usarla. Y entonces recordé que no sabía usar ninguna clase de magia de fuego... ¿por qué estaba pensando en cosas que no tenían nada que ver con mi situación?

- ¿Qué haces ahí parado? Si no vas a hacer nada, atacaré yo.

Después de ver que no me había vuelto a mover por un tiempo, Berna decidió comenzar a moverse en mi dirección. Y con ello, mi tiempo para pensar profundamente había llegado a su fin. Tendría que buscar una solución mientras me defendía de los ataques que me iba lanzando.

Por lo mientras, le disparé unas cuantas flechas con tal de dificultar su acercamiento y ganar tiempo para actuar. Él las bloqueó fácilmente con ayuda de su garrote pero al menos sirvió para que reduciera su velocidad.

Sabiendo que en una lucha cuerpo a cuerpo no saldría ganando, decidí por lo mientas alejarme de él. Mientras estaba en ello, continué pensando en si debería usar magia o no. Magia de agua no podía ser porque Ino ya había aprendido a utilizarla. Para evitar problemas, había decidido que Ino explicara que podía usar magia debido a que sus padres, que habían sido aprendices de mago, le habían enseñado las bases y ella había continuado desde allí. 

Y sobre las otras cosas como el refuerzo corporal o la esfera de bosones, era mejor no utilizarlos. Como seguía sin saber muchas cosas relacionadas con los magos en este mundo, especialmente si había alguna magia característica de una sola familia o magias prohibidas, era mejor que solo me centrara en utilizar magias relacionadas con los elementos básicos que había escuchado de Fogon Firebird: fuego, viento, agua y tierra. Debido a eso, la única opción que podía usar ahora era la última, la magia de tierra. Y justo cuando había acabado de decidir que iba a hacer, Berna me alcanzó.

- Ya llevas corriendo un buen rato. Dudo que tu plan para cazar a un orco haya sido cansarlo en una persecución así que, o muestras tu verdadera capacidad, o tendré que acabar con esto rápidamente. 

Tras decir eso, Berna levantó el garrote y se preparó para lanzar un golpe vertical con toda su fuerza. Y entonces lancé un Pico de tierra enfrente suyo.

Sorprendido, se movió a un lado lo más rápido que pudo, esquivando el ataque por poco. Pero yo ya estaba preparado y comencé a atacarle con las dagas lo más cerca posible de él, evitando que pudiera usar el garrote para alejarme o defenderme.

Con eso pude confirmar que realmente era mucho más hábil que yo. Aún y cuando atacaba sin dejarle ningún momento para descansar, él logró esquivar la mayor parte de los golpes y, los que lograban tocarle, solo hacían algunos rasguños en su armadura.

Viendo que no podía continuar de esa manera, Berna tomó el garrote con solo una de sus manos y, con el brazo libre, intentó golpearme. Salté hacia atrás para esquivarlo, cosa que el aprovechó para volver a tomar el garrote con las dos manos para poder mandarme a volar de nuevo. Pero, claro esta, no iba a dejar que lo lograra. La experiencia no me había gustado realmente. 

Provoqué otro Pico de tierra cerca suyo, pero solo para llamar su atención. Controle el mana con tal que el agujero que se había formado al salir el pico acabará debajo de uno de los pies de Berna. Esto provocó que tuviera que usar una de sus manos para equilibrarse y aproveché para, por medio de dos Picos cruzados, inmovilizar el garrote que sostenía con la otra mano.

Finalmente, creé más Picos rodeándolo por todas las direcciones, con el fin de inmovilizarlo. Viendo que estaba rodeado, se preparó para romper los Picos con fuerza bruta, pero para entonces la punta de una flecha ya es estaba apuntando a su cabeza.

- Creo que gané el duelo. - me burlé.

- ¿Quién iba a pensar que vería a un mago de mi familia aquí? - contestó una voz de mujer.

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