Parte 54: Sospechoso

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Bueno, era la reacción que me esperaba. Si me ponía en sus zapatos, realmente sería sospechoso que, después de haber perdido el corazón de orco tras ser emboscados dos veces por un grupo no identificado, apareciera un aventurero desconocido y enmascarado ofreciéndoles otro corazón. Realmente, lo extraño sería que no sospecharan nada.

Aún y que entendía su actitud, sentir sus miradas llenas de sospechas y como si pudiera ser una amenaza no era algo agradable.

- Qué gran coincidencia. Acabamos de perder exactamente eso y de repente aparece alguien ofreciéndonos otro. ¿Quién eres exactamente? ¿Qué relación tienes con las emboscadas?

La persona quien habló fue el hombre vestido con armadura. Sin lugar a dudas era el encargado de proteger al conde porque, una vez dije mis palabras, acerco su mano a su espada y se puso enfrente del conde para protegerlo de cualquier amenaza. Bueno, era hora de intentar aclarar las cosas antes de que se complicaran más.

- Para empezar, no tengo ninguna relación con las emboscadas. Soy solo un aventurero que fue contratado para proteger la caravana en su camino desde el pueblo hasta Morni. Prueba de ello es el hecho de que haya eliminado a algunos de los emboscadores. Si fuera verdad que perteneciera a su grupo, no tendría mucho sentido lo que he hecho. 

- A menos que buscaras ganarte nuestra confianza, lo que te volvería alguien capaz de matar a sus compañeros con tal de lograr un objetivo. - contestó el caballero, que por alguna razón me comenzaba a caer mal.- Si dices que no tienes nada que ver con su grupos, ¿cómo explicas que tengas un corazón de orco, el material que necesitamos justamente ahora? ¿Quién te contó que requeríamos uno?

- Nadie me lo contó directamente pero escuché a diversas personas comentar que los soldados de Morni estaban buscando un corazón. Así que decidí que podía ser buena idea ir al bosque a conseguir uno, exactamente este que pueden ver en mis manos.

- Oh, ¿estás diciendo qué tú solo fuiste al bosque, capturaste un orco y conseguiste su corazón?

- Sí. - por alguna razón, la sonrisa burlesca en la cara del caballero no me gustaba. ¿Acaso había dicho algo equivocado?

- Ya veo. Se me ocurre una manera de saber si lo que estas diciendo es verdad o no. Teniendo en cuenta que sería bastante lento confirmar tu identidad con ayuda del gremio de aventureros, lo mejor será que te ponga a prueba. Teniendo en cuenta que afirmas ser capaz de derrotar a un orco por ti solo, no debería tener problemas en una lucha contra mí. Si logras acorralarme mientras lucho con un garrote al igual que los orcos, aceptaré que tiene las capacidad de derrotar a un orco por ti solo y que probablemente no tienes nada que ver con las emboscadas. Pero si fallas, me temo que tendrás que aceptar ser interrogado.

En otras palabras, el hombre con armadura me estaba ofreciendo una oportunidad para demostrar la veracidad de mis palabras mostrando que mi habilidad para pelear era lo suficiente como para poder haber conseguido el corazón de orco por mi mismo. Una prueba no muy "civilizado" pero, sin lugar a dudas, sería más sencillo y entretenido que discutir con argumentos. Aunque me preocupaba el hecho de que haya sido él el que haya ofrecido esta opción. Sin lugar a dudas, debería tener confianza en su fuerza.

Aún y así, esta prueba también me serviría para mostrar al conde mi fuerza y habilidad. Si acababa captando su interés, podría serme más fácil el recibir su ayuda para resolver el problema con los Ulknos. Así que acepte.

Ya que no teníamos más que decir, salimos de la sala y nos dirigimos hacia el patio donde había llegado junto a los demás soldados. El corazón lo había vuelto a guardar en la bolsa ya que no parecía que lo fueran a aceptar hasta que mi identidad fuera confirmada. El hecho de que nadie había intentado robármelo me servía para confirmar que el conde era una persona con valores.

 Una vez en el patio, me ofrecieron distintas armas para que pudiera usar en el duelo. Las mías seguían estando en mal estado por lo que no podría usarlas. Pero me enviaron mi armadura, que si habían conseguido limpiar.

Al final, las armas que decidí tomar fueron dos dagas y un arco corto con algunas flechas. Era una pena el hecho de que no pudiera usar mi ballesta ni prepara trampas pero no creía que fueran realmente necesario. Como mucho, solo provocaría que la batalla se alargara.

Lo que si me preocupaba era el hecho de si debía usar magia o no en el combate. Era seguro que el conde, siendo de un nivel de nobleza mayor al del barón, conociera y tuviera alguna relación con algún mago. Y como ya había comprobado en la segunda emboscada, otra persona que usara el mana podía identificarme sin ningún problema. Pero algo me decía que, si no la usaba, me vería en problemas. Si el caballero era lo suficientemente fuerte como para compararse con un orco, teniendo en cuenta que había derrotado a estos últimos con el uso de trampas y magia, podría estar metiéndome en un asunto complicado.

Al final, decidí que solo usaría alguna magia si me veía en problemas. Al fin y al cabo, hacia poco que había usado bastante mis canales de mana y todavía no se habían recuperado del todo.

- Veo que estás listo. Antes de empezar, creo que sería buena idea presentarnos. Yo soy Berna, el actualmente primer caballero de la casa conde Horizon.

- Mi nombre es Anuar, aunque como aventurero se me conoce como Ti Zoe Tou. -. Ya que mi cara ya había sido mostrada, solo sería cuestión de tiempo antes de que conocieran mi nombre por lo que no había ningún problema con decirlo desde antes.

- En ese caso, Anuar, dejaré que tengas la oportunidad del primer movimiento. Espero que sea un duelo entretenido. 

Dicho eso, se quedó de pie con el garrote en el hombro, esperando mi ataque. Ya fuera que me estuviera subestimando o no, decidí aprovechar para lanzarle unas cuantas flechas mientras me acercaba. Viendo que las bloqueaba con el garrote, aproveche la oportunidad para atacarle por la espalda con mis dagas.

Pero antes de que pudiera reaccionar, salí volando tras recibir un golpe con el garrote. Me di cuenta de que sería una batalla difícil.


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