Capítulo 53: Cuando sale el dragón.

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Dos días después Ji Yong fue llamado por su manager, debía ir a Seúl por orden de su agencia ya que habían programado una sesión fotográfica para él y los chicos. Intentó postergarla, ya no quería regresar a Seúl y dejarme sola, pero no había opción, era imposible cambiar la fecha y eso lo frustraba enormemente, ya que estaba fuera del alcance de sus manos manejar a su gusto la situación.

Después de preparar todo para su viaje me fue a dejar al hospital, mi turno comenzaba a las tres de la tarde y terminaba a las once de la noche, mal momento para quedarme sola, ya que quería aprovechar las horas del día con él, pero no podía hacer nada mas que aceptar las circunstancias y hacer todo como tenía planeado desde el comienzo, sola.

Antes de bajar de su auto me dió algunas instrucciones y consejos durante su ausencia, por otra parte me pidió que lo esperara para hacer la prueba, ya que quería estar presente para ver los resultados.
Realmente me intrigaba su actitud, a veces lo sentía emocionado y expectante, pero otras un poco incómodo y asustado, por mi parte y por muy frío que pudiese parecer no estaba preparada para traer un niño al mundo, ninguno de los dos lo estaba, nuestra relación recién comenzaba, nos estábamos descubriendo, experimentabamos que tan compatibles podíamos llegar a ser y cuanto podíamos soportarnos sin querer mandar a la punta de un cerro al otro por nuestras personalidades fuertes e imponentes, por otra parte aún no me titulaba como médico y aunque tenía un trabajo de medio tiempo en la clínica con el doctor Shin eso no era suficiente para mantener mi departamento, mis gastos como estudiante que mis padres ayudaban a costear, mis gastos personales y más encima los de un bebé que necesitaría tantas o más cosas que yo. Quizás iba a tener que mudarme a un departamento más pequeño que solo tuviera una habitación, pero eso significaba que él no tendría la suya, además no sabía si quería criarlo en Corea, ya que nunca había estado en mis planes ser madre en un país que no fuese el mío, quería que mi familia estuviese conmigo viendo todo el proceso que conlleva ser madre y no podrían hacerlo si estaba a miles de kilómetros de ellos.
Tantas preguntas que abordaban mi cabeza y no sabía por dónde partir para resolverlas y responderlas, quizás me ahogaba en un vaso con agua, pero ya estaba comenzando a asustarme gracias a la actitud que tenía GD.

Estuve tres días sola, donde siempre me levanté temprano para poder conocer la ciudad en la horas disponible que tuve, gracias eso conocí Gamcheon Culture Village, Gwangbokro Culture and Fashion street donde compré ropa y algunos recuerdos de mi paso por Busan y por último un mercado muy popular en el centro de Busan donde a pocos minutos caminando me encontré con muchas tiendas de ropa, bares y restaurantes. Dentro de todo habían sido días buenos y de descubrimientos en los que a pesar de no tener la compañía de GD no me sentí completamente sola ya que algunas veces salí con mis compañeros de turno.

Faltaban un par de minutos para terminar mi horario en el hospital cuando uno de los guardias se acercó para informarme que esperaban por mi en el estacionamiento trasero del hospital, al comienzo creí que podía ser GD y salí a su encuentro mientras lo llamaba por teléfono, sin embargo no ví su auto por ninguna parte y a cambio me encontré con un agobiado Hyun Joong que esperaba sentado en una banca, GD contestó mi llamada con entusiasmo, pero mi silencio y estupefacción generaron preocupación en él.

Ji Yong: Yah! _____ contesta! Estás bien? Pasa algo?

_____: No… nada... la señal es mala y no te escuchaba -dije en un tono monótono- donde estás?

Ji Yong: En la carretera, aún me faltan un par de horas, necesitas que lleve algo?

Era un alivio saber que aún estaba conduciendo y le faltaba un buen rato para llegar a Busan de lo contrario todo hubiese sido caótico y problemático. Solo le pedí que llegara a salvo a casa, que condujera con cuidado y me avisara cuando estuviese por llegar para preparar la cena, una pequeña risa se escuchó al otro lado del teléfono como si mis palabras le causaran gracia, lo que de cierta forma me daba tranquilidad, ya que ni siquiera imaginaba lo que estaba ocurriendo en ese momento.

You Got Me Losing My Mind (GD y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora