24

1.2K 125 73
                                    

—¡Eh! ¡¿Y si jugamos a un juego?!

—¡Sí! —grito, dando otro largo sorbo a mi bebida.

Espera. ¿Acababa yo de decir eso?

—No creo que sea una buena idea, Nora —me sugiere Dafne, haciéndome un tipo de señas con la boca que me parecían muy divertidas.

—Vamos, será divertido —ríe Cyntia.

—Yo me apunto —dice Ryan, mirándome con, ¿deseo?

—Vamos, guapa —Mike vuelve a dejar un beso en los labios de Dafne, y esta, feliz, acaba accediendo pero no muy convencida.

Coleman se limita a asentir, sin soltar una palabra, sólo le veía beber.

Tras discutir un buen rato sobre qué juego íbamos a jugar, empezamos por el Yo Nunca.

—Explico como va —alza la voz Mike—. Iremos por turnos, empezando por Dafne, y dirá una afirmación, por ejemplo, Yo Nunca he besado a alguien, entonces, todas las personas que lo hayan hecho tienen que beber, si no, no bebes. Se trata de acabar borracho perdido.

—Vaya mierda de juego —ríe Coleman.

—Juguemos —dice Judith, emocionada, mirando a Coleman.

¿Pero es qué todas las tías están detrás de él, o todas son unas cerdas?

—Yo nunca me he emborrachado tanto que no recordaba nada al día siguiente —habla Dafne.

Todos bebemos. El alcohol y yo no somos buenos amigos, y cuando notaba como mi cabeza daba vueltas y mis ideas dejaban de ser muy claras, se avecinaba una resaca increíble, por la que he pasado bastantes veces, todas acompañada de Ryan.

—Algo más emocionante, hija —se queja Cyntia, robando la bebida de Coleman, bebiendo insatisfecha.

—Yo nunca he follado en el cuarto de la limpieza del correccional —ríe y bebe su vaso de un trago.

Todos menos Mike y yo bebemos. Miro extrañada a Ryan. ¿Con quién? Nunca lo habíamos hecho en un sitio así, y que yo supiera, era la primera persona con la que había tenido relaciones sexuales, al igual que yo. O eso creía. ¿Había estado con otras antes que conmigo?

Ryan me mira y me besa, agarrándome cerca de mis pechos, a lo que aparto su mano, enfadada. Él parece darse cuenta, pero sin darle importancia, sigue jugando.

—Yo nunca me he enrollado con alguien que tiene pareja —suelta Judith, y noto un atisbo de rabia en sus palabras.

Candice, Cyntia, Judith, Catt y Coleman beben. Éste último me mira mientras acerca el vaso a su boca.

La rubia asquerosa de Candice me mira divertida, desviando sus ojos hacia mi vaso. Me espero lo peor, y rezo en mi interior para que no abra esa boca de pato.

—Este juego es aburrido, por qué no jugamos... —Dafne toma una pausa para beber—. ... A verdad o prueba, no sé... Por sugerir...

—Lo mejor que he oído desde que te conozco —murmura Candice, con vacile —. Mmm... ¿Nora? —me mira y ríe—. ¿Verdad o atrevimiento?

Me muevo nerviosa e intento buscar una excusa para salir de allí. Conocía lo peligrosa que podía llegar a ser Candice, y yo jugaba en desventaja. No podía atacarle de ninguna forma, en cambio ella a mí sí.

—Verdad —musito.

Ryan suelta un soplido aburrido y mira a Candice, expectante.

—¿Cómo es compartir castigo con Jude Coleman? —suelta, y noto como mi corazón empieza a latir mucho más veloz. Miro a Ryan que me devuelve la mirada desconcertado, esperando una respuesta.

Caminos cruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora