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Salimos de la iglesia tras los últimos discursos de amigos y familiares de Dafne y Mike para pasar al banquete. Ya eran las dos, y las puertas se habían abierto dando paso a un gran salón lleno de iluminación con mesas blancas.

Caminamos al lado de Mike y Dafne, que se dirigen a una mesa grande, donde compartirían asiento con nosotros.

—¿Estás bien? —Evan agarra mi mano dulcemente —. Te he visto algo nerviosa antes...

—Sí, estoy bien —beso sus labios y acto seguido tomamos asiento en la mesa.

Caigo en qué quedan dos asientos libres, pensando qué los ocuparían los padres de Dafne, pero al verlos en la mesa contigua a la nuestra mi cuerpo se tensa del todo.

—Hermanito —oigo chocar dos manos y no me hace falta girarme para saber que es Jude saludando a Mike.

—Enhorabuena por la boda —una voz desconocida llama mi atención y giro mi cabeza hacia ella.

Era una chica muy guapa, delgada con los ojos azules y un cuerpazo. Estaba agarrada del brazo de Jude hasta que este se ha sentado al lado de Mike, dejando el hueco libre justo a mi derecha.

Oigo la silla arrastrarse hacia atrás y miro de reojo como Jude se sienta. Automáticamente huelo su perfume, el mismo de siempre, que me hace recordar mil y unos recuerdos.

—Tú debes de ser la novia de Jude —comenta Mike —. No es que nos haya hablado mucho de ti.

—Soy Gala —sonríe —, su secretaría y desde hace ya dos años su pareja.

¿Dos años? ¿Eso es lo qué había tardado en buscarse a otra? Tampoco podía quejarme, porque realmente, yo no había tardado mucho más en hacerlo, pero desconocía todo lo que había hecho Jude desde entonces.

—Vaya, qué coincidencias —sonríe.

Pocos minutos después, los camareros empiezan a ocupar toda la sala, tomando pedido de las bebidas y sacando los primeros platos.

—Esto está muy bien organizado, lo habéis hecho genial —vuelve a hablar la tal Gala, novia del hombre que tengo a mi derecha.

—La verdad es que ha sido todo mérito de Nora, se encargó de prepararlo todo —Dafne me mira orgullosa.

Creo que no he pasado un momento tan incomodo en mi vida como éste. Se podía cortar la puta tensión con un cuchillo.

—Aquí falta mi pequeño Boliche —Dafne hace un puñero y noto al instante como las caras de Gala y Jude, sobretodo, cambian al instante.

—¿Boliche? —Gala arquea una ceja, en dirección a Jude.

No sé si reír o llorar. Evan nota al instante lo que está sucediendo y niega con la cabeza avergonzado.

No hacía falta ser muy listo para saber que Gala no tenía ni idea de qué yo era ex novia de Jude, pero sí sabía quién era Boliche.

—¿El perro de tu anterior pareja? —inquiere.

—Aquí presente —le alzo la mano, ganándome una mirada de reproche.

Toda orgullosa, me centro en hablar con Evan sin prestar mucha atención al resto, aunque estaba claro que iba a ser en vano.

Siento un gran alivio cuando el camarero trae todos los platos; el primero constaba de lubina con rissotto de trigo y chipirones.

Ante tal comodidad y nerviosismo decido levantarme de la mesa sin decir nada.

—¿A donde vas cariño? —Evan agarra mi brazo.

—Necesito tomar el aire, estoy algo mareada —suspiro y le hago entender con la mirada que necesito estar sola.

Caminos cruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora