Estiro mi brazo lo justo para saber que estoy sola en la cama. Abro un ojo y me encuentro con una habitación totalmente diferente a la que esperaba. No estaba en casa.
Me incorporo con ayuda de mis brazos y miro a mi alrededor. Estaba en una habitación de chica.
Toco mi cabeza y esbozo un aullido de dolor. Joder, ¿cómo pude beber tanto?
Me encontraba demasiado mareada y la cabeza me daba unos fuertes pinchazos insoportables.
La puerta se abre, y para mi sorpresa, Dafne aparece con gesto serio, cerrando la puerta a su espalda.
—¿Cómo te encuentras? —su rostro es impenetrable. Conocía cuando mi amiga estaba enfadada, pero ahora mismo, su cara era más de decepción.
—Me duele mucho la cabeza —hago una mueca y entierro la cabeza entre mis manos —. ¿Qué hago aquí?
No sabía cómo había podido llegar hasta aquí. Quizás iba más bebida de lo que imaginaba.
—Nora...
—¿Y Jude?
—¿Te dignas a preguntar dónde está? —esboza una sonrisa, negando la cabeza indignada —. Eres mi amiga, pero lo de ayer... No estuvo nada bien, Nora.
¿Qué?
—¿Lo de ayer? —repito sus palabras. ¿De qué coño estaba hablando?
Hacer memoria en esas condiciones no me servía de nada. Recordaba cómo había bebido sin parar con ellos, quizás me pasé unos cuantos cubatas pero no entendía por qué me decía eso.
—¿No te acuerdas? —frunce el ceño y noto como su expresión se vuelve nerviosa.
—¿De qué coño me tengo que acordar, Dafne? —saco los pies fuera de la cama con nervio. No entendía nada —. ¿Dónde está Jude?
Mi cabeza comenzó a soltar hipótesis de lo qué podría haber pasado. ¿Acaso se había metido en una pelea?
No comprendía el motivo por el cuál estaba en casa de Dafne y no en la mía.
—Joder, joder... —niega con la cabeza y da vueltas a la habitación.
Estaba cada vez más nerviosa y qué se moviera de un lado a otro y no me resolviera mis dudas, me dejaba totalmente histérica.
—¡Habla ya, Dafne! —hago que se pare en seco y pose su mirada en mí.
—¡Que te follaste a Ryan, joder!
No podía verme, pero estaba segura que en esa milésima de segundo me había vuelto pálida.
Tenía que ser una broma. ¿Cómo iba a follarme a Ryan? Debía ser una puta broma.
La cara de Dafne, tan seria y firme, fuera de lo común, me daba a entender qué no era ningún juego. Ella me contempla, intentando averiguar lo que ronda por mi mente.
—Es imposible —concluyo —, no vi a Ryan en toda la no...
Mi mente parece saturarse cuándo recuerdo cómo me había encontrado con Ryan al ir a preparar los cubatas.
—¿Qué pasa, Nora? —mi amiga se acerca preocupada. Intuía que algo no marchaba bien.
Intento esforzarme todo lo posible por recordar, pero no llegaba más allá.
—Me encontré a Ryan en la cocina, cuando fui a prepararos los cubatas —una lagrima cae por mi mejilla —, me tomé uno con él, pero, ya está... Es decir...
—No entiendo nada, Nora.
—No me acuerdo de nada —estrujo mi cabeza, y entre lágrimas, busco mis tacones para ponérmelos y ir a casa a por Jude.
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Caminos cruzados
Romantizm"SUS CAMINOS ESTABAN CRUZADOS, Y POR MUCHO QUE ELLOS QUISIERAN NEGARLO, SIEMPRE SE VOLVERÍAN A ENCONTRAR." Desde bien pequeña, Nora Scott, había presenciado las palizas que recibía su madre todos los días por parte de su padre. El entrar en un corre...