Capítulo 22

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Por fin habían llegado a Rainbase

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Por fin habían llegado a Rainbase. Ya desde la entrada de la ciudad se veía el gran casino de Cocodrilo, Rain Dinners. Dieron una vuelta turística mientras se dirigían hacia allí. Penguin, Shachi, Clione y Uni querían ir para intentar ganar algo de dinero con los juegos. Law quería comprobar si sus sospechas eran ciertas. A Zoe e Ikkaku no les hacía especial ilusión visitar ese lugar.

—¡La ciudad de los sueños! —exclamaron Penguin y Shachi emocionados, con símbolos de berries en los ojos. Los símbolos enseguida se cambiaron por corazones cuando se fijaron en todas las chicas que había alrededor, vestidas con las ropas típicas de allí.

—Controlaros un poco —se quejó Law, mientras intentaba mantener la calma para no darles un par de puñetazos.

—Pues yo no quiero ir al casino... Es un aburrimiento —se quejó Zoe.

—También hay un buen restaurante allí —comentó Shachi.

—Vaya, tiene pinta de ser un buen sitio... —rectificó Zoe, mientras se le caía la baba pensando en comida.

Después de un rato caminando llegaron a las puertas del casino. Pensaron que tendrían problemas con las armas, ya que la Nodachi de Law era bastante grande y llamativa, pero no los hubo. Penguin, Shachi y Clione se fueron directos a la ruleta. Ikkaku y Uni se fueron a jugar a los dardos, que era el único juego que le gustaba a la chica. Law y Zoe se quedaron solos.

—¿Qué vas a hacer? —le preguntó el capitán a Zoe.

—Creo que voy a ir a merendar —contestó Zoe, señalando la puerta del restaurante.

—Te acompaño —dijo Law serio, mientras empezaba a caminar hacia allí.

Zoe le siguió. Cuando entraron quedaban pocas mesas libres, estaba bastante lleno y casi todo eran hombres. Law se dio cuenta de cómo hablaban en voz baja entre ellos mientras miraban descaradamente a Zoe. Esta no se enteraba de nada porque estaba pensando que podría pedir para merendar, hasta que dos chicos le silbaron desde una mesa y le dijeron un par de cosas que no le gustaron. Zoe se disponía a girarse para darles una buena paliza, cuando Law la rodeó con un brazo por la cintura para pararla.

—Tranquilízate —le dijo el capitán, mientras tiraba de ella hasta sentarla en una silla.

—Me dan asco, quiero darles su merecido —se quejó Zoe, cruzándose de brazos.

—Lo se... Pero no aquí dentro, fuera te dejo hacer lo que quieras. Quédate con sus caras —dijo Law, mientras los miraba con odio. Zoe se giró también para mirarlos y le lanzaron un beso.

—Puag —se quejó la chica, haciendo un gesto como si vomitara—. Qué asco me dan los chicos...

—No todos somos así —comentó Law, frunciendo el ceño. Aunque si decía eso era por algo. A saber todo lo que le había pasado estos años.

Una nueva vida «Law x OC/Lectora»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora