Capítulo 66

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Pudieron entrar a la ciudad sin dificultades, ya que todo estaba abierto y no había vigilancia

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Pudieron entrar a la ciudad sin dificultades, ya que todo estaba abierto y no había vigilancia. Aunque era bastante extraño. Además, estaba todo medio destruido. No solo la entrada, sino todo lo que encontraban a su paso. Árboles, caminos, casas... ¿Qué habría pasado en esa isla?

—Este camino no es muy agradable... —comentó Zoro, con la mirada en el suelo.

—Es la piel de un elefante... —comentó Law.

—Eso es muy raro, parece que haya habido una guerra recientemente. Pero no hay rastro de olor a pólvora ni a gas —murmuró Franky, mirando a su alrededor.

—Tengo un mal presentimiento... —susurró Ussop, asustado y nervioso. Zoe le miró de reojo. Este chico siempre estaba asustado por todo. De repente se escuchó algo.

—¿Lo habéis oído? —preguntó Zoe. Ussop dio un gritó y se puso detrás de la espalda de la chica. Todos se quedaron quietos, observando—. Creo que hay algo o alguien...

De pronto, algo se abalanzó sobre ellos. ¡Era una especie de conejo! Zoro intentó atacarle, pero era realmente rápida. Después de un par de ataques más se escuchó una voz femenina.

—¡Detente, Carrot!- gritó. Todos se giraron. Era una especie de mujer perro e iba subida a un cocodrilo gigante. Zoe enseguida reconoció que eran minks, ya que Bepo le había hablado de ellos—. ¡Déjalos! ¡Tenemos que ir a por los intrusos del Bosque Ballena!

—¡Los animales hablan! —exclamó Ussop, con las manos en la cabeza.

—Son la tribu mink... —comentó Law, serio.

—Un momento... ¿Eso no son las ropas de Nami? —preguntó Ussop, asustado, mientras señalaba con el dedo tembloroso a la mujer perro—. ¿Dónde has conseguido esas ropas?

—Quizás son una raza que come humanos... —comentó Robin, de manera siniestra.

—¿Por qué siempre te pones en el peor escenario? —gritó el narizón, enfadado y asustado.

De repente, la mink conejo flexionó sus piernas para saltar. Al parecer quería comprobar la presencia de los intrusos en ese bosque. Todos se quedaron sorprendidos por la gran altura que alcanzó su salto. Al parecer si era cierto que había alguien allí. Las dos minks se pusieron en marcha, pero antes de irse la mujer perro les dio unas indicaciones sobre dónde debían ir.

Ussop estaba preocupado por si sus nakamas habían sido asesinados. Zoe no pensaba eso, los minks no debían ser malos, Bepo era uno de ellos. Aunque, quién sabía... Zoro estaba tranquilo, confiaba en el pervertido, aunque no parecieran llevarse muy bien.

—Oye, Torao-kun, Zoe... ¿Vuestros nakamas están por aquí, no? —preguntó Robin. Los dos le miraron—. ¿Hay alguna forma de que contactéis con ellos?

—No. La verdad es que pensaba que era probable no volver a verlos... —murmuró Law. Zoe dirigió su mirada hacia él. Era cierto que no habían querido deprimir al sus nakamas, pero los dos habían pensado dar su vida luchando contra Doflamingo.

Una nueva vida «Law x OC/Lectora»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora