¿Has soñado alguna vez que estabas en el mundo de One Piece? ¿Te imaginas que Oda dibujara un personaje basado en ti? (Yo sí, ojalá xD) Es probable que no pase, por eso he decido crear uno. Ese personaje basado en ti se llama Zoe.
Al igual que el r...
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Tardaron unos cuantos segundos en reaccionar. ¿Quién les había quitado el dinero?
—¡Por allí! —gritó Zoe, señalando una esquina, en la que desaparecían tres hombres corriendo.
Todos fueron corriendo hacia esa dirección. Cuando giraron la esquina los hombres ya estaban a unos cuantos metros de allí. Law utilizó su técnica y se intercambió con una piedra que estaba por delante de ellos. Cuando Law apareció de repente, los tres se quedaron quietos sin poder reaccionar. No entendían nada.
—Devolvednos nuestro dinero —dijo Law, serio y calmado, mientras el resto de sus nakamas llegaban hasta allí.
—¡No lo haremos! —gritó uno de ellos, mientras sacaban unas varas de metal—. Gastaremos mejor este dinero que vosotros, malditos piratas.
—¿Habéis conseguido más dinero? —se escuchó, desde un pequeño callejón. Vieron como tres cabecitas se asomaban. Eran tres niños.
—¿Qué hacéis aquí? ¿Nos habéis seguido? Os hemos dicho que era peligroso —dijo uno de los hombres.
—Vaya. Aquí están estos pequeños mocosos... —se oyó decir a una voz, que se acercaba por el callejón. Los tres niños salieron de golpe y se alejaron asustados—. Pequeñas ratas ladronas. Pagaréis caro haber intentado robar a unos piratas.
—¡No los toquéis! —gritaron los tres hombres a la vez, mientras se lanzaban a por la banda pirata que salía del callejón.
Los piratas de Heart observaban con atención la batalla. Los tres hombres luchaban bastante bien y parece que no tenían problemas para deshacerse de los piratas. Los niños les animaban y aplaudían a lo lejos. Estaba siendo una batalla intensa, no paraban de salir piratas y los iban derrotando a todos, dejándolos inconscientes.
—¡Alto ahí! —gritó uno de los piratas. Había cogido a uno de los niños y tenía un cuchillo en su cuello, listo para cortarle. Los ladrones tuvieron que quedarse parados y los piratas aprovecharon para empezar a pegarles.
—Room —se escuchó. Todos se quedaron parados al ver la cúpula que les rodeaba—. Shambles.
De repente, el niño desapareció y cayó al lado de Law y en su lugar, apareció un pequeño tronco que el pirata soltó enseguida, extrañado. Los dos niños se acercaron a su amigo. Finalmente, los desconocidos acabaron de derrotar a los piratas que quedaban. Cuando todo se calmó se acercaron hacia Law, mientras los niños se lanzaban encima de ellos a abrazarles.
—Muchas gracias por ayudarnos —dijo uno de los hombres al capitán—. Os devolveremos el dinero.
—¿Para qué lo necesitabais? —preguntó el capitán, interesado.
—Si... Si venís con nosotros os lo mostraremos —dijo uno de los hombres, no sin antes mirar a los otros dos, que asintieron con la cabeza.
Todos estuvieron de acuerdo así que caminaron detrás de los desconocidos. Salieron de la ciudad y fueron por un estrecho sendero. Al cabo de unos minutos llegaron a un pequeño bosque, el cual camuflaba una pequeña casa en ruinas. Uno de los hombres abrió la puerta y les hizo una señal para pasar.
