Capítulo 40

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Un tipo con el pelo naranja y blanco les abrió la celda

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Un tipo con el pelo naranja y blanco les abrió la celda. Zoe salió de un salto. Menos mal. Suspiró aliviada. ¡Oh, vaya! Se olvidaba de la maldita cosa que le habían metido en el brazo. Jimbei y Crocodile estaban discutiendo.

—Lo bueno es que contamos con dos shichibukais —comentó el hombre del pelo de dos colores.

—¿Dos? —preguntó Luffy extrañado, mirando a los presentes.

—Necesito ayuda un momento —dijo Zoe, alzando la voz. Todos se giraron a mirarla. Ella miró fijamente el garfio de Cocodrilo—. Necesito que me quites esto del brazo, si no, no podré ayudaros tanto como me gustaría.

—¿Quieres que te lo arranque? —preguntó Cocodrilo, ligeramente extrañado—. Te dolerá un poquito, pequeña...

—¡Solo hazlo! —exclamó enfadada, mientras se acercaba a él, estirando el brazo.

Cocodrilo puso el garfio encima del brazo de la chica, cerca del hombro y le desgarró la piel para quitarle esa especie de chip. A Zoe le dolió, pero apretó con fuerza los dientes. No pensaba gritar delante de esa gente. La sangre le caía por el brazo. Luffy se arrancó un trozo de camiseta y le hizo una venda improvisada más o menos decente. Zoe le agradeció con una sonrisa. Le estaba empezando a caer bien.

Bien. ¡La fuga daba comienzo! Gracias a la habilidad de Cocodrilo pudieron pasar a través de la pared, así que enseguida llegaron al nivel cuatro. Por desgracia, ya había enemigos esperando allí. Zoe no sabía si había recuperado aun su fuerza y además no tenía las dagas. Pero no le importaba, iba a darlo todo igual. Los cuatro, es decir, Luffy, Cocodrilo, Jimbei y Zoe atacaron. En cuestión de segundos esa ronda de enemigos estaba derrotada.

La chica estaba realmente hambrienta, ya que, mientras estuvo inconsciente en el barco, los marines solo le hicieron injerir agua, simplemente para que no muriera por el camino. En la celda apenas había comido un trozo de pan duro. Sin embargo, no pensaba permitir que eso le detuviera. Ni eso, ni la herida de su brazo izquierdo.

De pronto llegó el okama con muchos más refuerzos, también de su mismo estilo. Zoe estaba convencida de que conseguirían salir de allí y salvar a Ace.

Los okamas empezaron a liberar a más presos. Volvieron a aparecer más enemigos. El okama líder le dijo a Luffy que continuaran, que ellos se quedarían peleando en ese nivel. Zoe por fin sentía que recuperaba su fuerza. De pronto, aparecieron unos monstruos gigantes. La chica escuchó que alguien los llamaba "los guardias demoníacos". Había cuatro y estaban destrozando a los presos que se enfrentaban a ellos. Luffy, Cocodrile, Jimbei y ella se pusieron delante de esos seres. De un ataque cada uno los dejaron K.O. Aunque fueran monstruos, ella sabía los puntos débiles en los que se debía golpear. Zoe suspiró aliviada. Había recuperado la fuerza justo a tiempo y había servido de ayuda, de lo contrario... No lo hubiera conseguido.

—Vaya, te había subestimado, pequeña —comentó Cocodrilo, mirándola de reojo. Zoe le miró frunciendo el ceño. Odiaba que le llamaran pequeña.

Una nueva vida «Law x OC/Lectora»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora