Capítulo 17

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Tal y como Bepo predijo, en dos días ya estaban llegando a la Isla de Drum

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Tal y como Bepo predijo, en dos días ya estaban llegando a la Isla de Drum. Ya estaban navegando por la superficie y podían ver la isla desde la cubierta. Ya notaban el clima helado de aquella isla en sus cuerpos. Bepo era feliz por la temperatura y solo llevaba su pantalón corto azul y una camiseta de manga corta naranja, como vestía de normal. Law, Shachi y Penguin les habían dejado abrigos a los demás, que no tenían ropa de invierno. A Zoe y a Ikkaku les venían un poco grandes los abrigos y lo arrastraban por el suelo, así que tuvieron que hacer un pequeño apaño.

Anclaron el submarino y se adentraron en la isla. Un poco a lo lejos se veía un pequeño pueblo y de fondo unas enormes montañas. Caminaron durante varios minutos hasta llegar al pueblo. Una vez allí siguieron caminando para buscar una posada. Su intención era pasar una noche en aquella isla antes de partir. Los aldeanos los miraban y cuchicheaban. Un grupo de lo que parecían guardias se acercaron a ellos antes de encontrar la posada. Un hombre corpulento con el pelo oscuro peinado hacia atrás se acercó a ellos. Law se adelantó unos pasos.

—¿Quiénes sois? ¿Qué hacéis aquí? —preguntó seriamente aquel hombre.

—Somos piratas. Soy el capitán y doctor de nuestra tripulación y estaba muy interesado en visitar la isla. No tenemos malas intenciones —explicó Law. El hombre se mantuvo en silencio durante unos segundos.

—Bien. En ese caso me acompañaréis y guardaremos vuestras armas. Podréis recogerlas cuando vayáis a abandonar la isla. ¿Algún problema? —comentó el hombre. Todos negaron con la cabeza—. Bien, seguidme.

Les guio por el pueblo mientras les iba enseñando los lugares más importantes. Había dos bares, una pequeña posada, varias tiendas y una pequeña biblioteca. Después de un rato caminando se pararon en una pequeña casa.

—Bien. Aquí es donde vivo. Entregad vuestras armas a los soldados y ellos las guardaran aquí. Prometo que os las devolveré sanas y salvas —dijo el hombre. Ellos hicieron casi y comenzaron a entregar sus armas. Law les dio la espada, Zoe las dagas y los demás varias pistolas que llevaban escondidas—. Por cierto. Mi nombre es Dalton. Soy el jefe de la guardia real.

—Yo soy Trafalgar Law, capitán de los Piratas de Heart —se presentó Law, mientras se daban un apretón de manos—. Pensamos quedarnos a dormir una noche. Nos gustaría visitar el pueblo. En especial la biblioteca.

—Entonces os acompañaré a la posada —comentó Dalton, mientras les hacia una seña para que les siguieran.

Una vez alquiladas las habitaciones quedaron en que cada uno podía ir dónde quisieran y que se encontrarían de nuevo a la hora de cenar en la puerta de la posada. Zoe fue con Law a la biblioteca ya que también tenía ganas de mirar libros, aunque no de medicina. No era muy grande, solo tenía una planta en la cual había varias secciones y una especie de baúl donde se vendían libros. Law se fue directo a la sección de medicina y Zoe se paseó por todas las secciones. Había libros de historia muy interesantes.

Una nueva vida «Law x OC/Lectora»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora