¿Has soñado alguna vez que estabas en el mundo de One Piece? ¿Te imaginas que Oda dibujara un personaje basado en ti? (Yo sí, ojalá xD) Es probable que no pase, por eso he decido crear uno. Ese personaje basado en ti se llama Zoe.
Al igual que el r...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Zoe se fue acercando lentamente hasta la mesa y se sentó al lado de su amiga. Por suerte no había nadie más allí que les pudiera escuchar y, los otros dos estaban concentrados haciendo la comida. Ikkaku se acercó lo más posible a Zoe.
—¿Qué tal la noche con Law? —le preguntó, dándole codazos en el brazo.
—Solo hemos dormido juntos, como otras veces... —contestó Zoe, con seriedad.
—¿Te gusta? —preguntó Ikkaku, sonriendo. Zoe intentó mantener la calma. Quería pasar del tema, pero probablemente con ella era con la única persona que podría hablar de eso.
—Me encanta —confeso Zoe, mordiéndose el labio. Ikkaku aplaudió. Lo sospechaba, pero ahora estaba confirmado—, pero ahora tenemos que centrarnos en nuestro plan. Luego ya se verá.
—¿No podéis disfrutar mientras? —preguntó su nakama, con una mirada pícara. Zoe negó con la cabeza.
—Ya está todo hablado y aclarado —contestó la chica, decidida.
—¿Os habéis besado alguna vez? —preguntó Ikkaku.
—Sí... —A Zoe le ardían las mejillas solo de recordarlo. Su amiga abrió los ojos sorprendida. No se imaginaba a su capitán besando a alguien. Iba a decir algo pero la profunda voz de Law se escuchó desde la puerta.
—¿Dónde está el resto? ¿Siguen durmiendo? —preguntó el capitán, sin entrar a la cocina. Las dos chicas se encogieron de hombros. Shachi asintió con la cabeza. La suspiró frunciendo el ceño y se fue. Todos se quedaron unos minutos en silencio.
—¿Besa bien? Tiene pinta de besar bien... —susurró Ikkaku—. Y de que le guste el sexo duro y salvaje.
—¡Ikkaku! —exclamó Zoe, completamente roja. Su amiga empezó a reírse.
—Estáis muy divertidas hoy... ¿Qué os hace tanta gracia? —preguntó Shachi, mientras empezaba a poner platos sobre la mesa.
Law apareció en la cocina. Venía susurrando y gruñendo, con cara de mala leche. Se sentó en una de las sillas, en frente de las dos chicas. Ikkaku le dio una patada a Zoe por debajo de la mesa. Ella le miró enfadada. Todavía notaba que sus mejillas le quemaban.
—Zoe-ya, ¿estás bien? —preguntó Law, inclinándose hacia ella y poniéndole la mano en la frente—. Estás ardiendo.
—¡Estoy bien! —contestó Zoe, algo nerviosa. Ikkaku se puso la mano en la boca para aguantarse la risa.
Poco a poco el resto de nakamas fue llegando para comer. Habían tenido que poner otra mesa de madera junto a la que ya había, para que todos cupieran. Cuando acabaron de comer, Law pidió silencio para dirigir unas palabras a todos ellos.
—Sé que lo de ayer no lo hicisteis con mala intención. Aunque Penguin, Bepo, Shachi y Zoe saben de sobra que no me gustan las fiestas sorpresa... —empezó diciendo—. A partir de ahora se han acabado las fiestas. Vamos a viajar al Nuevo Mundo y os quiero concentrados y preparados al cien por cien. ¿Entendido?
