¿Has soñado alguna vez que estabas en el mundo de One Piece? ¿Te imaginas que Oda dibujara un personaje basado en ti? (Yo sí, ojalá xD) Es probable que no pase, por eso he decido crear uno. Ese personaje basado en ti se llama Zoe.
Al igual que el r...
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A la hora acordada, los ocho estaban reunidos en el salón. Ikkaku les mostró un mapa del pueblo, en el cual estaban marcadas las casas donde se acumulaban las recompensas antes de ser mandadas a los jefes. Actualmente habría unas cuantas acumuladas. Law se guardó el mapa. Una vez fuera de la casa, Law y Zoe se dirigieron a una de las tres primeras casas que estaban marcadas, mientras el resto se dirigió al submarino. Debían estar preparados para sumergirlo enseguida y defenderlo en caso de que fuera necesario.
Entrar a la casa fue fácil gracias a la habilidad de Law. Parecía que no había nadie, simplemente era un edificio usado de almacén. Los dos se acercaron a unas cajas que había guardadas bajo unas mantas. Pensaban que no iban a encontrar nada interesante hasta que por fin abrieron una que contenía dos bolsas llenas de bastantes berries. Zoe hizo el signo de victoria, mientras Law sonreía de lado. Estaban cargando sigilosamente las bolsas cuando escucharon que alguien abría la puerta.
—¿Quién anda ahí? —dijo un hombre, mientras entraba apuntando a varias direcciones con una pistola.
Law iba a utilizar su habilidad, pero Zoe se acercó muy rápidamente al hombre y usando uno de sus movimientos con la daga lo dejó K.O. en unos segundos. Habían quedado con Penguin y Clione justo a las a fueras del pueblo, para pasarles las bolsas, ya que sería más complicado si tenían que pelear cargando con ellas. De momento todo el pueblo estaba despejado y Law fue informado de que todo iba correctamente por el submarino.
La segunda casa si parecía estar habitada. Debían darse prisa antes de que más gente se enterara de que estaban allí. De momento la única persona que les había visto estaba silenciada. No encontraron dinero en la planta baja pero si una trampilla que llevaba hasta un sótano. Allí consiguieron otra bolsa más. No había tanto como en las otras pero más valía eso que nada. De golpe dos hombres con armas bajaron al sótano. Law utilizó su habilidad para dividir sus cuerpos mientras Zoe subía para comprobar si había más gente. Nada más salir recibió una patada, pero consiguió recomponerse enseguida y contraatacó, derrotando a las dos personas que quedaban en la habitación. Esta vez fueron a recoger las bolsas Bepo y Uni. Al parecer todo seguía tranquilo en el otro grupo.
Solo una casa más. Ya estaba empezando a amanecer, pronto podrían descubrirles. Esta vez, cuando entraron, un grupo de seis hombres ya estaba preparado esperándoles. Pronto llegarían más. No debían perder el tiempo. Zoe rápidamente se lanzó a por los que estaban a la izquierda y Law se encargó de los de la derecha. Tardaron unos segundos en vencerles. La verdad es que hacían buen equipo. Solo encontraron una pequeña bolsa, que debía ser de una simple recompensa. Cuando salieron, el camino hacia el submarino estaba cortado por un gran grupo de caza recompensas. Se veía a unos cuantos más venir corriendo por el otro lado.
—Yo me encargo de estos. Ve a por los que vienen —ordenó Law.
—¡Sí, capitán! —contestó Zoe, que ya estaba a punto de correr hacia ellos.
