Que secreto escondo

79 5 9
                                    

Narra Jimin

Estaba perdido en todo aquello, ni siquiera era consciente de lo que estaba haciendo. Aquel hombre me tendió la mano y sentí que debía seguirlo, que debía doblegarme ante él. Pero, ¿Qué demonios estaba haciendo? no conocía aquel hombre, sin embargo sentí una sensación cálida, como si ya no estuviera solo. Aunque esa sensación era parecida a la que había sentido con Katia.

Ni siquiera me había opuesto, los había seguido hasta una casa en el bosque. Aunque mi vista iba hacia Katia y ese chico, que ahora mismo parecían demasiado acaramelados.

- Jimin. - pronunció Katia tras alcanzarme en la entrada de la casa.

- Katia, ¿Quién era ese hombre que me tendió la mano? 

- Es mi padre, Suga. No tienes de que preocuparte, ahora estás a salvo. - pronunció con una sonrisa.

- ¿A salvo? ¿Por qué iba a estar en peligro? - pregunté atónito ante sus palabras.

- Creo que debemos de hablar de un montón de cosas, pero creo que lo mejor es que estés tranquilo y sentado. - pronunció mientras que me divisaba en silencio.

- ¿Sentado?- pronuncié un tanto asustado.

- Sí, habrá cosas difíciles de creer, pero te prometo que no te ocultaré nada. Tae. - pronunció tras ver que aquel chico se estaba yendo. Se acercó a él y desapareció de mi vista.

- Creo que mi hija será la que te cuente la verdad, si tienes alguna duda no dudes en hablar conmigo. Me llamo Tn, soy su madre. - ahora entendía de donde había sacado Katia su belleza, sin duda su madre era digna de admirar. 

- ¿Qué es lo que te contó Hoseok? 

- Sabes, el día que realmente tomemos una decisión y no sea algo manipulado por el de arriba, realmente será un milagro. Tenían planeado que Katia entrara al instituto. Querían vincularla a Jimin, pero al parecer nosotros nos hemos opuesto a eso.

- Ambos sabemos lo que hace el vínculo. No creo que sea lo adecuad, no quiero que ninguno de los dos confunda el vínculo con amor. 

- Yo estaba pensando en lo mismo, es por eso que también quería vincularlo a mí.

- Por eso decidí entrar en acción. Tú eres solo mía. - se acercó a ella y la besó ligeramente en los labios, sin duda podía sentir el amor que se procesaban el uno al otro y sin duda parecía una historia de cuento.

- No te equivoques, tú eres mío. - le atrajo más hacia él y lo besó nuevamente.

Hija del cielo y del infierno (tercera parte de enamorada del diablo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora