La verdadera historia del linaje

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Narra Tae

- Tae, ¿Viste a Katia? - preguntó tras mirarme por un segundo, sin embargo, yo aún estaba sumergido en aquellos ojos.

- Taehyung - en ese momento desperté de mi trance y lo miré.

- Sigue siendo Katia, la misma que conocimos y ahora está luchando para quedarse a nuestro lado.

- Lo sé, pude verlo cuando le pregunté porque te había salvado.

- ¿Y qué respondió? - pregunté ansioso por aquella sorpresa

- Huyo, pero por lo que parece tú obtuviste la respuesta, te esta recordando, su corazón se esta descongelando y esta volviendo a casa.

- Entonces dejemos que vuelva y entonces ahí estaré, listo para abrazarla, para tomarla. - sonreí ante aquella idea.

- ¿Qué pretendes hacer a mi pequeña hijita? Espero que no pienses en nada pervertido. -

- Yo, no estaba pensando en nada de eso. 

- Eres raro 

- ¿Qué? - pregunté al instante.

- Solo digo, que tuve tú edad y cuando tenía a Tn delante, solo pensaba en tocarla, ya me entiendes. Así que te estaré vigilando. - Después de aquellas palabras se marchó.

- No todos somos como tú. - grité para que me oyera, aunque no podía negar que lo había pensando y deseado, tanto, como para anhelarlo.

Caminé hacia la sala del trono, cuando vi a Jungkook junto a Katia. Ella estaba cerca del trono y él estaba observándolo desde abajo de las escaleras.

- ¿Pudiste hablar con Hoseok? - preguntó Katia tras mirar a Jungkook.

- No pude, el cielo a cerrado las puertas. 

- Así que realmente ahora me intentarán matar, me pregunto quién de todo esos vendrá a clavarme la espada. 

- Te protegeré. - en ese momento sentí como si hubiera pasado algo por alto todo ese tiempo, pero aquello no podía ser posible, porque ellos venían del mismo linaje, uno era el origen y la otra el final del mismo. 

- Sé protegerme sola, pero no puedo decir lo mismo de ese chico, Tae. - 

- ¿Estás preocupada por él? 

- Mentiría si dijera que sí, pero es débil y es el que primero caerá, porque él tiene parte de mi alma. Tú.... también deberías de cuidarte.

- La viste, ¿Verdad? - preguntó con una mueca. 

- ¿Qué fue lo que pasó? 

- Me heriste por convertir a Tae en demonio, creo que fue lo peor que te hice, pero tenía mis motivos, sabía que por él regresarías y que por él recordarías.

- ¿Y si no quiero recordar?

- ¿De verdad piensas eso? - preguntó tras acercarse más a ella. - Katia estás vacía. - expresó tras tocar su rostro.

- No es cierto, te tengo a ti. 

- ¿Se está declarando? - me pregunté, por lo que por un segundo entré en pánico. 

- Y me seguirás teniendo, pero no de esa manera. Somos familia y aunque no corre la misma sangre por nuestras venas, sé que todo eso es porque no recuerdas.

- No te entiendo, que es eso de que somos familia, pero que no tenemos la misma sangre.

- Tu madre se equivocó, yo me equivoqué, la historia no es como piensas.

- Entonces cuéntamela, porque hasta ahora y como suena eso, parece algo indecente.



Hija del cielo y del infierno (tercera parte de enamorada del diablo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora