Hija del cielo y del infierno (tercera parte de enamorada del diablo)

¿Trampa?

Narra Katia

- Vamos. - pronuncié tras extender mi mano hacia aquella frontera, tras posar mi mano en la misma, sentí un corte, por lo que rápidamente aparté la mano. 

Rápidamente aquella sangre recorrió cada trazo de aquella puerta, poco tiempo después comenzó a iluminarse la misma por lo que todos nos apartamos, aquellas puertas que habían permanecido cerradas durante tanto tiempo, ahora estaban abiertas, ahora estaban permitiéndonos caminar hacia el cielo. 

- ¿No será una trampa? - preguntó Tae tras detenerme.

- No, nadie puede llegar hasta esta puerta, pues es solo de entrada. - expresó Jungkook dando un paso al frente.

En ese momento lo observé, podía notar su nerviosismo, como deseaba volver a ese lugar, a ese cielo que una vez llamó hogar. Lo alcancé y después lo miré por un segundo. 

- Por fin volverás a verlo. - expresé.

- Sí, después de tanto tiempo. - expresó.

Tomé su mano y después cruzamos aquella puerta, antes de darnos cuenta habíamos llegado al cielo, todo estaba tranquilo, lo que significaba problemas o más bien que nos estaban esperando. 

- Iré a buscar a Hoseok. - contesté tras unos segundos.

- No, iré yo. Después de todo soy él único al que desconocen.  - Jimin me frenó por lo que lo miré ligeramente. 

- No conoces el cielo, así que te captarán rápidamente. Así que hazme un favor y quédate con ellos. - me marché de aquel lugar y me adentré más adentro del cielo, debía de tener cuidado, que ninguno de aquellos ángeles me viera, porque si me veía, estábamos perdidos. 

Tras llegar a aquella sala prohibida, me introduje dentro de ella, todo estaba oscuro, pero tras alzar mi mano se iluminó, caminé en aquel lugar repleto de luz, y esperé a sentir su presencia. 

- Yo he cumplido mi palabra, te he traído a Jungkook tal y como pactamos. Ahora te toca a ti cumplir el resto del trato. - pronuncié tras sentirlo.