Tae....

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Narra Katia

- Tae, tu mano. - expresé rápidamente, se nos acaba aquella ventaja, aquella venida de la sorpresa y del anticipo.  Moví mi espada, para evitar que llegarán hasta nosotros, por lo que al ver la mano de Tae alzada, alcé la mí, la úní a él y la posé en aquella puerta. 

- ¿Qué ha sido eso? - preguntó tras apartar la mano de mí, de nuevo nos había robado la sangre, pero esta vez era necesaria, la sangre de ambas llaves, por esa razón, él siempre debío de venir conmigo y aunque siemrpe pensó que era una decisión, se equicovaba, lo necesitaba. 

- Tae, aparta. - respondí tras ver como una de sus armas iban a ir hacia él, le empujé pero no pude mover mi espada a tiempo, por lo que aquella arma se clavó en mi hombro.

- Parece que ahora no tienes la lengua tan larga. - expresó con una sonrisa.

- Después de casi morir, de vivir aislada, ¿Crees que esto me matará?  - vi como la puerta que conectaba con la tierra estaba abierta, por lo que abrí un portal y después de estar detrás de él, lo empujé. 

- No. - era lo único que pude escuchar antes de que desapareciera del alcance de mi vista.

- ¿Estás bien? - pronunció Tae tras venir hacia a mí.

- Sí, vamos aún quedan más. - expresé tras mirar a los otros. 

- No, no puedes luchar así. - contestó tras agarrarme del brazo.

- Bueno, siempre puedes darme un poco de tu alma. - expresé tras mirarlo.

Sin duda estaba bromeando, pero por aquel rostro parecía que se lo estaba tomando completamente en serio. 

Hija del cielo y del infierno (tercera parte de enamorada del diablo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora