Lazos inrrompibles

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Narra Jungkook

- Estás perdonado, él borró cada uno de esos pecados y sí, lo creo para tí pero ahora hay alguien capaz de sustituirte. Puede que el resto de la familia no estuviera dispuesta a decir esto, pero siempre serás uno de los nuestros.  Te amo, ahora es tu turno de ser feliz, gracias por cuidarme siempre.  

Su rostro estaba más brillante que nunca, no podía creer que hubiera conseguido todo eso por mí, que hubiera ido en contra de las reglas, por mí.

Era cierto que la amaba, pero también amaba mi hogar y solo en ese momento entendí que nuestro amor era diferente, porque su amor verdadero era Tae, siempre fue él, pero haberlo reconocido antes hubiera hecho que me hubiera alejado y por lo tanto no la hubiera acompañado en aquella locura.

Sin duda, sabía como jugar bien las cartas y eso era algo que siempre admiraría. Miré por última vez antes de que desapareciera para siempre del alcancé de mi vista, se veía tan hermosa como siempre. 

- Vamos. - pronunció Hoseok.

- Sí. - le alcancé y después regresamos. Aunque ahora no estábamos solos, habíamos sumado a un nuevo camarada, a Jimin. 

- Hay trabajo por delante. - expresó tras ver aquel caos, era cierto pero ahora era el momento de que los verdaderos ángeles volviéramos, que nos encargáramos de cuidar al ser humano, de mantener el equilibrio y que dejáramos atrás aquellos juicios. Ese momento era un renacer para el cielo y nosotros lo cumpliríamos. 

Narra Tae

Habíamos vuelto al infierno y no podía decir palabra alguna sobre lo que acababa de ocurrir, en ninguna de mis posibilidades, vi aquel desenlace, de hecho pensé que iba a escogerlo, pero estaba claro que estaba equivocado.

- ¿Me concederías el honor de ser tu novia? - aquellas palabras me sacaron del trance, la miré rápidamente pensando que todo era una broma de mal gusto, cuando vi su sonrisa amplia, y feliz, supe que era real.

- ¿Qué? - pregunté al no poder creerme todavía aquello.

- ¿Qué pasa? ¿No quieres? - estaba loca si pensaba que no quería aquello, lo había deseado tantas veces que parecía irreal.

- Claro que quiero pero pensé que lo escogerías a él.

- Escúchame.  Siempre, desde que me di cuenta de que te amaba, nunca... - no dejé que continuará con aquella frase, no me importaba ninguna excusa, ninguna explicación, había esperado demasiado y ahora que sabía que era completamente mía, no perdería el tiempo. 

Pero aquel beso solo sería el comienzo de aquella noche maravillosa, pues ella parecía dejar que mis manos tocarán su cuerpo a placer, que mis labios recorrieran y besarán cada centímetro de su piel.

Había tantas veces que había soñado con aquello, que había soñado con tenerla así, a mi merced y a la vez yo estar a la suya, que si desde luego aquello era un sueño no quería despertar, porque ese día me volví uno con él, porque ese día dejé que la lujuria y que aquellos pensamientos que a veces se apoderaban de mí.

- Supongo que esto contesta a mi pregunta. - sonrió y después se acurrucó en mí. - Te amo, Tae. 

- Te amo, Katia. - fue ese día cuando conocí realmente lo que era la felicidad, cuando pude tenerla entre mis brazos, cuando sentí que podía protegerla. 

Este es el penúltimo capítulo de la historia. Mañana se publicará el final🤗🤗

Hija del cielo y del infierno (tercera parte de enamorada del diablo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora