La niña de mis recuerdos

66 5 2
                                    

Narra Jugkook

- Te tardaste un poco, ¿No crees? - respondí tras llevar mi mano a mi garganta. - Si que tiene fuerza la mocosa. 

- Quise darte un voto de confianza, pero veo que casi matan a Tae. - en ese momento Namjoon y Suga lo agarraron y lo introdujeron dentro.

- Veo que vosotros también habéis venido. - miré a Jin y Claire y después me intenté recomponer.

- Somos familia, así que claro que íbamos a venir. - respondió Jin.

- Después de todo cargamos una promesa, por y para siempre. - añadió Tn, tras mirarme. 

- ¿Estoy incluido en esa promesa? - pregunté.

- Sino, no te hubiera dejado a mi hija. En realidad, ella te amaba mucho cuando era pequeña. 

- ¿Pasado? - pregunté.

- Bueno, ahora mismo solo quiere matarte. Puede que ahora se parezca más a mí. Espero que no tengas más planes a mis espaldas, porque yo no te pienso perdonar. - pasó por mi lado por lo que la miré ligeramente. 

- De tal palo, tal astilla. - pensé mientras que tragaba saliva.

- Parece que nos toca otra vez entrar en acción. - Claire llegó hasta a mi y después posó su mano en mi hombro. - Al contrario de mi hija, sé que has intentado protegerla. 

- Ni el diablo es tan diablo después de todo. - respondió Jin.

- Cuánto tiempo sin vernos. - pronuncié con una sonrisa al ver a mi único amigo.

- Tú y yo tenemos que ponernos al día.  ¿Ya descubriste el punto débil de Claire? - pregunté secretamente.

- ¿Acaso tengo alguno? - me golpeó ligeramente y después entraron. En ese momento miré a Katia quién yacía aún en el suelo. Me agaché y después la levanté de allí.

- Espero que algún día puedas ver todo lo que luche por ti.  - aún tenía la sonrisa de aquella niña clavada a mí, aún tenía aquella pequeña mano enlazada con la mía, cuando tiró de mi ropa para poder alcanzarme y sobre todo cuando se sentaba junto a mí en aquel trono, aquel lugar vacío y solitario. Aún sentía la calidez de aquellos tiempos y solo deseaba verla feliz, porque sin pensarlo la amé como mi propia hija y por esa razón quería ver esa sonrisa de nuevo en su rostro.

Posé su cuerpo, en aquella cama y después dejé que descansará. Después de aquello me dirigí hacia el cuarto en donde estaba Tae, me acerqué a él e intenté aliviar aquel dolor, pero nadie podía, aquel ataqué no fue uno normal. Aquella espada contenía algo, ni siquiera el alma de Tn o Claire había funcionado o tal vez era porque se trataba de una llave.

- Estarás bien, lo prometo. - tomé su mano por primera vez en toda su vida y después sonreí.   - Sabes, puede que no me gustará la idea de que estuvieras con Katia, pero te doy mi permiso. - en ese momento rió y comenzó a toser sangre.

- Pensé que jamás lo obtendría, eres más terco que Suga.

- Yo tampoco te di mi bendición. - refunfuñó. - detrás de nosotros, por lo que reí ligeramente.

- Supongo que tampoco iba a obecerte.

Hija del cielo y del infierno (tercera parte de enamorada del diablo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora