Alma de diablo, rostro de ángel

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Narra Katia.

- ¿Qué era eso que querías decirme? - pregunté mientras que lo observaba. Esta intranquilo, un poco nervioso. ¿Tal vez por lo que iba a decirme?

- Siento haberme comportado como un capullo. - respondió de carrerilla, tanto que se me dificultaba descifrar aquellas palabras.

- Esto....

- No me interrumpas, porque sé que te herí. Sé que me comporte como un gran idiota y para colmo te dije todo aquello. No te escuché pesé a salvarme. 

- Para. - respondí entre risas ante todo aquel nerviosismo.  Caminé hacia fuera de la escuela y después lo miré. - Ser lo que soy no es fácil y aunque admito que tus palabras me molestaron. También me hizo darme cuenta de que siempre hubo alguien al que no le importaba lo que realmente era. 

- Hablar de Taehyung. - me miró por un segundo y después desvió su mirada.

- Sí, hablo de él. De ese cabeza hueca. - expresé mientras que pensaba en volver a la clase para verlo.

- Suga, me dijo que a partir de hoy viviré en tu casa.

- Es lo mejor. Aún no puedes controlarte. Así que lo mejor es que estés vigilado.

- Katia, ¿Podríamos comenzar desde cero? - dio un paso hacia a mí, por lo que mis ojos se posaron en los suyos.

- Esta bien. Me llamo Katia, encantada de conocerte. - respondí mientras que lo sonreía. Tal vez podía decir aquello, pero no podía reiniciar, no podía mirarlo de la misma que lo miré la primera vez, porque ahora en mis ojos se reflejaba Taehyung.

- Me llamo Jimin. - agarró mi mano y sin pensarlo besó la misma. - Gracias por darme esta oportunidad. Pensé que tal vez no querrías volver a hablar conmigo.

- No soy tan rencorosa como piensas. Además, es normal que tuvieras esa reacción.  No voy a culparte por tus acciones. Bueno, no por las del pasado. A partir de ahora comete un error y te la tendrás que ver conmigo. - en ese momento sonreí, al ver que por un segundo lo había asustado.

- Desde luego como demonio no tendrías precio, pero no puedes negar que tu rostro es como el de un ángel. - en ese momento mi corazón se aceleró al sentir su mano en mejilla y ver como se acercaba. Sin duda, sabía como conquistar a alguien.

- Bien, caballero. Te buscan en dirección. - pronunció Taehyung tras poner su mano en su muñeca y separarlo ligeramente de mí.

Hija del cielo y del infierno (tercera parte de enamorada del diablo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora