El único humano

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Narra Tae

- No te atrevas a tocarlo. - aquella cosa, sin duda me estaba analizando. sin embargo, tener a Katia delante de mí y dispuesta a protegerme, me hacia sentir que estaba un poco más cerca de ella.

Aquella cosa vino hacia nosotros, cuando ella mostró su lado demoníaco, sin duda aquel lado era mi preferido. Sin embargo, parecía que ni siquiera iba a hacer falta usarlo. Antes de que ambos lados atacarán. Tn, había aparecido y había alzado su espada contra aquel demonio, no solo matándolo, si no también disipándose en el aire.

- Mamá. - expresó Katia abrazándola.

- ¿Estáis bien? - preguntó tras mirarnos a ambos, por lo que asentí al instante.

- Sí, pero hay algo con él. - pronunció Katia tras mirar a Tn.

- Eso es, porque él no es del todo humano. Me equivoqué al pensar que él se enlazaría contigo primero. Al parecer, esta mujer aparecido antes y logró que se conectara con ella. No obstante, podemos lograr que se enlace contigo, después de todo es un cat sìth y su cometido es llevar almas a su dueño. - expresó un hombre tras bajar por aquellas escaleras.

- Hoseok. - rápidamente Katia fue a rápidamente a abrazarlo. Ver aquello me molestaba, y sin pensarlo me acerqué a ellos.

- Tú debes de ser Tae. - pronunció mientras que me miraba. - Sin duda es algo de reconocer, un humano viviendo en el infierno. Sin duda pensaba que había visto todo, pero esto supera cualquier cosa. - sin duda, sabía demasiado de mí y yo sin embargo lo desconocía absolutamente todo de él.

- No quiero vincularme a Jimin. - expresó Katia tras mirar a Hoseok. En aquel momento, no pude preguntarme el porque o tal vez me sentía feliz de que se negara, pero tal vez era algo de lo que me arrepentiría en el futuro.

- Lo haré yo. - pronunció Suga tras aparecer en aquella casa.

- Papá. - pronunció Katia tras mirarlo.

- Sabes, haces bien no vinculándote a él, pequeña. Después de todo un vínculo es algo debes forjar y no forzar. Así que a partir de ahora, este chico libre, porque yo jamás le pediré que me traiga un alma. - Se acercó a Jimin y después se agachó hacia él. - Parece que estás un poco perdido, ¿Puedo ayudarte? - al posar su mano en él, no dudó en levantar su mirada hacia él.

- ¿Dónde estoy? - preguntó mientras que levantaba la vista y nos veía a todos nosotros.

- En casa. - pronunció Suga mientras que mostraba una pequeña sonrisa. - A partir de ahora, vivirás con nosotros. - pronunció tras tender su mano hacia él. La agarró al instante y después sonrió ligeramente, aunque lo más llamativo fue la lágrima que caía por su rostro.

- ¿Recuerdas este lugar? - preguntó Tn tras alcanzarlos y posar su mano en el hombro de Suga.

- Fue el lugar en donde nos conocimos oficialmente. Aunque no fue el origen de nuestra historia, sin duda. - en ese momento Suga se inclinó hacia ella y la besó.

- Hoseok. Algún día quiero experimentar un amor tan intenso como el de mis padres.

- Y lo harás algún día. No dudes de ello. - me miró ligeramente y después se marchó escaleras arriba. - Parece que todo está en orden. - añadió antes de marcharse. Katia corrió hacia sus padres por lo que me quedé en la retaguardia.

- Tae, vamos. - se distanció de ellos y después agarró mi mano. Sin dudarlo, la seguiría hasta el fin del mundo, pero en ese momento había una verdad que debía de enfrentar. Yo, era el único humano de todos ellos.



Hija del cielo y del infierno (tercera parte de enamorada del diablo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora