Narra Tae
No podía creer que mis labios habían estado en contacto con Katia. Mi deseo, mi mayor sueño se había hecho realidad, aunque jamás pensé que ser demonio involucrará todas estas cosas. Por un segundo, pensé que sería fácil, pero parecía que no era realmente algo duro de llevar, aún me moría de ganas de tomar el alma de Jimin.
- ¿Tal vez lo quiso proteger? - una teoría apareció en mi cabeza. Tal vez la razón por la que me besó y por la que me dio su alma, fue porque quería proteger a Jimin. - ¿Tan importante es él para ti? - en ese momento sentía rabia y dolor.
Me introduje en la ducha e intenté olvidar aquello, tranquilizarme. Después de aquello me introduje dentro de la cama e intenté olvidar aquel día. Sin embargo tras cerrar mis ojos, ese día se reproducía en bucle. Aunque no podía negar, que amaba sentir nuevamente los labios de Katia en mis labios.
- Voy a protegerte. - sentí como alguien me estaba abrazando por la espalda y por alguna razón parecía estar lejos de ser un sueño. Abrí mis ojos y toqué aquellas manos, que reconocí al instante.
- ¿Katia? - quería girarme y verla con mis propios ojos. Qué estuviera allí era como un sueño para mí. Logré estar cara a cara con ella pero por alguna razón se volvió a hundir en mi pecho. - ¿Pasó algo? - la agarré el rostro con suavidad y la obligué a mirarme por un momento.
- Nada. - su voz sonaba como si estuviera a quebrarse y aquellas lágrimas no tardaron en salir demasiado.
- ¿Nada? Estás llorando. ¿Te sientes culpable? - era lo único que se me ocurría que pudiera pensar en ese momento. Pensé que se sentía culpable porque yo ahora ya no fuera humano, sino un demonio.
- Prométeme que no cambiarás. - se incorporó rápidamente por lo que la dejé libre. Se quedó mirando aquella visión del bosque, mientras que intentaba calmar aquel llanto.
- ¿Cambiar? Supongo que esto ya es un cambio. - me levanté y después me acerqué ligeramente a ella.
- No me refiero a esto. Promete que jamás me odiarás, que seguiremos teniendo esto. - pronunció tras girarse hacia a mí y mirarme aún con lágrimas en los ojos.
Fue ahí cuando supe porque me enamoré de ella, esa fuerza, esa belleza característica de ella. Incluso ahora la Luna parecía que la estaba iluminando a través de aquella ventana.
- ¿Qué es esto exactamente? - no podía controlarme. Mis sentimientos también habían crecido y lo único que quería en ese momento era imponerme a su voluntad y besarla.
- Esto... - no quería escuchar nada más, no quería escuchar que era un hermano para ella o algo de eso.
- No quiero escucharte. - en ese momento mis manos tocaron su rostro y mis labios se hundieron en los suyos.
Aquel besó salado por sus lágrimas, se me hacia más dulce que cualquier chocolate que jamás hubiera probado. Ahora que mis labios estaban tocando los suyos, que mi lengua estaba entrando dentro de su boca y ella estaba permitiendo seguir con aquella acción, por un segundo me hizo pensar que me deseaba tanto como yo a ella, que tal vez era yo la persona escogida.
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Hija del cielo y del infierno (tercera parte de enamorada del diablo)
FanficEs la tercera parte de enamorada del diablo. Después de un tiempo de tranquilidad y de paz. La pequeña Katia ha crecido hasta convertirse en una adolescente. Es ahora cuando comienza a expresar su curiosidad por las cosas que hay más allá de su mund...