Hija del cielo y del infierno (tercera parte de enamorada del diablo)

Las Llaves

Narra Katia.

- Tengo que irme. - pronuncié tras ir hacia la puerta, cuando Tae me freno en seco.

- ¿A dónde vas? - sus ojos lucían preocupados como su pensara que no iba a volver a hablar con él o tal acercarme a él.

- Katia. - Mi padre me miró para detenerme pero al instante me soltó, con solo ver mi rostro podía saberlo. - Taehyung suéltala.

Tras dejarme libre, salí de aquella sala de música y después abrí un portal.

- Katia. - pronunció Hoseok tras mirarme con una amplia sonrisa.

- Me volviste a mentir. Jimin no era la persona a la que debía de unirme, ¿verdad? Todos este tiempo se trato de Taehyung.

-  A veces tengo miedo de que descubra mis planes.

- ¿Miedo? ¿Un ángel? No me hagas reír. ¿Por qué Tae?

- Él es la llave.

- ¿Llave? ¿De qué estás hablando?

- Puede que él tampoco lo recuerde, pero... ¿De verdad piensas que un humano puede vivir en el infierno? ¿Crees que puede absorber poder de demonio?

- De qué mierda hablas. No quiero sorpresas. Si esta en peligro, dímelo.

- No está en peligro, pero tal vez se desborde. Hay humanos dispuestos a todo por saber más del mundo de los demonios, incluso de intentar crearlos. ¿Aún no lo adivinas?

- ¿Me estás diciendo que Taehyung no es humano?

- Todo lo contrario, es un humano. Nació de humanos pero desde pequeño fue alterado genéricamente. No puedo decir que sea demonio o humano, pero si puedo decirte que Jungkook acaba de darle no solo el poder de ser un demonio.

- ¿Quién pudo hacerle semejante crueldad?

- El día que Namjoon le encontró, fue porque tu madre y Suga habían destruido aquel lugar y fue tu madre quien envió a Namjoon. Sabía que serían adecuados para protegerlo.

- Ambos sois llaves, pero él a diferencia de ti... Necesita almas, más de las que un demonio normal necesita.

- Ahí es donde entro yo. La única alma que se regenera.

- Como ves eras la única, bueno esta tu madre, pero.... No creo que eso le haga gracia a tu padre y por lo que veo a ti tampoco.

- Le daré mi alma las veces que lo necesite. No me importa. Como hago para que deje de ser una llave.

- Veo que lo entendiste.

- Lo entendí, yo soy la llave entre el cielo y el infierno. Él es la llave entre el mundo de los humanos y el infierno. Vaya que somos el puente entre los mundos.

- Exacto, así que dime que piensas hacer al respecto

- ¿Como hago para que deje de ser la llave?

- Uno no puede dejar de ser lo que es.

- No te estoy preguntando si se puede o que si no se puede. Quiero una solución, algo que me permita hacer que vuelva a ser él.

- No hay solución. Jungkook sentenció su destino cuando congeló su tiempo.

- Bien. - me di media vuelta y después caminé hacia el único lugar en el que obtendría respuestas, el infierno. Si algo había aprendido del cielo, es que siempre había un recobeco y aunque costará la vida, esa vez estaba dispuesta a ello.