Somos diferentes a ellos

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Narra Katia

- Tae. - pronuncié tras ver que se marchaba. dejé a Jimin por un segundo y me acerqué a él. - ¿no crees que deberíamos hablar? - pregunté mientras que lo miraba.

- Se bastante sobre el mundo en el que estoy metido. Namjoon me puso al tanto desde que era un niño.

- No estoy hablando de eso, estoy hablando del hecho de que eres humano. ¿Cuanto tiempo pensabas ocultármelo? Durante todo este tiempo he mirado para otro lado, pero cuando actúas de esa manera, me preocupas.

- ¿Desde cuando lo sabes? - sus ojos me miraron al instante, intentando descifrar el tiempo.

- Desde hace años. Puede que creas que soy ignorante sobre el mundo demoníaco, pero la realidad es que no. Un demonio no envejece y tú has ido creciendo a la misma par que yo.

- Entonces, según tu teoría tu tampoco deberías de envejecer. Ambos deberíamos de habernos quedado como niños. - pronunció tras mirarme.

- No es lo mismo. Un demonio no puede ser engendrado. Sin embargo, yo fui engendrada gracias a que mi madre tiene parte de humana y de ángel. - pronunció tras mirarme. - Somos diferentes, Tae.

- ¿Qué vas hacer ahora que lo sabes? - pronunció tras mirarme.

- Nada, no me importa que seas humano, pero durante todo este tiempo me hecho un montón de preguntas. - pronuncié.

- Esas preguntas ya no me importa, en unos meses Jungkook me convertirá en un demonio y esto de ser un humano, será un simple sueño. - fue a marcharse cuando lo detuve.

- ¿Por qué? ¿Por qué deseas convertí en un demonio? - pregunté tras acercarme un poco a él.

- Me crié en ese mundo y es el mundo que elijo. - contestó seguro de sus palabras. - Tengo cosas que hacer, ve a explicarle a ese tal Jimin lo que es en realidad.

- Escoger ese mundo hará que vivas allí para el resto de tu eternidad.

- No veo que tu padre este allí. -

- El de arriba le dio el visto bueno de quedarse para siempre, junto a mi madre, pero una mala acción y deberá regresar.

- A  diferencia de ti, ella estaría dispuesta a ir al infierno por él. Ambos sabemos la historia de tus padres y desde luego ninguno de los dos dejaría que el otro sufriera o le pasara algo.

- Somos diferentes a ellos.

- Comenzando por que entre nosotros no hay amor. - en ese momento ambos nos quedamos mirando fijamente. ¿No había amor? Esas palabras resonaban en mi cabeza una y otra vez. 

Después de aquellas palabras se marchó, por lo que me quedé mirando su espalda durante unos segundos. Después caminé hacia la casa, para ocuparme de Jimin.

Hija del cielo y del infierno (tercera parte de enamorada del diablo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora