Narra Katia
Sabía que sería algo dificil de asimilar, pero en aquel momento no pude evitar recordar a Tae.
Flashback
- ¿Qué eres? - preguntó tras verme entrar con un poco de comida.
- Shh. No hagas ruido, mis padres están durmiendo. - pronuncié mientras que me acercaba a la cama.
- ¿Vas a hacerme daño? - preguntó tras alejarse.
- No, ¿Por qué lo haría? Estas son mis favoritas, ¿Quieres? - pregunté mientras que le tendía un par de galletas.
- No, yo estoy bien. - en ese momento su estómago rugió por lo que reí disimuladamente. Después le di las galletas por lo que las agarró y comenzó a comer.
- ¿Por qué puedes hacer esas cosas? - preguntó mientras que me mriaba de reojo.
- Porque soy un demonio. - expresé mientras que lo miraba.
- ¿Un demonio? Como en las historias esas. - pude ver miedo en sus ojos, pero entonces me acerqué más a él.
- Bueno, también soy un ángel. - respondí con una sonrisa. - ¿Quieres ver algo guay? - pronuncié mientras que lo miraba atentamente. Nunca había visto a un humano de cerca, pero parecía de otro mundo, era lindo y sobre todo alguien que debería de proteger.
- Depende. - siguió comiendo galletas por lo que me levanté de la cama y después le tendí mi mano.
- Te enseñaré uno de mis lugares favoritos. - pronuncié con una sonrisa.
- ¿Es un lugar peligroso? - preguntó con cierta precaución.
- Puede, pero es precioso. - respondí. Sin pensarlo demasiado, abrí un portal al infierno. Aquel jardín que mi padre había construido en aquel lugar, era como el cielo en el infierno y sin duda era el lugar en el que mis tormentas se calmaban. Agarró mi mano y atravesamos aquel lugar.
- ¿Este es el lugar? Da miedo. - pronunció mientras que sus piernas temblaban.
- No tengas miedo, yo te protegeré. - sabía que no corría peligro, pero quería que se sintier a salvo. Caminamos agarrados de la mano y comenzamos a caminar por esos pasillos hasta llegar hasta el jardín. - Abré los ojos, mira. - pronuncié al percatarme de que sus ojos estaban cerrados.
- ¿Esto es el cielo? - pronunció tras dejar atrás las galletas y mirar atónito ese lugar.
- Lo hizo mi padre para mi madre. ¿A que es bonito? - pregunté con una sonrisa. En ese momento escuché algo detrás de mí, fui a girarme cuando me agarró rápidamente y me levantó del suelo.
- Suéltala. - expresó Tae mientras que intentaba hacer daño a Jungkook.
- Vaya, hoy traes compañía. - pronunció tras agacharse para estar a la misma altura que Tae. - ¿Cómo te llamas muchacho? - me dejó en el suelo y luego le miró.
- Taehyung. - pronunció orgulloso de aquel nombre.
- Tienes agallas. - le zarnadeó el pelo. - ¿No deberías estar en casa? - preguntó tras mirarme.
- Quería enseñar esto a Tae.
- Vaya, así que ya hay tanta confianza. ¿Qué tal si le enseñamos esto a Tae? - me tendió la mano por lo que se la agarré.
- Vamos. - pronuncié con una sonrisa.
- Por cierto, me llamo Jungkook y soy el rey del infierno. - su rostro palideció durante un segundo. Aunque tras ver mi sonrisa le tendió la mano.
- El abuelo, nunca te haría daño. - expresé.
- Jungkook, mi nombre es jungkook no abuelo. Además, ¿Dónde has visto un abuelo tan atractivo y joven? - preguntó un tanto presuntuoso.
- Eres el más guapo del mundo. - respondí.
- Siento que tu padre querrá matarme si lo oye. Me conformo con ser el segundo.
- Entonces, yo seré el primero. - respondió Tae.
Fin del flasback
Sin pensarlo demasiado, cree un portal y fui hacia el jardín, por un segundo deseé volver a estar en aquella época.
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Hija del cielo y del infierno (tercera parte de enamorada del diablo)
FanfictionEs la tercera parte de enamorada del diablo. Después de un tiempo de tranquilidad y de paz. La pequeña Katia ha crecido hasta convertirse en una adolescente. Es ahora cuando comienza a expresar su curiosidad por las cosas que hay más allá de su mund...