Demasiados secretos

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Narra Tae.

Sabía que habíamos entregado a Jungkook a morir, pero no podía hacer nada, ni siquiera era capaz de protegerme a mí misma, ¿Cómo iba a poder hacer algo contra ese monstruo? Era un cobarde lo sabía, pero no podía más que huir.

- Katia. - pronunció Jimin tras ver que se paraba en seco.

- No puedo, no puedo dejarle allí, adelantaros os alcanzaremos. - en sus ojos había miedo, miedo por perderlo, pero yo tenía miedo de perderla a ella y aunque fuera egoísta la detendría.

- No puedes ir, ya le oíste... él se encargará.

- Tú no lo entiendes, él tiene que salir vivo de esto. - después de aquellas palabras se marchó rápidamente a buscarlo.

- ¿A que se refería? - preguntó Jimin tras mirarme.

- No lo sé, últimamente creo que no entiendo absolutamente nada de lo que dice, es como si hubiera algo más, algo que no puede contar, porque desde que regresó, todo su mundo se reduce a Jungkook. 

- Veo que estás molesto, supongo que ahora somos compañeros de desgracias, yo fui dejado atrás tras darse cuenta que tenía sentimientos por ti.

- Lo siento

- ¿Por qué deberías de pedir perdón? Creo que Katia se vio influencia por ese ángel, por Hoseok.

- Es posible, tienen un vínculo que no puedo explicar, es como si estuvieran unidos por alguna razón. De hecho, a veces he pensado que parecía más familia que Jungkook. 

- Espera, ¿Qué? ¿Jungkook y Katia son familia? - preguntó Jimin atónito.

- Algo así, pero no tiene sentido, porque de ser así todos le hubieran detenido, porque sería un amor prohibido por parte de ambos. 

- Creo que hay secretos que no sabemos. - añadió Jimin tras mirarme.

- Sé de alguien que lo sabrá y esa es Katia. Además, desde que se la llevaron, todo cambió. Estaba todo bien, hasta que le borraron la memoria y ahora, aunque la ha recuperado, parece que sus sentimientos cambiaron.

- Bueno,  por ahora solo tenemos dos opciones,  puedes seguir haciéndote todo tipo de preguntas o puedes ir a buscarla y ayudarla.

- Vamos. - dejé por un segundo todo eso y después fui rápidamente hacia donde estaba Katia. 

Cuando llegamos, ella estaba luchando con el monstruo, por un segundo pensé que necesitaría ayuda, pero lo que vi en ese momento, me hizo saber que si hacía algo solo sería un estorbo. 

Hija del cielo y del infierno (tercera parte de enamorada del diablo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora