Después de desayunar los chicos fueron rumbo al último cuarto secreto, algo le decía a Itachi que no sería nada normal la visita a ese cuarto.
Los chicos recorrieron las antiguas calles llenas de pasto hasta llegar al último lugar, Naruto toco la entrada con su sangre y la entrada se abrió, como en los otros cuartos había un pasillo oscuro y llegaron a un lugar amplio el lugar parecía vacio solo había una gran mesa y nada más, en eso apareció Hitomi que se acerco a los muchachos pero cuando iba a hablar, la mesa se ilumino de repente y apareció un rollo de pergamino de color dorado encima.
-Hola chicos-dijo Hitomi asustada al ver lo sucedido y tratando de distraer a los chicos para que no se acercaran a la mesa.
-Hola Hitomi-san-dijeron varios.
-Hola abuelita-dijeron Hinata y Karin.
-Buenos días Hitomi-sama-dijo con respeto Shino.
-Naruto no vas...-la sombra de la mujer quedo helada al ver que el rubio se dirigía a la mesa.
Naruto caminaba como sonámbulo hacia la mesa. Hinata corrió y trato de detenerlo pero el chico siguió caminando como si nada, el chico sentía el llamado de la mesa más bien dicho del pergamino, Hinata se adelanto al rubio y para evitar algo malo intento abrir el pergamino pero no pudo.
-Hinata-chan es imposible detenerlo ahora-dijo Hitomi consternada.
-¿Por qué abuelita?-dijo la pelinegra casi llorando.
-Porque Naruto ha sido escogido para firmar un contrato de invocación, solo espero que no sea nada poderoso, como un sapo o una comadreja, porque esta habitación es donde se guardan los contratos de invocación de casi todas las criaturas salvos la que ya tienen contratos, como Jiraiya que tiene el contrato de los sapos o Tsunade que tiene el contrato de las babosas, todas las criaturas imaginables tienen aquí su contrato de convocación-explico Hitomi.
-Quiere decir que este cuarto es el salón de las invocaciones-dijo Itachi.
-Exacto joven Uchiha-dijo la mujer.
Naruto llego a la mesa y procedió a abrir el contrato cuando lo abrió una especie de potente rugido salió del contrato que paralizo a todos.
-¿Por qué nada con este chico puede ser normal?-se quejo Hitomi.
-Es algo que me he empezado a preguntar Hitomi-sama-dijo Itachi.
-¿Qué tiene de especial ese contrato abuelita?-pregunto preocupada Hinata.
-Lo que pasa querida que tu novio acaba de abrir el contrato de invocación de dragones, aunque en cierta forma lo esperaba-reconoció Hitomi.
-¿Por qué lo dice Hitomi-sama?-pregunto Konan.
-Por las espadas que eligieron ayer a Naruto-chan, sinceramente esperaba que no tuviera que firmar el contrato con los dragones, pero que se le va hacer-dijo con resignación la mujer.
De repente Naruto se giro al resto.
-Disculpen pero ¿Qué tengo que hacer?-pregunto confundido el rubio con una sonrisa boba.
A todos les salió una gota en la frente.
-Debes provocarte una pequeña herida en un dedo y escribir tu nombre con tu sangre y luego poner tus huellas dactilares de todos tus dedos de las manos debajo de tu nombre eso es todo-explico Hitomi.
-Hitomi-sama ¿Por qué le dijo que los dedos de la mano?-pregunto Fuu.
-Es simple porque tengo la impresión que si no se lo digo sería capaz de poner los dedos de sus pies-explico Hitomi.