Amanecía un agradable día en Konoha, el sol empezaba a calentar la aldea mientras el Hokage planeaba su pequeña venganza en nombre del chico de cabello rubio que tanto había sufrido. Los rumores sobre que alguien había atacado al clan Hyuga, y no solo los habían atacado sino que también los habían derrotado se habían regado por toda la aldea, nadie podía comprender ¿Cómo había sido derrotado el clan más poderoso de Konoha? Los rumores iban desde que había sido una revuelta del la rama secundaria, pasando por una locura temporal de uno de sus miembros, para acabar en que el mismísimo Raikage había venido a destruir al clan, nadie sospechaba que el clan había sido atacado nada más ni nada menos que por Naruto, a media mañana había otro rumor que competía con las teorías de quien había atacado a los Hyuga, ese rumor decía que el chico demonio finalmente se había largado de la aldea y eso los ponía a todos de buen humor.
En algunos lugares de la aldea habían aparecido carteles citando a todos los habitantes a una reunión general que iba a realizarse en frente de la torre Hokage a las 11 de la mañana. Al leer los carteles rápidamente empezaron las especulaciones, pero la que adquiría más fuerza, era que el Hokage iba a anunciar que el chico demonio se había largado.
A medida que la hora de la reunión se acercaba, la gente cerraba sus locales comerciales, y se apresuraba a llegar al lugar de la cita.
En el hospital los Jounin derrotados por Naruto intercambiaban sus opiniones.
-Fue increíble, nunca me imagine que el estilo Ryū no shinjitsu, fuera tan impresionante-decía Gai emocionadísimo y con llamas en los ojos- tendré que entrenar mucho más si quiero estar a la altura de Naruto, ya que su llama de la juventud arde muchísimo.
-Gai-dijo Kurenai-ayer corrimos con suerte.
-Kurenai tiene razón Gai-dijo Asuma-si Naruto hubiera querido matarnos lo hubiera hecho sin siquiera sudar, ustedes no alcanzaron a ver como derritió el suelo cuando lanzo el Gokakyu no Jutsu, fue impresionante y luego cuando uso su Rasengan con fuego, solo de recordarlo tiemblo.
-Creo que tienen razón Kurenai y Asuma-menciono Kakashi quien hasta el momento había estado callado-Naruto se ha hecho muchísimo más poderoso que cualquier shinobi de Konoha, quizás solo Hokage-sama podría hacerle frente, quizás no, no me gustaría estar en esta aldea si él viene a destruirla.
-¿Cómo te derroto a ti Kurenai? –pregunto Gai.
-Logre meterlo en mi mejor Genjutsu, pero el logro revertir mi propio Genjutsu y hacerme caer en el, si me preguntan fui la que salió mejor parada, pero según supe, con Inoichi Yamanaka y Tsume Inuzuka, no tuvo tanta piedad, uso su Taijutsu y les quebró los brazos y piernas para luego cerrarles los puntos Tenketsus, según escuche a los doctores por la expresión de dolor de sus rostros el dolor debió ser horrible.
-¿Sabes que técnica uso?-pregunto Kakashi.
-Algo así como castigo celestial-contesto la Kunoichi.
-¡Que el castigo celestial!-dijo Gai antes de dar un silbido-que mala suerte tuvieron.
-¿Conoces la técnica Gai?-pregunto Asuma
-No pero conozco su efecto en el cuerpo del oponente-respondió el maestro del Taijutsu-cuando se realiza ese complicado movimiento tu rompes huesos y cierras puntos Tenketsus a altísima velocidad y todo a la vez, si Kakashi viera a Naruto realizar algún movimiento del Ryū no shinjitsu con su Sharingan activado solo vería un resplandor blanco nada más.
-Madre mía, ¿se puede hacer eso?-pregunto angustiada Kurenai.
-Si me hubieras preguntado hace dos días te hubiera dicho que no, sin embargo hoy puedo decirte que existe una persona que puede hacerlo y esa persona es Naruto Uzumaki-dijo Gai.
