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🍒 Capítulo 54🍒

La alemana caminó a lo largo del pasillo del departamento de investigación de SPW. Se sentía importante allí dentro. La recibió el señor Keenan con una agradable sonrisa mientras la conducía a su puesto de trabajo. Comenzaron a hablar amistosamente.

-Como se habrá dado cuenta, necesitamos más trabajodores en esta área, específicamente en el área de stands. Nosotros ocupamos tanto los nombres coloquiales como los nombres oficiales, pero en sus informes debe colocar todos los nombres oficiales. En cualquier caso, usted tendrá que "salir a terreno", como dirían mis amigos de vialidad -Adalia lanzó una pequeña risita.

-¿Qué quiere decir eso, señor Keenan? -Preguntó la rubia.

-Tendrás que estar presente en algunos procedimientos que no son "descriptibles" por decirlo de alguna manera -Adalia asintió-. Tendrá que hacer un curso acerca de esto primero que todo. Le presentaré al equipo dentro de breve. Están en la tercera planta calculando la densidad del líquido Groético.

Ambos siguieron caminando por la gran sala de recreación del segundo piso. Los ojos de Adalia se contrajeron. Allí estaba... Claude. Sí, era él. Con su rostro escueto y su pelo a medio pintar de rubio. Compartía alegremente junto a una chica totalmente opuesta a lo que era Adalia, físicamente. Delgada, de cabello oscuro al igual que sus ojos. Esa debía de ser Loana. Quedó mirándolos por unos segundos.

-Esos de allí son los dos sujetos de prueba que tenemos, señorita Schneider -Le comentó Keenan. Ella se exaltó al oir la voz de él.

-¿Claude Pendragon y Loana Faucheux? -Su compañero asintió.

-Ellos son inofensivos ahora. Sus stands están bajo control, aún los investigamos -Adalia tragó saliva con algo de inquietud.

-Entiendo -Bajó la mirada-. El otro día me encontré con Jean Pierre Polnareff y me contó que quería entrar, ¿Qué hará si ingresa?

Hubo un silencio.

-Eso aún lo estamos evaluando -Respondió finalmente Keenan-. Por ahora atenderemos a los pedidos de la familia Joestar.

-¿La familia Joestar? -Adalia los conocía sólo por nombre y las historias que comentaban sus amigos.

-Ellos colaboran con nosotros. Dentro de poco un miembro de la familia se unirá a las instalaciones de Texas -Respondió con una voz escéptica su colega-. Donan su buenas cantidades de dinero para la Fundación. Es una especie de trueque justo.

Adalia y Keenan subieron las escaleras hasta el tercer piso. Si bien, el señor Keenan, se podría decir que era el "líder" del equipo al coordinar todas las acciones en la investigación acerca de los stands, él trabajaba como uno más en el equipo. Cuando llegaron y abrieron la puerta, Adalia se encontró con un panorama curioso. La mayoría de los científicos e investigadores eran igual de jovenes que ella a excepción de uno o dos. Todos se la quedaron mirando y ella se puso algo nerviosa. Observó al rededor suyo y vio una pizarra con los dichosos calculos que dijo Keenan.

-Ésta es nuestra nueva compañera de trabajo, Adalia Schneider. Linguini, tú harás equipo con ella. La señorita fue bien reconocida por el señor Musso así que podemos confiar en ella -Un chico de cabellos castaños y rizados se levantó y se acercó a Adalia- Y bien, ¿Cuánto nos dio?

De pronto la sala se hizo un alboroto entre papeles y vociferaciones. Linguini observó a la rubia con curiosidad. Era más alta que él y mucho más corpulenta también.

-Hola -Dijo con un tono tímido.

-Hallo, mucho gusto -Ella sonrió y estrechó su mano con la del chico.

-Te explicaré un poco lo que hago aquí, así que démonos una vuelta mientras ellos se ponen de acuerdo -Ella asintió.

Ambos se fueron al pasillo de donde se encontraba aquella sala. Antoine Linguini era un chico graduado en ingeniería en prevención de riesgos el cual tomaba un papel de semi-asistente en los experimentos realizados en aquella área. También, se refirió un poco a su equipo como "muy dispar, pero muy unido".