🍒 Capítulo 33 🍒

290 38 18
                                    

Polnareff y Adalia conversaron bastante el tema a que venía ella. Básicamente quería decirle todos sus descubrimientos a Kakyoin, pero al parecer no era nada nuevo. La rubia se sentía abrumada por esto. Aunque lo estaba, más que nada, por los coqueteos y la forma de expresarse del albino. Aunque su misión de saber más a cerca del tema la intrigaba más.

-¿Puedo usar el baño? -Preguntó para quitarse ese nerviosismo suyo.

-Adelante, mademoiselle -Sonrió Polnareff-, está allí. Perdón si está algo desordenado.

Adalia, al entrar, respiró aliviada. No estaba acostumbrada a que la trataran así. No eran insultos ni mucho menos cosas feas. Era dulce. Aunque no entendió una cosa ¿Eso...? ¿Esas eran burlas? ¿O acaso era una dulzura falsa para manipularla? Abrió la llave del agua y dejó que su mano tocara el líquido. Su mano acarició su cuello. El agua estaba heladísima. Definitivamente, era un hombre dulce que no conocía de nada. Tras tantos años de burlas en la escuela y chistes crueles en su otro trabajo, era algo a lo que no estaba acostumbrada, ya había aprendido a reírse de todo. Hasta de aquello que no estaba segura se reía. El platinado le recordaba mucho a Kakyoin con sus maneras. Aunque él no coqueteaba, era un amigo más. Sí, quizá uno de los mejores que tenía. Sus otros amigos y amigas estaban en Alemania, los podía contar con los dedos de las manos y agregaría un dedo más para Noriaki. Tenía que despejar sus pensamientos: centrarse. Quería saber de los stands. Por supuesto, a eso venía.

Se arregló un poco el pelo y volvió a salir. Encontró a Polnareff sentado mirando los apuntes de Kakyoin. Tan pronto como se dio cuenta de que ella había salido, los dejó y le sonrió. De pronto le entró mucha curiosidad lo que Polnareff tenía que decir de él mismo. Volvieron a retomar la conversación.

-Perdón, me perdí, ¿En qué íbamos? -Dijo Polnareff mientras Adalia volvía a sentarse.

-Estabamos hablando de las flechas -Le recordó Adalia-. No sé exactamente qué son.

-Bueno, son flechas, duh -Adalia rió-, pero están hechas con un material que no pudimos encontrar Kak y yo. Despiertan a los stands, según un informe que me dieron en SPW tras que Kak despertara.

"Tras que Kak despertara", repitió mentalmente Adalia "Soy el chico medio-cíborg de hace unos años", recordó. Eso sólo podía llevar a una conclusión. SPW salvó a Kakyoin. En realidad, SPW se encargaba de cubrir todo eso ¿Cómo? o mejor dicho, ¿Por qué? Reflexionó por un momento. Polnareff sonrió.

-¿Qué pasa, mi cielo? -Adalia lo ignoró. Estaba más ocupada pensando que en atender las palabras bonitas del platinado. Jean se hartó, suspiró y fue directo al grano- ¿Te preguntas cómo SPW puede encubrir todo esto verdad? 

Adalia lo observó. Asintió. Pasó su mano derecha por su cabello rubio. 

-Ni yo lo sé. Considero que es mejor que informen lo más posible a la población -Dijo Polnareff con aquella mirada seria que asustaba a Kakyoin hace un año.

-Eso puede traer más cosas malas que buenas -Afirmó la rubia-. La gente entraría en pánico de todas las cosas peligrosas que hacen gobiernos y corporaciones, para eso existe este filtro que aplica SPW. Para eso trabajo...

-No pensé que los defenderías, pero tienes algo de razón en tu punto, pero no puedo decir nada más que... Necesitamos saber más -Adalia observó a Polnareff.

-¿Cuánto tiempo le queda de universidad a Nori? -Los dos se pusieron a tono.

-Le falta el año que viene solamente -Respondió Polnareff-. Tras eso, nos uniremos a SPW.

-Está bien -Adalia observó su libreta, de su cartera sacó un lápiz y anotó esa información-. Veré que puedo planear, y hablando de planes, ¿Harán algo en el verano?

Aquí | Jojo's Bizarre Adventure|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora