Kakyoin dejó todo ordenado y se dio cuenta que recién eran las siete de la mañana. Iba a tener que aburrirse en casa mientras su madre y tía seguían durmiendo.
-Serás, Noriaki, serás... -Se dijo para él.
Pensó en qué hacer. No se le ocurría nada. Volvió a rebuscar en su maleta y sacó su estuche junto a su cuaderno. Ahora que tenía tiempo para hacer cosas, no sabía qué. Sus manos comenzaron a dibujar en modo automático. Miró lo que hizo. No le gustó, pero lo dejó ahí ¿Y si empezaba a hacer cosas más caricaturezcas? Era una posibilidad a considerar, pero cuando estas acostumbrado a hacer algo es difícil cambiarlo. Así que poco a poco fue deformando y probando las cosas que podían gustarle. Allí comenzó su busqueda de un estilo destacable en cuanto líneas. En cuanto a pinceladas, ese estilo le gustaba. No necesitaba cambiar eso, pero realmente sentía que su achurado era muy... No sabía como explicarlo. No le gustaba y ya. Se concentró en hacer algo que le gustará. Gastó unas tres o cuatro hojas probando, la siguiente fue uniendo las partes que le gustaban. Hizo una línea que atravesó todo su trabajo. Se asustó feo.
-¡Mamá! -Exclamó Kakyoin volviendo a estar dentro de sí.
-Siempre te asustas cuando te pones así, ¿Ten ya salió? -Su hijo asintió- está bien, me voy arreglar para ir al trabajo. Ah, y una cosa, Holy me dijo que Jotaro iba a venir, podrías ir a visitarlo.
-Sí, eso haré -Le dijo cortantemente el menor-. Por cierto, hice huevos fritos con carne. No es necesario que hagas el desayuno.
Mei observó a su hijo. Pestañeó varias veces. Estaba algo exaltada, sabía que a Noriaki no se le iría la rabia sobre ella, la de no saber sobre Nariko, tan rápido, pero aún así le hizo el desayuno.
Kakyoin sólo vio como su madre preparaba las cosas en silencio. Comió sin pronunciar más que un "itadakimasu" muy tímido. En cuanto a él, siguió dibujando mientras la observaba por el rabillo del ojo. Luego se fue al baño. Al salir se dirigió a las escaleras. Bajo arregladísima, como siempre lo hacía para ir al trabajo.
-Mamá, ¿Nariko se va a quedar aquí? -Preguntó Noriaki.
-No lo sé, pregúntale. Ya, ¡Nos vemos Nori! -La madre le lanzó un beso a su hijo, y este no reaccionó. Se sintió algo ofendida, aunque no se quejó y salió de la casa.
Pasaron unos minutos cuando Kakyoin se levantó y dejó de dibujar. Subió hacia su habitación y dio unos golpecitos en la puerta. Nariko lanzó un gruñido, parece que la había despertado.
-Soy yo, Nari -Dijo Kakyoin algo alterado-. Buenos días.
-Ngha, ya -Respondió la mayor-. Saldré en un momento.
-Te haré el desayuno -Noriaki movió la cabeza algo dudoso.
-No te preocupes, lo haré yo -Contestó con el mismo tono molesto su tía
-A-Ah, está bien -No se le ocurrió nada mejor que decir a Kakyoin.
Kakyoin bajó un peldaño cuando volvió a escuchar la voz de su tía refunfuñar. Rió por lo bajo y se fue al comedor a continuar con la exploración de su estilo de dibujo.
Pronto, salió Nariko de su pieza. Vestía como una verdadera diva y su pelo corto le daba ese look de rebelde. Fue a la cocina, donde allí se hizo el desayuno con lo que había preparado su sobrino. Salió comiendo el pan con huevo y carne y observó a Noriaki dibujar.
-¿Cuantos tienes así? -Preguntó ella.
-Más de diez -Contestó Noriaki-. Práctico mucho.
-Vaya... ¿Qué tienes planeado para hoy? Yo tengo que ir a Tokio -Dijo Nariko sin mucho interés en lo suyo-. Tengo que quedarme allá para ver la colección...
-Iré a casa de los Kujo -Respondió su sobrino sonriendo-. No sé si estará Jotaro, pero ir a compartir con la señora Kujo es muy divertido.
-Él pues, el asalta asilos -Nariko rió-. Perdón, perdón.
-Ya estoy acostumbrado a que me hagan esos chistes -Rió Kakyoin sin muchas ganas
Nariko lo observó. Terminó de comer y se fue al baño. Kakyoin suspiró. Pensó en Jotaro, Marina y la pequeña de ambos. Si es que no recordaba mal, se llamaba Jolyne. Era curioso como todos los Joestars siempre formaban la palabra "Jojo", ya sea con pronunciación o escrito. Se preguntaba si a Jolyne la podría llamar así, aunque se confundiría con su padre así que resolvió en llamarla "Joly" de forma cariñosa ¿Cómo sería la pequeña? Se hacía muchas preguntas. Nariko salió del baño.
-¡Adiós Nori! -Dijo alegremente mientras tomaba su bolso del perchero que había al lado de la puerta.
-Nos vemos, Nariko -Se despidió Noriaki.
Pasaron unos minutos en los que Kakyoin continuó en sus pensamientos. Levantó la vista. Se levantó y fue al baño. Comenzó a peinarse y a arreglarse. Ahora estaba solo.
-Supongo que no es tan malo después de todo -Comenzó a peinar su tirabuzón con suavidad. Veía como las hebras pelirrojas pasaban con dificultades a lo largo del peine-. Aunque sé que a veces el silencio es violento... Creo que me había cansado de eso.
Kakyoin comenzó a tararear una canción mientras intentaba peinarse. Luego recordó que podía hacer lo que quería. Salió del baño y subió a su habitación. Suspiró algo decepcionado; todo estaba hecho un desastre. Así que se armó de ánimo y comenzó a ordenar su pieza. Quizá su tía no era tan parecido a él como creía. Al terminar, revisó el armario. Al abrirlo, se exaltó al ver que toda su ropa vieja estaba allí. También estaba el otro uniforme de la escuela que estaba ya algo bastante viejo. Kakyoin lo tomó. El que usó en su viaje a Egipto lo tiraron, era irreparable, ¿Cómo demonios pudieron repararlo a él? Noriaki movió la cabeza. Dejó el uniforme en la cama y siguió rebuscando en el armario. En los cajones inferiores encontró lo que buscaba: discos de Sting.
-Últimamente te haz vuelto muy popular, viejo -Le habló a la caratula de uno de los tres álbumes. Sonrió. Los sacó de su escondite y dejó caer otras cosas. Se puso rojo como un tomate-. Espero que no hayan revisado mis cosas. Qué vergüenza.
Rió nervioso. Volvió a ocultar lo que se cayó y cerró el cajón. Suspiró. Tomó el uniforme y se desvistió. Era raro volver a colocarse aquel atuendo estudiantil. Le quedaba apretado del pecho y de la cintura. Kakyoin rió de buena gana.
-Debo verme como un tonto -Rió él. Invocó a su stand enfrente de él-. Dime Hierophant, ¿Cómo me veo?
Kakyoin centró su vista en su stand. Se veía gracioso. Hierophant empezó a hacerle gestos mientras su usuario reía. Se quitó el uniforme y lo guardó ¿Para que lo quería? Seguramente de recuerdo. Agarró lo que quería de su habitación y usando a su stand bajó se una forma un tanto ridícula. Se colgó del techo y estiró Hierophant para llegar al suelo. Hacía mucho que no lo hacía. Al tocar el piso, Noriaki buscó dónde estaba el reproductor de música. "Maldición, ¿Dónde demonios está el reproductor? ¿Acaso los casetes ya no se usan en lo absoluto?" pensó. Justo cuando podía escuchar otra vez a Sting no podía. Finalmente decidió dar batalla y buscar el reproductor. Lo encontró empolvado y malgastado bajo el sillón junto a un paraguas y cinco calcetines sin par. De pequeño, allí solía esconderse cuando jugaba a las escondidas con Ten. El sillón estaba hecho de tal forma que su alto era rodeado por paredes de madera. Era un escondite perfecto. Después de limpiar y probar que todo este bien con ese aparatejo, colocó los casetes que quería escuchar.
-¡Sí! -Exclamó- ¡Nunca se acuerdan de estas canciones y son geniales!
Noriaki volvió al baño cuando por fin podía bailar y cantar las canciones de su artista favorito. Se llevaría esos álbumes para que Polnareff haga magia y estén en discos. Así su música preferida no quedaría obsoleta a causa del formato.
Se desvistió y giró la llave del agua. Sentir el agua fría en un día cálido era lo mejor. Se bañó con una calma que hacía tiempo no conocía. Lo suficiente que le dio tiempo para pensar. Aún no tenía sus ideas claras respecto a su madre, y sobre Nariko, aunque era muy temprano aún para juzgar, la consideraba como alguien demasiado importante como para saltarsela. Quizá... Ella era la primera persona de su familia que lograba comprenderlo de una forma más parecida a como lo hacían sus amigos. Jotaro, Jean Pierre, Adalia... ¿A...dalia?
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Aquí | Jojo's Bizarre Adventure|
Fiksi Penggemar¿Cómo sería todo si Noriaki Kakyoin hubiese sobrevivido al ataque de Dio? ¿En que aventuras se habría metido si él no hubiera fallecido? ¿Cuánto hubiese cambiado el universo de Jojo's Bizarre Adventure? Ésta historia va sobre todas estas incognitas...