El calor del verano bajó al frío en Francia. Se aproximaba el cumpleaños del platinado y el pelirrojo aún no sabía que darle para agradecerle toda la ayuda que le ha brindado sin que este se diera cuenta. Estaba pintando un cuadro mientras pensaba esto. "Fundamentos de la pintura I", era el nombre provisional que le tenía a la obra. En realidad era la asignatura para la que debía de presentar ese lienzo. Pero Kakyoin insistía en un "¿Lo estaré haciendo bien?".
Ambos estaban en el apartamento, mientras unas nubes oscuras amenazaban con humedecer el ambiente. Humedecer. Humedeció el pincel y sacó todo el acrílico de él ¿Que pintaba? A Chariot. Era un bosquejo rápido y que comenzó a pintar de inmediato. El fondo primero, el cuál consistía en un cimiento poco definido en el cual podían verse llamas. Modificó el aspecto de Chariot para hacerlo parecer más un humano que un stand. Noriaki sabía a la perfección lo que representaba cada cosa del lienzo. Agregó una bandera de fondo, destruida por las llamas mismas. Podía poner como explicación que era un caballero que defendía a Jean D'arc, pero en el fondo sabía que todo eso era un pretexto.
"¿Lo estaré haciendo bien?", se alejó del cuadro para verlo. Le gustaba. Pero en los ojos que boseteó vio algo, ¿Soledad en su estado puro? ¿Estará dándole vueltas? ¿Cómo lo hacía cuando con quince años dibujaba retratando su situación? La misma que el caballero plateado. Kakyoin frunció el ceño. Le estaba dando un doble significado.
Sintió un escalofrío en la espalda, "¿Lo estaré haciendo bien?". Noriaki bajo la vista a la paleta de colores que tenía, unos hermosos colores que resplandecían ante el ambiente aguado de París. Kakyoin se mordió el labio, pensando en cuál sería su siguiente movimiento. Prosiguió. Los ojos de aquel bosquejo lo seguían. Suspiró. Agudizó el oido para escuchar a su al rededor. Entre el tecleo y clickeo de Polnareff trabajando, no había mucho más que escuchar más allá del bullicio de las calles de París al caer el sol. "Hoy estoy raro, y no sé porque... Nada extraño me ha pasado" pensó el pelirrojo.
Húmedo, que ambiente más húmedo. Las gotas se asomaron por la ventana. Noriaki se acercó al balcón y empezó a sacar las cosas que tenían allí, ropa, toallas, zapatos. Los entró y los dejó en el pequeño sofá que compraron entre los dos. Miró por el ventanal. Las gotas caían con intensidad. Las luces empezaban a parpadear dentro de las vista de Kakyoin, pero no quitó la mirada de allí. Húmedo, la ropa se humedeció. Volvió a su trabajo para la universidad.
El atril, el cartón entelado, los acrílicos, los pinceles, el agua. Todo eso le recordó a su "antiguo yo". Los miró. Soledad, humedad, pinturas, rodeado de aquello y de ello, acompañado de la extrañaza dentro de su ser, sintió un pulso en su corazón. No, no era físico. Kakyoin desvió la mirada y continuó con su trabajo. Detalló unos espinos en el fondo. El cielo lo esbozó con un estrellas con una gran luna. La bandera destrozada se entremezclo con los arboles que pintó. Hizo pequeñas motas de polvo para darle ese efecto de estar en una guerra cruenta. Qué guerra. Comenzó, al fin, a pintar a Chariot, luego de unos minutos esperando para que la pintura secara.
Sus ojos, los pintó blancos a pesar de que el stand de Polnareff tenía la esclera de color amarillo pollito. A cambio, coloreo las pupilas de ese color junto a unas sombras anaranjadas. Sintió una presión en el pecho, volvió a suspirar. Se relamió los labios.
Humedad, humedad era lo que caía a través de sus ojos violetas marcados con una línea pareja por Egipto. Por alguna razón estaba llorando. No quería volver al mismo chico miserable, pero la duda llega a todos, algunos intentan ocultarlo, otros lo aceptan y otros lo lamentan ¿Lo estaré haciendo bien?
Sollozó con aún más ganas. Conoció una chica hace un mes, le gustaba, aunque le apenaba ser tan vergonzoso para confesarle que quería amarla. Siempre le pasaba lo mismo, está vez sería mejor, está vez no sería como su antiguo yo. Miserable, tímido, con rechazo al cambio y miedo a la crisis. Tomo su pincel con fuerza. Continuó con su trabajo.
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Aquí | Jojo's Bizarre Adventure|
Fanfic¿Cómo sería todo si Noriaki Kakyoin hubiese sobrevivido al ataque de Dio? ¿En que aventuras se habría metido si él no hubiera fallecido? ¿Cuánto hubiese cambiado el universo de Jojo's Bizarre Adventure? Ésta historia va sobre todas estas incognitas...