La búsqueda de las flechas no fue inmediata, de hecho tuvo que pasar el resto del año para recién comenzar a planear como comenzarían. Pero primero, Keenan decidió contactarse con la sede de Estados Unidos y ver como comenzarían aquella travesía. Finalmente, entre ambas sedes se decidió que se haría una reunión en Texas junto a los participantes. Tres crusaders y dos integrantes de SPW.
-¡Ahhh! ¡Nunca he viajado en avión! -Exclamó Adalia- ¡Qué emoción! ¿Cómo es?
-Pues, nada del otro mundo, aunque al principio es un poco raro, pero te acostumbras rápido -Contestó Kakyoin sonriendo. Tomó algo de jugo.
-Sí, aunque Estados Unidos no es nada del otro mundo -Afirmó Polnareff.
-¿Cómo lo sa...? Ah, sí -Adalia bajó la cabeza intentando disculparse.
-No importa, Adi -Sonrió Polnareff con una mirada comprensiva. Ya no sentía dolor alguno ante el recuerdo de su hermana-. Será gracioso ver de nuevo a Jotaro y a ti por el otro lado. A ver, cómo te lo imaginas.
-Hmm -Adalia miró al techo llevándose una cucharada de lo que comían-. No lo sé, como un buen tipo. Aunque será raro ver a alguien más alto que yo, o sea, mucho más alto...
-Bienvenida -Rió Kakyoin.
Keenan entró al comedor dónde sus compañeros comían en su hora de almuerzo. Le gustaba que fueran unidos, porque sabía que si no lo eran, probablemente ocurriría una tragedia, y, conociéndose, se hubiese culpado a él. Porque nadie obligó nadie a hacer nada excepto a él. Movió la cabeza y se acercó al grupo de amigos.
-Hola chicos -Saludó el líder- ¿Qué tal les llegó la noticia?
-¡Ay! -Adalia no pudo contener su emoción- La verdad es que estoy muy emocionada.
Keenan rió.
-Me alegra escuchar eso. Oigan, tengo nueva información -Keenan se sentó al lado de los otros-. Lo que pasa es que si las flechas llegan a las manos equivocadas como narcotraficantes o mafias, claramente van a necesitar ayuda -Tomó algo de aire-. La ayuda que podemos aportarles es, basicamente, Faucheux y Pendragon. No tenemos más usuarios stand disponibles. Ya me ofrecí yo, pero mi jefe casi me corta la cabeza.
Adalia rió por lo bajo. El líder del equipo la observó y sonrió.
-Schneider, como miembro de SPW, tienes que hacerte cargo de cuando ocurra eso. Vas a tener que contactarnos con nosotros de alguna u otra forma. Esa es tu labor -Ella asintió-. También, no queremos que tú o la compañía de Jotaro se vean vulnerables con respecto a los stands. ¿Recuerdas que cuando estábamos presentando el líquido groético terminado, hiciste una pregunta? Bueno, eso ya lo tiene listo la sede de Japón, sólo nos tienen que llegar las cosas. Será un alivio para ellos saber que la colaboración resultó fructífera.
El platinado junto al pelirrojo miraron al líder del equipo con curiosidad exigiendo que hablase más. Para su suerte, lo hizo.
-Bien, según los informes de Japón, decidieron centrarse en una cosa que en toda una ropa para vestir. Según lo que nos dijeron, es para evitar el contacto con el virus groético. Nitza ya lo dijo, pero si tienes una herida el virus va a entrar a tu organismo, y como seguramente no tengas la convicción necesaria, morirías. Entonces, lo que hicieron en Japón es crear unos guantes especiales con los que poder defenderse a stands más o menos débiles -La rubia asintió mientras los otros dos amigos estaban muy atentos a lo que decía el líder-. También, lo otro que les iba a decir, si tienen algún problema tipo, no sé... Este ejemplo es muy pesimista, pero podría pasar; si a alguno de los tres tiene algún problema de salud AKA los dañaron físicamente, tienen que acudir a alguna base nuestra, da igual lo que sea. Hospital, gimnasio, laboratorios, centros de reciclaje, lo que sea, acudan allí. Si no hay una sede allí, vayan a un hospital en nombre nuestro ¿Entendido? -Todos asintieron- Aunque esto se lo van a volver a repetir cuando estemos allá. Buen provecho chicos.
-Gracias -Contestaron los tres y continuaron comiendo sin decir mucho más.
Finalmente, el pequeño grupo de búsqueda junto a su líder viajaron a Estados Unidos a la sede de Texas. El calor los estaba matando a todos, se habían acostumbrado demasiado al clima de Europa del Este. Aún así disfrutaron mucho el viaje a Texas, era muy divertido encontrarse en un desierto y luego pasar a los pinares de la zona. Kakyoin y Adalia estaban muy ilusionados con todo aquello mientras que Keenan y Polnareff estaban más concentrados en que iba a pasar a futuro.
-¡Mira, qué bonito es ese lago! -Exclamó Adalia mirando por la ventana del avión.
-¡Sí! -Respondió Kakyoin con la misma emoción.
-Chicos -Les llamó la atención el líder-, al aterrizar nos iremos directo a la sede. Tenemos que ver que harán y cómo. Ya me hago una idea de lo que tienen qur hacer, pero aún así...
-Eso es cierto, a lo mejor podemos entrenar junto a Jotaro. Eso nos haría muy bien, estoy algo oxidado la verdad -Polnareff asintió con la cabeza-. Si, nos haría muy bien.
-¿Entrenar...? -Replicó Adalia casi haciendo un puchero- Soy muy mala en todo eso...
-Yo también lo soy -Espetó Kakyoin-, pero aún así habría hacerlo. No tener un buen estado físico es peligroso para una misión así.
Adalia quedó con un vacío al escuchar el tono de Kakyoin. Se sintió mal por primera vez en mucho tiempo. Sólo bajó la cabeza, dando a entender que obedecería.
Al bajar del avión se encotraron con el sofocante calor que había en estado. Entraron al edificio de SPW, que, al menos estaba más fresco. Allí los recibió un hombre de apellido Porter que saludó muy afablemente a Keenan. Era extraño el como hablaban ellos, pero de seguro también lo hacían. Porter los condujo por las instalaciones qur eran muchísimo más grandes que la de Francia. Claro, estaba ubicado a las afueras de Houston, una ciudad muy relevante para el país. Allí se encontraban universidades importantes junto a la NASA, donde seguramente SPW haya colaborado con tecnología y financiación.
Cuando llegaron al departamento de stands de la sede, estaban sorprendidos por lo grande que era todo. Las oficinas de allí hacían que las de París parecieran como enanas. La sala de observaciones era mucho más cómoda junto a la cámara de pruebas. Keenan estaba encantado con todo lo que veía. Empezaba a querer tener una infraestructura tan buena como la de esa sede.
Luego de una reunión entre Keenan y Porter -en la que el grupo de búsqueda no participó-, fueron a un hotel que SPW pagó la estadía completa. Cada uno tenía una habitación en la que descansar con comodidad. Sin embargo, antes de entrar, Keenan dio una información que los inquieto un poco.
-Mañana debemos estar a primera hora en SPW -Keenan se dio la vuelta para ver al resto de su equipo-. Habrá una batalla. Y eso te incluye a ti, Schneider.
Adalia sintió una gota de sudor frío bajar por su frente ¿Ella? Comprendía las razones, pero no esperaba que fuera tan de pronto. Era repentino. Kakyoin la observó con algo de miedo por ella. Intentó ponerse en su lugar, por primera vez intentó pensar en como sería no tener un stand sólo porque su amiga no lo tenía. Su amiga...
-No te preocupes todo estará controlado, como todas las batallas de stands que hacemos en SPW. Por ahora descansen bien. Asegurense de hacerlo, mañana tienen que darlo todo -Y como si nada, Keenan se fue a su habitación en el hotel. Polnareff se acercó a Adalia.
-Te cubriré la espalda -Le dijo al oído. Ella asintió y Kakyoin los quedó mirando. El albino sólo le sonrió y se fue. El pelirrojo y la rubia se encontraban sólos.
-¿Qué harás? -Preguntó tímidamente él.
-¿Qué que haré? Pues hacer lo que me dijeron -Respondió con simpleza. Los ojos violetas la miraron como si leyera su mente. Pasaron unos segundos así.
-Tienes miedo -Afirmó con un hilo de voz-. Yo también.
-¿Cómo lo sabes? -Preguntó.
-Sólo lo sé.
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Aquí | Jojo's Bizarre Adventure|
Fanfic¿Cómo sería todo si Noriaki Kakyoin hubiese sobrevivido al ataque de Dio? ¿En que aventuras se habría metido si él no hubiera fallecido? ¿Cuánto hubiese cambiado el universo de Jojo's Bizarre Adventure? Ésta historia va sobre todas estas incognitas...