La noche comenzó a caer, y las luces de la residencia Polnareff empezaban a encenderse. La ventana de la sala de estar estaba abierta. Jean fumaba mientras miraba el cielo estrellado.
-Terminé de cocinar, vamos a comer -Le dijo Kakyoin desde la puerta de la cocina, la que estaba al lado de la escalera.
-Voy en un segundo -Polnareff exhaló el humo y dejó la colilla en el cenicero.
Jean fue a la cocina mientras se estiraba. Limpiar el polvo de la casa no fue fácil, y mucho menos con alguien como Kakyoin, el cual parecía abrumado -aunque no lo demostraba- por la cantidad de mugre que había. No estaba en la casa de hace años, ¿Qué esperaba?
-Itadakimasu -Kakyoin y Polnareff se sentaron en la mesa a comer. Era arroz con una ensalada. Simple, pero recargante de energía. Ambos comían en silencio.
-Esto me está trayendo muchos recuerdos -Polnareff suspiró.
-Ya me imagino... -Le respondió el pelirrojo- ¿Luego vamos al ático?
-Sí, pero sólo si ocupas a Hierophant para ver que no haya nada vivo ni nada por el estilo -Polnareff aputó a su amigo de modo amenazante.
-Está bien... -Respondió burlandose el pelirrojo.
Ambos, al terminar de comer, dejaron los platos en el lavaplatos y subieron las escaleras. Polnareff bajó la trampilla de un salto y junto a ella, se extendió una escalera. Kakyoin subió la escalera invocando a Hierophant Green, que, en un abrir y cerrar de ojos, se extendió por todo el ático.
-Sólo hay arañas ¿Quieres que las mate? -Polnareff asintió-, está bien... ¡Emerald splash!
El sonido de las esmeraldas surgiendo de los acuosos apéndices del stand del japonés se escuchó por toda la casa. Polnareff sintió que un escalofrío recorría su espalda ¿Las esmeraldas de Noriaki sólo afectaban a las cosas qué se pueden mover, no?
-Bien, está todo limpio, ¿Llevas una linterna, no? -Jean mostró el pequeño aparato con un foco.
-Es bastante luminosa, a pesar de ser pequeña -Kakyoin saltó de las escaleras.
-Tú primero, tú llevas la linterna -Polnareff suspiró asqueado.
Tras subir, y hacer que la sala esté iluminada, empezaron a explorar las diferentes cosas que tenían allí. Habían muchas cajas con diversos nombres "Recuerdos" "Jean" "Sherry" "Edith". Ambos se sentaron cerca de aquellas cajas. Un momento ¿Edith?
-¿Edith? -Preguntó Kakyoin. El mayor se acercó a donde revisaba Kakyoin.
-Edith era el nombre de mi madre -Polnareff movió la caja- ¡Woah! Sí que está pesada. Vamos a abrirla.
Ambos abrieron la caja y observaron su interior. Quedaron sorprendidos al ver un montón de joyas de oro y platino con gemas incrustadas como rubíes, zafiros, cornalinas y jaspes. Lo que dijo Kakyoin al ver la trampilla era una broma, pero se hizo real. Habían muchas fotos, unos libros de canto y música bastante gruesos. Kakyoin tomó un álbum de fotos, el cual Polnareff le quitó de las manos.
-Te aguantas, es mi mamá, ni que fuera Holy -Kakyoin se sonrojó con la burla del francés.
El platinado empezó a observar aquellas fotos fascinado. Ni él, ni Sherry pudieron conocer lo que fue su madre, su padre estaba ausente todo el día, y aquello era un verdadero tesoro. Polnareff tuvo un pequeño tic nervioso en su ceja. Cerró aquel álbum de fotos con la garganta apretada. Lo abrazó.
-¿Y? ¿Me lo vas a mostrar? -Le dijo el japonés. Polnareff negó con la cabeza.
-Esto es demasiado bonito -Logró decir-. Al parecer mi madre era muy exitosa... Luego lo vemos ¿Va?
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Aquí | Jojo's Bizarre Adventure|
Fanfic¿Cómo sería todo si Noriaki Kakyoin hubiese sobrevivido al ataque de Dio? ¿En que aventuras se habría metido si él no hubiera fallecido? ¿Cuánto hubiese cambiado el universo de Jojo's Bizarre Adventure? Ésta historia va sobre todas estas incognitas...