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🍒 Capítulo 29 🍒

Kakyoin retiró a Hierophant por unos segundos. Veía como el hombre desgarbado corría hacia él. Su hombro derecho le dolía bastante y tenía una mordedura más abajo. "Demonios... Siento que..." Noriaki se iba a dar por vencido, pero algo insistió en seguir. Algo. No sabía bien qué. "¡No! ¡Tengo que luchar!" pensó intentando animarse. Dio una voltereta esquivando al hombre.

-Me gustaría haber hecho equipo contigo -Paró en seco Claude-. Pero fuiste un triador junto a ese inútil de Jean Pierre.

La furia silenciosa de Kakyoin se iba desatando poco a poco. Fruncía el ceño, y sus dientes ejercían presión entre ellos. Intentó calmarse.

-Me gustaría saber porque me odias también, me refiero, con más profundidad -Bufó el pelirrojo.

Por un momento la pelea paró y la chica rubia los observo mientras respiraba con fuerza.

-El amo Dio me enseñó a vivir -Dijo Claude-. Mis hermanos lo acogieron como un Pendragon más, y yo lo quería a él, y él a mi. Tú no tienes ni idea de lo mucho que me importaba para mi. Tú fuiste el responsable de su muerte. Tú le dijiste a los Joestars, tú... ¡Tú eres la raíz del problema!

Claude se abalanzó contra Kakyoin y el pelirrojo lo sostuvo de las muñecas. Mrs. Fear lanzó una de las esferas explosivas cerca de ambos y esperó al momento correcto para detonarla. Hierophant se extendio por el cuerpo de ella y empezó a apretarla.

-Claude, perdón -Dijo Mrs. Fear.

Click

Claude y Noriaki salieron disparados a lados opuestos. Mrs. Fear se retiró junto a Hierophant Green. Pasaron unos segundos sin que haya un movimiento. La pobre chica estaba paralizada observando la sangre en el piso ¿Qué podía hacer ella? Se arrastró y se levantó. Con el intenso dolor en su pecho, comprobó los signos vitales de Kakyoin. Vivía. Suspiró aliviada e intento despertarlo moviendolo a pesar de que cada movimiento que hacía le dolía la herida.

-Sí aprecias tu vida -Dijo a duras penas Claude. Estaba de pie, sangrando-, vete.

-¡¿Por qué lo atacaste?! ¡Él no te hizo nada! -Insistió la rubia. Sintió que debía defender al inconsciente. Tenía que hacerlo.

-Vete de aquí, gorda -La mujer no reaccionó y volvió a intentar despertarlo- ¡Qué te dije, maldita vaca!

Kakyoin reaccionó y abrió sus ojos. Observó a la chica y al hombre encolerizado. En una especie de ritual, Claude miró al cielo del Louvre. Hermosas pinturas habían allí. En el cielo. Dio una bocanada de aire y suspiró. Volvió a observar a la rubia y al pelirrojo. Sentía odio contra ellos. A la rubia por ayudarlo. Al pelirrojo por decirlo. A los Joestars por condenarlo. A él, a Dio, a su Dio.

-Sólo estás retrasando su muerte. Ahora tú estás dentro de la lista a quienes tengo que quitarme de en medio -La chica ayudó a Kakyoin a levantarse-. Y si no soy yo. Será otro. Y si no es él, siempre habrá alguien. Vengaremos la muerte de Dio sea como sea ¿Estará en el Cielo? ¿Mi querido Dio? Oh mi Dio...

En las ojeras de Claude se asomaron unas lagrimitas y tuvo un pequeño tic nervioso en una ceja. Kakyoin lo observaba mientras intentaba comprobar si no se había roto nada.

-¡Esto es por tí! -Kakyoin invocó a Hierophant Green y lanzó un emerald splash al ver que Claude se acercaba, lo dejó aturdido. La mujer gritó aterrorizada- ¡Por Dio!

Mrs. Fear se levantó del cuerpo atontado. Lanzó sus explosivos de las manos chillando y Kakyoin rodeó con sus brazos a la rubia intentando protegerla del estallido. Hierophant Green se hartó. En realidad, Kakyoin estaba harto. Sus conjeturas y temores de los seguidores de Dio eran reales, y lo enfurecia. Extendió su cuerpo rodeando hasta los pies a Mrs. Fear. Noriaki bufó levantándose del lomo de la mujer.