Adalia salió de la sala con rápidez. Buscó a Noriaki en los alrededores de la sala de observaciones, pero no hubo nadie con aquel pelo pelirrojo brillante ni con un tirabuzón. Siguió con paso pesado mientras pensaba dónde podía estar. Se el ocurrio en donde guardaban sus equipamientos, como mochilas, carteras, bolsos... Llegó trotando a ese lugar. Los cabellos rojizos daban la espalda a la puerta mientras el leve sonido del lápiz contra el papel se escuchaba en la sala.
-¿Nori? -Susurró Adalia acercándose.
Adalia lo observó algo conmocionada ¿Qué ocurría? ¿Porqué él estaba tan distante de ambos? Kakyoin dibujaba algo con rápidez, era Chariot derritiendose. Sin embargo... El papel estaba ondulado. Los ojos violeta de él estaban llenos de lágrimas. Adalia hizo una pqueña exclamación. Ella acarició el tirabuzón rojizo de su amigo preocupada. Sintió ganas de llorar junto a él.
-D-Dibujé esto para que puedas hacer tu informe -Tartamudeó Noriaki dando un suspiró al final. Evitó el contacto visual.
-Gracias -Dijo ella. Lo abrazó desde detrás. Estuvo un buen rato así mientras Noriaki intentaba no llorar. No podía hacerlo. Todo era tan gris...
-Adi -Sollozó el pelirrojo-. Me siento tan usado...
-¿Usado? ¿Por qué? -La rubia se mantuvo al margen. Sabía que si hablaba más, lo echaría todo a perder.
-No hemos hablado casi y... Bueno... Mis compañeros... ¡Ah! ¡Perdón! -Kakyoin intentó explicarlo, pero no le salían las palabras de la garganta- Quiero decir...
Hubo un silencio en el que las lágrimas fluyeron con calma por las mejillas de Kakyoin. Tomó aire para poder hablar.
-Todos se han aprovechado de mi aquí -Habló por fin-. Compañeros no me han pagado su parte de pinturas, me han puesto calificaciones injustas... Compañeras... Ahora esto... Yo... Lo siento, no puedo...
-Está bien, no tienes que decirlo si duele -Adalia apretó el abrazo. Eso reconfortó el pelirrojo que respiró con más calma-. Yo también tengo dolores así.
-¿Sí? -Murmuró él y ella asintió mientras se levantaba los lentes groéticos. Se pasó la mano por un ojo intentando calmarse.
-Sí. Supongo que todos somos como Pol-pol, odiamos hablar de nosotros mismos -Hubo un pequeño silencio y las lágrimas del pelirrojo cesaron. Ahora sus sentidos estaban concentrados en ella.
-Hai -Susurró. Se alejó de sus brazos para observarla. Los ojos de Adalia se empañaron y se acercó a él. Apretó sus manos sobre los brazos del pelirrojo y este se limitó a acariciar su espalda con algo de sorpresa.
-Perdón -Se disculpó ella-. Siempre que intento consolar a alguien me pongo a llorar, es algo que aún estoy intentando contrlar. Cuando era pequeña me llamaban die heulsuse... Bueno, fett die heulsuse...
-¿Qué significa eso? -Kakyoin se secó las lágrimas mientras ella se alejaba intentando calmarse.
-La gorda llorona -Suspiró ella-. Me costó mucho aceptarme, pero todos en mi familia somos así.
-Oh -Noriaki bajó la mirada-. A mi me decían Henjin, "El raro". Yo... Yo nunca acepté a los demás porque me sentía diferente. Todo por...
"Diferente" pensó Adalia "Eso es lo que dijo Polnareff". Se secó las lágrimas.
-¿Todo por? -Preguntó la rubia.
-Mi madre me dejaba solo tardes enteras cuando era pequeño... Ella tampoco me dijo acerca de mi tía, Nariko... Me sentía diferente porque nunca vi a alguien con un stand, todo eso hasta... -Adalia observó a Kakyoin.
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Aquí | Jojo's Bizarre Adventure|
Fanfic¿Cómo sería todo si Noriaki Kakyoin hubiese sobrevivido al ataque de Dio? ¿En que aventuras se habría metido si él no hubiera fallecido? ¿Cuánto hubiese cambiado el universo de Jojo's Bizarre Adventure? Ésta historia va sobre todas estas incognitas...