10. Mi Debut En La Sociedad.

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Olivia tenía una semana de estar encerrada en su habitación, y por más que alegará que se encontraba bien el duque siempre se negaba rotundamente a dejarla salir. 

A ella le sorprendió ver lo terco que el duque podía ser.

Durante esa semana el duque se quedó a dormir con ella, lo cual no era bueno para su corazón, el tenerlo tan cerca de ella hacía que su corazón se acelerará de tal manera que sentía que le saldría del pecho. 

Por suerte todavía le estaban dando la medicina que había recetado el médico, lo cual hacía que durmiera como un tronco durante toda la noche. 

Ese día después de tantas súplicas el duque había accedido a dejarla salir de su habitación, aunque solo fuera para la cena. 

Cuando bajó al comedor el duque ya la estaba esperando para cenar, al sentarse una de las sirvientas le trajo un plato de sopa, el cual olía de maravilla y sin más se precipitó a comer, mientras ella disfrutaba de su sopa el duque le dijo. 

__ Dentro de dos semanas habrá un baile en mi honor, ese día harás tu debut. 

Al decirle eso a Olivia, ella dejó caer la cuchara dentro de la sopa derramándola por toda la mesa.

_ ¿Ah...? 

El duque al ver a Olivia comportarse de aquella manera le dijo. 

_ Me parece que deberías de retomar tus clases de etiqueta con el profesor Wilson antes del baile. 

Olivia siempre pensó que el duque nunca la presentaría oficialmente ante la sociedad, ya que él sólo se había casado con ella por la insistencia del príncipe heredero y duque le había dejado muy claro a Olivia que él no tenía ningún interés en ella, por eso lo que le había dicho la había tomado por sorpresa, así que tímidamente le pregunto. 

_ ¿Está bien para mí asistir ese día?

Olivia le había dicho eso con esperanzas de que él se diera cuenta de que en realidad no quería decir eso y le dijera que se había equivocado.

_ Si, le contestó, ya le he dicho a Alfred que mande a llamar a una diseñadora para que te haga un vestido. 

Después de la noticia que él duque le acababa de dar a Olivia, ella no pudo disfrutar de la cena, después eso el duque no dijo nada más y terminaron de cenar en silencio, cuando Olivia regreso a su habitación Rose y Mari la estaban esperando, a las dos se les veía muy emocionadas y al ver a Olivia le dijeron. 

_ Mi lady, nos hemos enterado que hará su debut en el baile que se hará en honor al duque. 

_ Nos encargaremos que ese día nuestra lady luzca realmente hermosa. 

Eso era algo que Olivia consideraba imposible, pero como no quiso borrar la sonrisa de sus caras simplemente les agradeció por su buena voluntad. 

_ Muchas gracias, lo dejaré todo en vuestras manos.

Esa noche las sirvientas le prepararon un suntuoso baño de rosas, con aceites esenciales que tenían un aroma muy agradable, al salir de la bañera la piel de Olivia estaba más suave y su cuerpo desprendía un sutil aroma a rosas. 

Ellas peinaron y secaron el cabello de Olivia y cuando hubieron terminado la dejaron en la cama y se marcharon, Olivia intentó esperar al duque despierta pero al final el sueño le había ganado y se quedó dormida. 

Después de la cenar Leonard se quedó en su despacho hasta altas horas de la noche terminando el papeleo que tenía pendiente, cuando por fin terminó se dirigió a su cuarto a dormir y al pasar por enfrente del cuarto de Olivia se detuvo a ver como se encontraba y si no estaba en el suelo, cosa que no le extrañaría debido a su mal hábito de dormir. 

Al entrar en la habitación encendió una pequeña luz e intentó no hacer ruido para no despertar a Olivia, ella estaba durmiendo atravesada en la cama con las mantas aún lado y el camisón un poco más arriba de las rodillas y él pensó. 

Ella es un completo desastre, no me extrañaba que cogiera un resfriado con la manera en la que duerme.

Leonard se acercó a ella y la acomodo nuevamente en la cama, como él no se fiaba que Olivia se quedará así, él se metió en la cama, rodeó su pequeña cintura con sus brazos y la acercó a su pecho, al tenerla así él pudo sentir un suave aroma a rosas que desprendía el cuerpo de Olivia, el cual era muy agradable e hizo que él se relajara y se quedara dormido. 

A la mañana siguiente se levantó muy temprano ya que ese día tenía que ir al cuartel General a entrenar con sus soldados, pero cuando se disponía a levantarse Olivia enrollo sus piernas con las de él y deslizó sus suaves manos debajo de la camisa de Leonard, impidiendo que él se marchara, cosa que hizo que tuviera un reacción natural ante tal estímulo. 

No era que él sintiera deseos por Olivia, pero desde que se había casado con ella él no había tenido tiempo de desahogar su deseo con ninguna mujer ya que había estado muy ocupado defendiendo la frontera como para tener tiempo para eso, y ante el dulce aroma que desprendía el cuerpo de Olivia y la suavidad de su piel, no pudo evitar sentir deseo por ella.

Normalmente el siempre podía mantener sus deseos bajo control, pero debido a que tenía tiempo que no se desahogaba no pudo evitar que su virilidad se despertara. 

Leonard en ese momento quiso despertar a Olivia y darle rienda suelta a sus instintos y poseerla por completo pero tenía trabajo por hacer y no podía hacer eso, así que se levantó de mala gana de la cama y se dirigió a su habitación a darse un baño con agua fría para poder calmarse. 



 

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Mi vida como la esposa del duqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora