109. Regalo de bodas.

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Después de que Darius se fuera, Dafne se fue a su habitación, se dio un baño y se quedó pensando en cuál sería la sorpresa que tenía la madre Darius.

Al día siguiente, madam Margaret llegó a media mañana y le mostró varios diseños a Dafne para su vestido de bodas, ellas estuvieron toda la mañana eligiendo el vestido idóneo para ella.

Madam Margaret le prometió a Dafne que su vestido sería maravilloso y único y que todas las demás nobles sentirían envidia al verla.

Durante la tarde revisaron la lista de las invitaciones que serían enviadas a los nobles, y cuando por fin hubo terminado ya era la hora de la cena, ellos solían cenar juntos cada noche ya que y eso era algo que a ella le gustaba, los niños siempre eran escandalosos, Leonard y Olivia siempre les reñían ya que no les dejaban ni siquiera hablar tranquilamente.

Dafne al verlos pensó que extrañaría todo eso cuando se casara, cuando terminaron de cenar Olivia mandó a dormir a los niños y se quedó hablando un rato con Dafne y le dijo.

_ Hay algo que quiero darte.

Olivia sacó una pequeña caja de madera y se la dio a Dafne.

Dafne al ver lo que había en el interior de la caja se quedó un poco confundida, sacó una llave del interior de la caja y preguntó.

_ ¿Qué es esto?

_ Esa es la llave de tu casa.

_ ¿Que?

_ Ya que solo faltan dos meses para tu boda Leonard y yo pensamos en regalarle una casa, queda cerca de aquí y así podrás venir a visitarnos cada vez que quieras.

Las lágrimas rodaron por las mejillas de Dafne y le dijo a Olivia.

_ Muchas gracias.

_Hemos pensado en dártela antes de la boda, así podrás decorarla a tu gusto antes de que te cases y te vayas a vivir ahí, espero que te guste.

_ Estoy segura que me encantará.

_ Si quieres podemos ir mañana a conocer el lugar que será tu nuevo hogar, después de que te cases.

_ Darius me ha dicho que su madre me tiene una sorpresa, así que me gustaría ir a visitarlo mañana.

_ No te preocupes, podemos ir otro día a ver la casa.

_ Gracias.

_ Me alegro que te haya gustado nuestro regalo, ahora iré a ayudar a Amelia a acostar a los niños antes de que la pobre se vuelva loca.

_ Si.

Cuando Olivia se fue, Dafne se quedó mirando la llave de la casa que le había dado Olivia y se preguntó cómo sería su nuevo hogar.

Cuando Olivia entró a la habitación de los mellizos, Amelia corrió detrás de ellos para poder atraparlos y meterlos en la cama, cuando ellos vieron entrar a Olivia corrieron hacia ella y le dijeron.

_ Mamá queremos dormir contigo.

Leonard apareció detrás de Olivia y les dijo.

_ No, vuestra madre dormirá conmigo, ustedes ya están grandes y pueden dormir solos.

Los niños empezaron a llorar, se aferraron al vestido de Olivia y le dijeron.

_ Por favor mami, déjanos dormir contigo no queremos dormir solos.

Como los niños no paraban de llorar al final Olivia accedió y ellos se fueron a la habitación de Olivia y se metieron en la cama listos para dormir.

Leonard se quedó mirando a Olivia un poco molesto y le dijo.

_ Ya están grandes, deja que duerman solos.

Si no les dejaba dormir con nosotros se iban a quedar llorando hasta tarde y no iban a dejar dormir a nadie, yo estoy muy cansada ya que ayer no me dejaste dormir no tengo ganas de escucharlos llorar toda la noche.

Leonard abrazó a Olivia y le dijo.

_ Pero hace tiempo no estábamos juntos, creí que dormiríamos los dos solos.

_ Estoy segura que lo que tú quieres es hacer otra cosa en vez de dormir.

Olivia se alejó de Leonard y le dijo.

_ Hoy estoy muy cansada, vamos a dormir.

Leonard suspiró resignándose a dormir con los niños ya que por más que insistiera no iba hacer cambiar a Olivia de opinión.

Cuando todos estuvieron acostados los niños le pidieron a Olivia que les contará un cuento, ella estaba tan cansada que apenas podía mantener los ojos abiertos así que le dio el libro de cuentos a Leonard para que lo leyera él.

Leonard les leyó el libro y ellos se quedaron dormidos rápidamente al igual que Olivia, durante la noche Arun despertó a Leonard para que le acompañará al baño y cuándo ellos regresaron Olivia y Amber ya se habían adueñado de la cama y estaban durmiendo de manera desordenada.

Arun estaba medio dormido y se tiró sobre ellas y se quedó dormido rápidamente, Leonard tuvo que acomodarlos a todos nuevamente en la cama y durante el resto de la noche durmió a ratos ya que los niños se movían y le daban patadas todo el rato y se preguntó cómo le hacían para dormir tan plácidamente si se movían tanto.

Mi vida como la esposa del duqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora