8. Más cerca del otro (parte 1).

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Maldito idiota ve que estoy herida y me deja sola. Dijo Olivia.

Estaba maldiciéndolo, cuando de pronto entró él con un hombre de avanzada edad al cual incluso le costaba un poco caminar.

El duque se sentó en una silla cerca de la cama mientras el anciano se acercó a Olivia y le revisó las heridas y empezó a tratarlas sin decir una palabra.

Cuando hubo terminado de vendarle las rodillas le dio un pedazo de papel al duque y luego juntos marcharon de la habitación.

Ante aquella situación Olivia se había quedado un tanto desconcertada, ya que no sabía exactamente qué había pasado .

Un rato después de que ellos marcharán una sirvienta entró a la habitación con una bandeja de comida, Y de pronto recordó que no había comido nada desde la mañana.

_ ¿Se encuentra bien mi lady?

_ Si rose estoy bien...

Rose era una de las sirvientas más jóvenes que había en la mansión y la que se encargaba de peinar el cabello de Olivia cada día, ella le había traído una sopa poco espesa para comer y se le veía muy preocupada.

_ Le he preparado un poco de caldo por favor coma antes de que se enfríe.

_ Gracias.

Olivia comió unas cuantas cucharadas de sopa y Rose le dijo.

_ Me alegro tanto, todos estábamos muy preocupados por usted. Incluso el duque se veía preocupado y él mismo fue el que la trajo en brazos hasta su habitación.

Olivia se atragantó con la sopa.

_ ¿Qué...?

_ Cuando el duque llegó, le habló y usted se sorprendió tanto que se cayó de la escalera pero por suerte él la atrapó antes de caer al suelo, luego de eso usted se desmayó y como no despertaba el duque mandó a llamar al médico.

_ Cuánto tiempo he estado inconsciente.

_ Toda la tarde por eso estábamos tan preocupados por usted mi lady.

Cuando terminó de comer la sopa, Rose retiró la bandeja y la puso sobre una pequeña mesa.

_ Lamento haber hecho que se preocupen por mí, dijo Olivia.

Se escuchó el sonido de la puerta al abrirse, era el duque que entraba en la habitación.

_ Qué bien que sepas que has causado problemas. Le dijo Leonard.

Ya puedes retirarte, le ordenó a Rosé.

_ Mi señor, pensaba quedarme esta noche cuidando de la duquesa por si se le ofrecía algo.

_ Yo me quedaré con ella, si necesito algo te llamaré ahora puedes retirarte.

_ Como ordene mi señor.

_ ¡¿Qué?!, dijo Olivia exaltada.

_ Creí haberte dicho que no causarás problemas en mi ausencia y al regresar me encuentro que mi esposa se ha convertido en un muchacho travieso en vez de una dama.

Ante las palabras del duque Olivia se quedó de piedra, ya que no sabía qué decir.

_ Por hoy dejaré pasar lo que has hecho, espero que reflexiones y cambies tu actitud. Ahora bebe la medicina que el médico ha dejado, y ha dicho que debes estar en reposo durante unos días.

Como Olivia no sabía que decir solo asintió con la cabeza y se bebió el extraño brebaje que el duque le dio. Sabía tan mal que quiso escupirlo pero el duque la observó en todo momento y al final se lo tuvo que tragar.

Después de beberlo empezó a sentirme muy cansada y cuando se disponía a quedarse dormida, escuchó el sonido de la ropa al caer y abrió sus ojos de golpe.

El duque se había quitado la camisa y se estaba desabrochando el pantalón.

Al ver al duque sin camisa la cara de Olivia se puso roja, como si fuera un tomate, el pecho bien definido del duque era una verdadera maravilla y al verlo no pude evitar quedarse mirándole como una tonta.

_ ¿Te gusta lo que ves?, Preguntó.

_ ¡Que! No.. Yo solo... por qué te estás quitando la ropa

_ He dicho que me quedaría a cuidarte y ahora me preparo para dormir, no pensarás que voy a dormir con la ropa puesta, ¿No?

_ Pero... acaso piensas dormir desnudo.

_ Por supuesto, siempre duermo así, pero como hoy me quedo contigo me dejaré la ropa interior.

_ Pero....

Sin hacer mucho caso a las réplicas de Olivia él levantó las sábanas y se metió en la cama, inmediatamente ella se dio la vuelta, muerta de la vergüenza al pensar que el duque estaba acostado en la misma cama que ella.

Sobre todo porque él estaba prácticamente desnudo.

Olivia temblaba como un pequeño conejo al lado de él, cosa que le pareció un tanto divertido, pero aquello no duró mucho ya que al final ella se había quedado dormida.

Leonard estaba muy cansado así que se quedó dormido rápidamente, pero después de un rato se despertó desorientado debido a un golpe que había recibido en la cara.

Era Olivia quien le había despertado, mientras dormía daba vueltas en la cama y tenía su brazo en la cara de Leonard, y sus pierna encima de él, ella estaba babeando, al parecer era un desastre para dormir, hubo un momento que incluso por poco y se cae de la cama, en ese momento él entendió porque la sirvienta se quería quedar cuidándola, ella quería evitar que Leonard se enterara de su mal hábito para dormir.

Después de acomodarla varias veces en la cama Leonard se cansó de evitar que se cayera, así que la tomó entre sus brazos y de esa manera durmieron lo que restaba de la noche.

A la mañana siguiente Leonard se sentía aún más cansado que el día anterior, Olivia aún seguía entre sus brazos durmiendo plácidamente como un bebé, al verla dormir de aquella manera él quiso pellizcarle la nariz para que se despertará, pero al final me había contenido.

Ella era tan pequeña y delgada que incluso le daba miedo de aplastarla si la abrazaba con mucha fuerza.

Leonard se sentía tan cansado que no quería levantarse, él deseaba quedarse en la cama todo el día, pero aún tenía mucho trabajo pendiente así que se levantó, se puso la ropa y luego llamó a una sirvienta que cuidará de Olivia.

Mi vida como la esposa del duqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora