A la mañana siguiente Olivia se levantó muy temprano, la luz entraba por las ventanas de su habitación y los pájaros cantaban en su balcón, ella buscó a Leonard en la habitación pero este ya se había marchado a trabajar.
Olivia no tenía ningún trabajo del cual ocuparse sin embargo el día anterior se había quedado dormida temprano así que no tenía sueño, ella se levantó se lavó la cara y sacó de su armario una camisa color malva con bordados de flores blancas alrededor del cuello y de las muñecas y unos pantalones negros.
Cuando Amelia y las otra sirvientas entraron a la habitación de Olivia ella ya había terminado de vestirse y Amelia le dijo.
_ Mi lady porque no nos ha llamado.
_ No quise molestarlas ya que me levanté muy temprano.
_ Mi lady desea que le traiga el desayuno.
_ Si.
Amelia le dio la orden a las sirvientas que se retirarán y le trajeran el desayuno a Olivia mientras ella la peinaba.
_ Mi lady por favor siéntese para que pueda peinarla.
Olivia obedeció a Amelia y se sentó en una silla enfrente del tocador y al verse en el espejo se asustó, ella tenía el cabello como el de un león ya que el día anterior no se lo había secado antes de ir a dormir.
Amelia le rocío agua de rosas sobre el cabello para poder peinarla sin hacerle daño ya que ella llevaba el cabello como si un pájaro hubiera anidado en su cabeza.
Amelia comenzó a trabajar en su cabello moviendo sus manos hábilmente sin tirar de su cabello, ella le hizo una trenza y lo enrollo en un moño y lo ato con una cinta de color malva combinando así perfectamente con su camisa.
Olivia se sorprendía de lo hábil que era Amelia ella siempre lograba que su cabello se viera hermoso y elegante cosa que ella nunca había logrado antes, cuando Amelia terminó de peinarla las sirvientas entraron con su desayuno, Olivia se levantó de donde estaba sentada y se dirigió a la mesa donde le estaban sirviendo el desayuno, cuando ella hubo terminado de comer le preguntó a Amelia.
_ ¿Amelia dónde está el cachorro que traía ayer?
_ Está en el jardín con Mari mi lady quiere que lo traiga.
_ No está bien hoy hace un buen día iré al jardín.
_ Como desee mi lady.
Olivia se fue al jardín donde encontró a Mari que estaba cuidando del pequeño cachorro, pero este le gruñía cada vez que ella se le acercaba, cuando Olivia se acercó a ellos el cachorro corrió cojeando con su patita vendada hacia ella y comenzó a dar vueltas alrededor de ella.
El pequeño cachorro ahora estaba limpio y se veía aún más lindo que cuando ella lo había encontrado, Olivia agachó y lo tomó en brazos, el cachorro comenzó a lamerle la mano y movía la cola con gran alegría, Olivia le preguntó a Mari.
_ Veo que ya lo han curado, ¿le han dado de comer?
_ No mi señora, he intentado darle de comer pero no deja que nadie se le acerque.
_ No te preocupes tráeme su comida yo se la daré.
Mari sacó de una cesta un biberón con leche y se lo pasó a la duquesa, y ella preguntó.
_ ¿Qué es esto?
El cachorro aún es muy pequeño y no tiene dientes así que hay que a darle de comer con un biberón, Olivia se sentó en una banca que había cerca de dónde ella estaba y comenzó a darle el biberón al cachorro, al principio él lo olisqueó, al sentir el olor de la leche comenzó a comer poniendo sus Patitas sobre la botella.
Olivia al verlo comer le pareció tan lindo que se enamoró perdidamente de él, cuando el cachorro hubo terminado de comer este se acomodo en su regazo y se quedó dormido, Olivia acariciaba sus orejas las cuales eran suaves y esponjosa, y pensó que sería bueno darle un nombre y le preguntó a Mari.
_ ¿Qué nombre crees que le quedaría bien?
Mari se sorprendió mucho ante la pregunta de su señora y le dijo.
_ Mi señora acaso piensa quedarse con el cachorro.
Cuando Mari le dijo eso Olivia recordó que cuando el cachorro fuera lo suficientemente grande como para valerse por sí mismo debía de regresarlo al bosque, eso hizo que se le rompiera el corazón al pensar que debía separarse de él.
Leonard estaba en su estudio trabajando cuando al mirar por la ventana pudo ver a Olivia quien parecía estar sumamente triste y se preguntó qué era lo que le sucedía, él duque se tomó un pequeño descanso y se dirigió dónde se encontraba Olivia.
Al llegar donde ella estaba pudo ver como ella acariciaba dulcemente al cachorro de lobo que había encontrado el día anterior, Leonard se sentó a la par de ella.
_ ¿Qué te pasa?
Olivia había estado perdida en sus pensamientos y no se dio cuenta de la presencia de Leonard hasta que él no le habló y ella se sobresalto un poco haciendo que el pequeño cachorro se despertará y al ver al duque comenzó a gruñirle, Olivia le acarició la espalda para que el cachorro pudiera calmarse pero al parecer no le agradaba Leonard en absoluto.
Leonard se quedó mirando fijamente al cachorro con una mirada asesina que hizo que el cachorro se asustara y se hiciera una bola en el regazo de Olivia.
Olivia se quedó mirando a Leonard y pensó que él estaba siendo muy infantil, y le dijo.
_ Leonard no molestes al cachorro, él pobre aún está muy asustado por todo lo que ha tenido que pasar.
_ No le estoy molestando, y no deberías encariñarte demasiado de esa bestia ya que cuando crezca un poco más tendrás que regresarlo al bosque.
Cuando Leonard le dijo esto Olivia volvió a mirar al pequeño cachorro que estaba temblando en su regazo y con gran tristeza le contestó.
_ Si lo sé.
_ ¿Qué te pasa porque estás tan triste?
_ Es sólo que al pensar en que tengo que volver a dejarle solo en el bosque me parte el corazón.
_ ¿En serio?, tanto te gusta esa bola de pelos.
Olivia levantó la cabeza y miró a Leonard con su carita suplicante y le dijo.
_ Si es tan lindo y tan pequeño quisiera poder quedarmelo.
A Leonard le partía el corazón verla triste y le dijo.
_ ¿De verdad deseas quedártelo?
_ Si...
Leonard dio un largo suspiro y no pudo decirle que no a las súplicas de su esposa y le dijo.
_ Si deseas quedártelo dejaré que lo tengas pero si representa algún peligro para ti cuando sea más grande le mataré con mis propias manos.
Olivia al escuchar que se lo podría quedar, hizo que su corazón le saltará de alegría.
_ ¿De verdad me lo puedo quedar?
_ Si puedes hacer con él lo que quieras.
_ Muchas gracias por permitir que me lo quede eso me hace realmente feliz.
La sonrisa de Olivia hizo que Leonard el corazón de Leonard saltará aunque él no sabía porque pero verla feliz era algo que a él le gustaba mucho, y deseo poder verla así de feliz siempre.
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Mi vida como la esposa del duque
RomanceCompleta Olivia Carter es una joven de 16 años que toda su vida a tenido mala suerte y ahora se verá obligada a casarse con el temible duque de Forest para salvar a su familia de la ruina. GANADORA DE LOS ROMANTIC AWARDS 2020. Categoría mejor roman...