103. Nombre.

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Después de escuchar llorar a su bebé Leonard pensó que Olivia iba a estar bien, sin embargo ella continuaba dando gritos de dolor y cuando él iba abrir la puerta de la habitación, su padre lo detuvo y le dijo.

_ Esperá un momento, no puedes entrar hasta que tu madre no lo diga.

_ Ella sigue sufriendo aun después de que el bebé nació, necesitó ir a ver si ella se encuentra bien.

Mientras Leonard peleaba con su padre para que le dejará entrar a la habitación, se escuchó nuevamente el llanto del bebé y Olivia dejó de dar gritos de dolor, Leonard al pensar que quizá le había pasado algo a Olivia se zafó del agarre de su padre e irrumpió en la habitación.

Al entrar Leonard vio a su madre que sostenía al bebé en brazos, el médico se acercó a Leonard y le dijo.

_ Felicidades duque, la duquesa ha tenido mellizos una niña y un niño, ellos al igual que ella están bien.

_ ¿Eh?

Leonard estaba muy sorprendido al escuchar que Olivia había tenido mellizos.

Olivia estaba cansada y empapada en sudor y tenía al otro bebé al lado de ella, Leonard al verla pensó que se veía aun mas hermosa de lo usual, él se acercó a ella, se puso de rodillas junto a la cama sostuvo su mano y le dijo.

_ Muchas gracias, lo has hecho bien.

Olivia al ver a Leonard tan feliz le dijo.

_ Mira Dios nos ha bendecido con dos hijos.

_ Si.

Leonard quiso tocar al bebé que estaba junto a Olivia sin embargo al verlo tan pequeño retiró su mano, Olivia al verlo tomó su mano le dijo.

_ No tengas miedo todo estará bien si le tocas.

_ Es que, es tan pequeño que tengo miedo de lastimarlo.

_ Eso no va a pasar, no tengas miedo.

Leonard acarició las mejillas regordetas de su bebé y él se movió y Leonard sintió que su corazón se llenaba de felicidad.

Su madre se acercó a él y le dio a su otro bebé para que lo cargara en brazos, su madre le dijo cómo debía cargar al bebé y él lo tomó temeroso de poder lastimarlo.

Leonard nunca había soñado con tener una familia, incluso eso era algo que a él le molestaba anteriormente, sin embargo ahora que tenía su propia familia y era padre se sentía el hombre más dichoso del mundo y dio gracias a Dios por haberle permitido conocer a Olivia.

Olivia al ver el rostro de su pequeño durmiendo al lado suyo pensó que todo lo que había sufrido para poder darlos a luz había valido la pena.

Después de un rato Sarina le dijo a Leonard que debían dejar descansar a Olivia ya que ella se veía sumamente cansada, ella se llevó a los bebés a otra habitación, los limpió y los cambió y después se los llevó a Olivia.

Después de unos días cuando Olivia estuvo recuperada ellos comenzaron a pensar en los nombres de los bebés, todos los nombres que Olivia había elegido a Leonard le parecían horribles y decía que no eran lo suficientemente buenos para sus hijos.

Al final Olivia se hartó de Leonard y le dijo que él eligiera el nombre del niño y ella elegiría el de la niña, ya que si seguía rechazando todos los nombres que ella decía le terminaría lanzando lo primero que encontrará a la cabeza.

Leonard al ver a Olivia tan enfadada no tuvo más opción que aceptar lo que ella decía y solo deseo que no escogiera un nombre raro para su hija.

Olivia decidió ponerle a su hija Amber ya que ella tenía los mismos ojos de su padre y le pareció que sus ojos se asemejaban a las piedras de ámbar.

A Leonard el nombre que ella le había dado a su hija no le gustaba mucho, sin embargo cuando él quiso decir algo sobre eso Olivia le hizo mala cara y decidió que lo mejor era quedarse callado.

Leonard escogió el nombre de Arun para su hijo ya que él tenía el cabello castaño como el de Olivia.

Un mes después de que nacieran sus hijos el príncipe heredero fue a visitarlos junto a su esposa y su hijo, ya que estaban ansiosos por conocer a los hijos de Leonard.

Cuando el príncipe heredero supo que Olivia había dado a luz Mellizos, él sintió mucha curiosidad por ver cómo eran y sin más se fue junto a su familia a visitarlos.

Mi vida como la esposa del duqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora